Termina el congreso sobre géneros populares
en el Cenart
La música ambiental dejó de ser sólo
de fondo, y pasó al primer plano
JUAN JOSE OLIVARES
Ponencias brasileñas, estadunidenses y colombianas
sobre música popular, sus estudios, innovaciones y su relación
con el baile, integraron el último día del cuarto Congreso
de la Rama Latinoamericana de la Asociación Internacional para el
Estudio de las Músicas Populares en América Latina, que tuvo
lugar en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La
profesora estadunidense Anahid Kassabian discutió la problemática
y la relación entre "la forma musical, el modo de escuchar y la
subjetividad de lo que ha surgido y lo que he nombrado como música
ubicua o ambiental".
Kassabian comentó: ''Desde la mitad de los años
80, la música ubicua ha comenzado un cambio de sólo dulces
arreglos de cuerdas hasta material original. La industria antes la llamaba
música de fondo, pero ahora es de primer plano".
En su intervención, la investigadora brasileña
Martha T. de Ulhoa mostró Las categorías de la evaluación
estética de la música popular brasileña. En su
estudio, hizo referencia a las técnicas de análisis de Laurence
Bardin y sus términos semánticos para "verificar dichas categorías
negativas como positivas".
Su compatriota Elizabeth Travassos se enfocó a
los perfiles culturales de los estudiantes de música de Brasil,
presentando un estudio etnográfico de los estudiantes de la Escuela
Superior de Música de Río de Janeiro. Dijo que el valor del
aporte a la música popular de su país, por parte de músicos
de academia, se enriquece a partir de los distintos orígenes de
los educandos.
Jane L. Florine, de Estados Unidos, presentó el
tema Un modelo para estudiar la innovación en la música
popular, del que comentó: ''presenté un modelo para estudiar
la innovación musical individual en la música de cuarteto".
El estudioso colombiano Alejandro Ulloa dio importancia
al baile. En su investigación destaca a la danza como "un componente
fundamental del folclor urbano contemporáneo en América Latina.
Aunque se ha investigado mucho sobre danzas (folclóricas y modernas),
los estudiosos sobre la música y la cultura populares no le han
dado suficiente importancia al baile como objeto que puede ser descrito
e interpretado en su especificidad y en su relación con la música
popular, a la que está indisolublemente ligado".
En su ponencia, Ulloa asume al baile como "un lenguaje
no verbal, que se manifiesta por medio de la kinesis y la proxemia para
comunicar mensajes e intercambiar significados".
Agregó en su resumen de conclusión: ''El
baile de la música popular en América Latina es un producto
de nuestra modernidad. Incubado con la música desde el siglo XIX,
germina y se desarrolla en el siglo XX, sobre todo en las ciudades y los
puertos del continente y del Caribe, como un lenguaje corporal, mestizo
y mulato, que nace en los barrios bajos, llega al centro y se propaga por
los salones de clases altas, donde se reviste de estatus y prestigio".