Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 8 de abril de 2002
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Economía

Al cierre de 2001 sus pérdidas sumaron mil 128 millones de pesos, según la BMV

Tribasa debe 88.4% de su activo total; no ha pagado ni auditorías

De la obra contratada, 99 por ciento son proyectos en periodo de espera, sin fecha de inicio

JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y VICTOR CARDOSO

Sin recursos, siquiera para pagar a sus auditores externos, Tribasa registró casi mil 128 millones de pesos en pérdidas al cierre de 2001, en el contexto de una situación financiera interna en la que el monto de sus pasivos fue equivalente a 88.4 por ciento de su activo total, indican informes de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Así, al cierre del año pasado, la que fuera la segunda empresa constructora del país vio disminuir 50.4 por ciento su capital contable, mientras el monto de su pasivo total ascendió a 12 mil 107 millones de pesos, cantidad que supera en casi siete veces su capital contable, el cual se situó en mil 532.6 millones de pesos al término de 2001, de acuerdo con la información oficial.

En ausencia del presidente del consejo de administración de Tribasa, David Peñaloza Sandoval, de quien se ignora el paradero, el director general de este corporativo indicó al mercado de valores que la deuda financiera total -constituida por los préstamos bancarios a corto y largo plazo y la porción circulante de la deuda a largo plazo- ascendía a 4 mil 952.2 millones de pesos, al término del año pasado; de la cual, 84.9 por ciento, esto es 4 mil 204.4 millones, correspondía al endeudamiento a pagar en el transcurso de 2002.

Por tipo de moneda, la composición de la deuda de Tribasa es la siguiente: 58 por ciento está constituida en dólares; 22 por ciento en pesos mexicanos; 12 por ciento en pesos chilenos; 7 por ciento en Udi, y uno por ciento en otras monedas.

Las complicaciones financieras de esta empresa, a las cuales se ha sumado una sentencia de concurso mercantil que da inicio a un procedimiento de suspensión de pagos, se observa también en el comportamiento que tuvo en 2001 su capital de trabajo, el cual registró ''una cifra negativa de 8 mil 674.5 millones de pesos, comparado con una cifra negativa de 8 mil 320.1 millones de pesos de 2000''.

Apoyos oficiales

De acuerdo con la información oficial, el monto de la obra contratada pero que aún no comienza y los nuevos proyectos de Tribasa ascienden a 12 mil 687 millones de pesos, de los cuales 99 por ciento ''está representado por siete proyectos que nos fueron adjudicados, pero que se consideran en periodo de espera por no tener certidumbre de la fecha en la cual se iniciará su construcción'', situación conocida como backlog en el ámbito financiero.

Al cierre del año pasado, el backlog estaba integrado en forma total por obras públicas nacionales, ''principalmente la autopista Choapas-Raudales, el proyecto del Libramiento Tulancingo, en el estado de Hidalgo, y un hospital en Ciudad Juárez, Chihuahua''. La debilidad de Tribasa se dejó entrever en los siguientes términos: ''La situación económica del Grupo Tribasa, aunada a la recesión del país, ha impedido la contratación de obra nueva para ejecutar''.

A la situación financiera en declive se agregaron dificultades para que Tribasa cumpliera con sus obligaciones fiscales, para lo cual firmó un convenio con el Instituto Mexicano del Seguro Social que le permite pagar en parcialidades.

Así también, en el curso de enero de 2002 la Unidad de Autopistas de Cuota de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes estableció que la ampliación al plazo de vigencia de la concesión de la carretera México-Toluca, a Promotora y Administradora de Carreteras S.A. de C.V. (integrante del Grupo Tribasa) ''es jurídicamente procedente, por lo que no existe inconveniente en su otorgamiento''.

Sin embargo las limitaciones financieras de Tribasa han llegado al extremo de no contar con recursos suficientes para pagar a sus auditores externos.

Sobre este particular, un informe del corporativo apunta: ''Se tienen adeudos con nuestros auditores externos, Despacho Price Waterhouse Coopers, por servicios prestados durante los años 2000 y 2001. La compañía no ha podido generar el flujo de efectivo necesario y en cantidad suficiente para poder hacer frente al pago de los adeudos con los mencionados auditores externos''.

El mismo reporte aclara: ''Como consecuencia de lo anterior, y en virtud de la prohibición establecida en la regla 602.02 de las Políticas para Reportes Financieros emitidas por la Security and Exchange Commission, este despacho se ha visto imposibilitado para llevar a cabo la terminación de la auditoría financiera y fiscal del ejercicio terminado el 31 de diciembre de 2000, así como tampoco ha podido iniciar los trabajos relativos a la auditoría financiera y fiscal por ejercicio terminado el 31 de diciembre de 2001''

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