Jaime Martínez Veloz
El consenso de los cuatreros
Durante la cumbre de la ONU en Monterrey se logró un importante consenso en contra de la pobreza; bueno, cuando menos eso dicen los fastidiosos y repetitivos anuncios publicitarios del gobierno federal. Pero Ƒlos gobiernos de Fox y de Bush saben lo que es consenso, lo han llevado a la práctica?
La sentencia amenazante de Bush: "El que no está con nosotros está con los terroristas" en el simplismo reduccionista de una despechada y en boca del dirigente del ejército con mayor capacidad destructiva en toda la historia de la humanidad es de pánico, más aún cuando se atraganta comiendo... šuna galleta!
Fox, después de saludar a sus chiquillos el día de la toma de protesta como Presidente, señaló con bonhomía: "El Ejecutivo propone y el Legislativo dispone". Le faltó agregar: "siempre y cuando no molesten a mis amigos, los gringos".
La realidad ha demostrado la inconsecuencia de dicho pronunciamiento; el tema de la fructosa es un ejemplo. Además vetó la Ley de Desarrollo Rural, ha realizado recortes presupuestales en forma unilateral, ha afectado los programas sociales, a los gobiernos estatales... ša todos!, menos las partidas propias, sobre todo la asignada a publicidad oficial. A poco más de un año en la Presidencia ya tiene en su haber dos demandas de controversia constitucional. Como primer mandatario no brilla, pero como aspirante al libro de Guinness tal vez logre importantes notas.
Con estos antecedentes, nuestros dos próceres apuestan a la amnesia social: hablan de democracia, pero de Bush nadie olvida la elección de Florida, donde el Big Brother, asesorado tal vez por distinguidos miembros del equipo madracista o por chalanes y asistentes del mago Mandrake, apareció y desapareció votos a conveniencia del vaquero del norte. Pero no la tiene tan fácil; hasta ahora Fox ha cerrado fuerte en esa desmesurada competencia. ƑCómo olvidar sus promesas de campaña?: Chiapas en 15 minutos, crecimiento anual de 7 por ciento del PIB, un millón de em-pleos anuales, entre tantas otras que hizo al calor de su campaña.
A dueto lanzaron al mundo la esforzada propuesta de apoyar con migajas sólo a quienes piensen como ellos: que entiendan la democracia al estilo Coca Cola, que se guíen por la luz del bondadoso modelo neoliberal y sobre todo que acepten seguir siendo miserables, porque si dejan de ser pobres, Ƒa quién les darán las próximas limosnas?
Desde su Hugo Boss, el relamido y famoso canciller mexicano sentenció con voz de trueno: "La ayuda no llegará a los dictadorzuelos". Este señor pierde piso no por falta de audacia, sino por la desmesura a que lo conduce su inmadurez emocional.
ƑSirvió de algo el consenso de Monterrey? A Estados Unidos sí, a México no. El presupuesto federal se gastó en satisfacer los exquisitos gustos de los distinguidos invitados extranjeros; algunos medios (por cierto muy pocos) que se dicen defensores de la libertad y que se escandalizaron por la invitación a cenar que hizo Fidel Castro a un grupo de legisladores que asistimos a Cuba en meses pasados, guardaron silencio frente al derroche foxista. Para ellos la pobreza sólo existe en Cuba; en México es una especulación.
Claro que Estados Unidos asistió a Monterrey para imponer su criterio. El consenso de la ciudad del Cerro de la Silla es el criterio de Bush, ni más ni menos. Las condiciones del intercambio desigual entre países pobres y países ricos permanecieron intocables. Seguiremos vendiendo baratos nuestros productos y comprando caros los que provienen de dichas naciones. Las leyes del mercado siguen inalterables y los países pobres seguiremos subsidiando a los ricos, como siempre. Ese es el fondo de lo que acordaron y consolidaron en Monterrey las naciones más poderosas del mundo.
Por ello creo que resulta hasta de mal gusto que México, país donde el propio titular del Ejecutivo reconoce restricciones en las finanzas públicas, siga tirando a la basura enormes cantidades de dinero del erario en una campaña tan ostentosa como inútil para que, a fuerza de repetir los anuncios demagógicos, creamos en una realidad que no existe. Porque la verdadera es la que no se publicita: hoy, con Fox como Presidente, Estados Unidos pretende la subordinación total de México a sus intereses. Para terminar, una pregunta: Ƒpor qué el presidente Fox no recorta el gasto publicitario de la Presidencia en lugar de afectar los presupuestos estatales?
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