Pide a Israel el retiro inmediato de sus tropas de los territorios ocupados
Acusa Bush a Arafat de "traicionar" a palestinos
El discurso del presidente de EU, autorización para matar a nuestro líder: ANP
AFP, DPA, REUTERS
Washington, 4 de abril. El mandatario estadunidense, George W. Bush, acusó hoy al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, de "traicionar las esperanzas" de su pueblo por no detener los ataques suicidas de los palestinos, pero al mismo tiempo demandó a Israel el retiro de sus tropas de los territorios que mantiene ocupados.
Bush, quien había recibido fuertes críticas de la comunidad internacional por mantenerse impasible ante la crisis de Medio Oriente, en un discurso de este jueves anunció el envío a la región, la próxima semana, del secretario de Estado, Colin Powell, con la finalidad de trabajar en favor de un cese del fuego, el retiro israelí de las ciudades palestinas, así como la aplicación de la resolución 1402 de la ONU y de los ya aceptados planes de paz Tenet y Mitchell.
Estados Unidos pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que exija a Israel una retirada, "sin demora", de las ciudades palestinas y apoye la próxima misión de paz de Powell a la región, en el marco de una enmienda que hizo a un proyecto de resolución árabe al respecto y que fue aceptado por la delegación palestina.
La ONU, la Unión Europea (UE), Francia y Gran Bretaña saludaron el discurso de Bush al descatar que reclamó el retiro del ejército israelí de los territorios ocupados, pero Hassan Asfur, uno de los líderes palestinos, afirmó que el mandatario estadunidense está dando "permiso" a Israel para liquidar a Arafat y su comando político.
Ante la televisora árabe Al Jazeera, Asfur, ministro de Organizaciones Palestinas, llamó al presidente egipcio, Hosni Mubarak; al rey jordano, Abdallah II, y al príncipe heredero saudita, Abdala Ben Abdel Aziz, a que "intervengan esta noche para enviar un mensaje claro y decir que ese asunto -de matar a Arafat, según su interpretación- podría hacer estallar toda la región.
"No podemos aprobar lo que ha dicho el presidente Bush sobre Arafat, porque él es el líder elegido por todos los palestinos", apuntó a su vez, en Gaza, el negociador de Saeb Erakat.
Aseguró que Arafat está "dispuesto a recibir rápidamente" a Colin Powell para discutir la aplicación de la resolución 1402 del Consejo de Seguridad, el informe Mitchell y el plan Tenet para una solución política al conflicto.
Israel dio la bienvenida al anuncio de Bush de enviar a la región a Powell, y el canciller Shimon Peres aseveró que el gobernante estadunidense "ya se integró al esfuerzo para lograr un cese del fuego".
Pero las declaraciones del jefe de la Casa Blanca, fustigadas por los palestinos, se refieren a la parte en que acusó a Arafat de haber "traicionado las esperanzas" de su pueblo, porque a pesar de haber renunciado al terrorismo como instrumento de su causa, no ha sabido enfrentarse u oponerse enérgicamente a los "terroristas", en alusión a los grupos armados de resistencia que luchan por el retiro israelí de los territorios ocupados.
En ese sentido, Bush justificó que Israel "siente que debe atacar las redes terroristas que matan en sus ciudades. No obstante, debe entender que su respuesta a esos ataques recientes son sólo una medida temporal". Por ello, reconoció, la situación se ha agravado dramáticamente, y subrayó que el terror debe ser detenido, porque "ninguna nación puede negociar con terroristas, ya que no hay forma de hacer la paz con quienes tienen a la muerte como única meta".
No obstante, a Israel le pidió terminar con los asentamientos en los territorios palestinos y acabar con la ocupación mediante un retiro a las fronteras reconocidas y seguras, conforme a las resoluciones 242 y 438 de la ONU. Del mismo modo, le demandó "respeto y preocupación por la dignidad del pueblo palestino, que es y será su vecino", por lo que debe evitar humillarlos en los puestos de control y fronterizos.
Si bien Bush dijo reconocer el "derecho de Israel de defenderse del terrorismo", precisó que para sentar las bases de una paz futura, Tel Aviv debe detener sus incursiones en las áreas controladas por los palestinos y empezar a replegarse de las ciudades que ha ocupado en los últimos días, y que los líderes árabes deben ayudar a la paz.
El mandatario también afirmó que Estados Unidos "está apoyando las legítimas aspiraciones por un Estado palestino" y que "Israel ha reconocido esa meta". Resaltó que las bases para un acuerdo justo son claras: dos estados, Israel y Palestina, viviendo lado a lado, en paz y seguridad. Añadió que esto puede ser un tiempo para la esperanza, que exige liderazgo y no terrorismo, y reiteró que desde el 11 de septiembre todos deben elegir entre un mundo civilizado o con los terroristas.
Insiste en enviar mensaje claro a los "terroristas"
Pidió al pueblo palestino, a la Autoridad Nacional Palestina y a "nuestros amigos del mundo árabe que se unan a nosotros para enviar un mensaje claro" contra el terrorismo, pues dijo que las acciones suicidas con bombas pueden destruir la mejor y única esperanza por un Estado palestino. En ese sentido, Bush criticó a Irak y a los grupos de resistencia como Al-Aqsa, Hezbollah, Hamas, Jihad Islámica y todos aquellos a los que acusó de "oponerse a la paz" y luchar por la "destrucción" de Israel.
El mandatario estadunidense no sólo pidió a las naciones árabes que apoyan la causa palestina que verdaderamente los ayuden a buscar la paz, combatir el terrorismo y promover el desarrollo, sino que emplazó a Irán y Siria a que no intenten "aprovechar" la crisis para ampliar el conflicto.
Aseveró que los embarques de armas de Irán a los palestinos y el apoyo al terrorismo alimentan el conflicto en Medio Oriente, y que así como Siria se pronunció contra Al Qaeda, ahora esperaba que hiciera lo mismo en relación con los grupos de resistencia palestina como Hamas y Hezbollah.
Mientras la comunidad internacional se volcaba en apoyo al discurso "alentador" de Bush, los europeos criticaron la negativa de Israel a dirigir una misión a Medio Oriente. El primer ministro británico, Tony Blair, admitió que la situación estaba en su punto "más explosivo" en años.