Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 8 de abril de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

Asesora del organismo analiza métodos de tormentos

En 10 años, 139 recomendaciones de la CNDH en favor de 445 torturados

VICTOR BALLINAS

De casi mil quejas por tortura recibidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en sus primeros 10 años de vida, ésta emitió 139 recomendaciones en favor de 445 personas que se comprobó que fueron víctimas de ese delito (hombres, 85.9 por ciento de ellas), informó la antropóloga Rosa María Rubalcava, asesora externa del organismo.

Agregó que del análisis de casos de tortura documentados por la CNDH entre junio de 1990 y diciembre de 2000, en 53.6 por ciento de las recomendaciones se reportó sólo una persona torturada; en 40 por ciento las víctimas fueron entre dos y nueve, en una sola queja, y 6.4 por ciento abarca 10 o más.

No obstante, agrega Rubalcava en su estudio "Consideraciones metodológicas para diseñar las bases de datos sobre violaciones a los derechos humanos: el caso de la tortura", en cuatro de las 139 recomendaciones relacionadas con el asunto que emitió la CNDH en ese lapso se habla de que una "comunidad completa fue sometida a actos de tortura".

La antropóloga -que trabaja para la comisión en el método de medición de la tortura y en la base de datos sobre violaciones a derechos humanos- explica que se buscó a personas que denunciaron las agresiones, y tras hacer los análisis respectivos se llegó a un resultado "sorprendente": de los 445 agraviados, 119 (26.7 por ciento) sufrieron por lo menos tres métodos de tortura física, y hubo 75 combinaciones de métodos.

Vistos con detalle, para seis de cada 10 víctimas el primer método fueron golpes.

Abunda Rubalcava en su análisis -presentado en Mérida, Yucatán, en el Seminario Internacional Sobre Indicadores y Diagnóstico en Materia de Derechos Humanos: El Caso de la Tortura en México- que las combinaciones individuales referidas en más de 3 por ciento de los casos fueron: en primer lugar, golpes con manos, pies u objetos, golpes en los oídos y detención violenta, con 7.6 por ciento.

El segundo sitio -indica- corresponde a "amarrado de manos o pies y sumergido en agua y golpeado", con 5 por ciento.

La tercera combinación es golpes, detención violenta y simulacro de fusilamiento, con 4.2 por ciento.

La que ocupa la cuarta frecuencia, con 3.4 por ciento de los 119 torturados múltiples, es golpes, agua en la nariz o boca y bolsa de plástico en la cabeza.

Esas tres combinaciones, detalla Rubalcava en su estudio, agrupan a uno de cada cuatro agraviados; cada una de las demás combinaciones -son 71- tiene como máximo tres casos.

Al analizar la información disponible en las 139 recomendaciones de la CNDH sobre tortura -que abarca a las 445 personas-, la investigadora subraya que en siete casos la tortura produjo la muerte del agraviado.

Un análisis minucioso de esos siete casos muestra que seis víctimas murieron a causa de la primera acción de tortura; de ellos, cinco cuando estaban bajo custodia de los agentes que los aprehendieron, y el sexto, cuando "era resguardado por el Ministerio Público".

Rubalcava resalta que el análisis de esos casos indica que, en seis de los siete casos de tortura que produjeron la muerte a la víctima, las autoridades presuntamente responsables de esos agravios son la Policía Judicial Federal, en tres, y en otros tres, agentes judiciales o ministeriales locales.

Sólo uno de los agraviado cuya muerte sobrevino a raíz de la tortura resistió hasta el segundo momento del tormento, asevera la investigadora, y detalla que el método físico se aplicó cuando estaba custodiado por el Ministerio Público, y la autoridad cuya responsabilidad se presume es la responsable también es la Policía Judicial Federal.

La investigadora, quien participó en el seminario en Mérida, dijo que al analizar las quejas de tortura ante la CNDH se detectaron varias limitantes, por ejemplo, que la edad del agraviado sólo se consigna en 12 por ciento de los casos, y "es un indicador fundamental para acercarse a ver si hay diferencias entre los métodos de tortura que se aplican a los jóvenes y a los viejos, y detectar si además dependen del sexo de las víctimas".

La segunda limitación, añadió en su exposición en Mérida, "tiene que ver con las quejas sobre actos en que están involucrados tanto hombres como mujeres; éstas llevan a preguntarse sobre la posibilidad de torturas familiares, pero en los expedientes no está registrado el parentesco de las víctimas con quien pudiera considerarse el agraviado principal del grupo".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año