Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 3 de abril de 2002
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Política

Necesario, impulsar una ley con normas mínimas

Jaime Cárdenas propone regular las elecciones internas de los partidos

ALONSO URRUTIA

Ante las polémicas elecciones que se han realizado en el PRI y en el PRD, con el consiguiente desgaste para la imagen de los partidos políticos, es necesario impulsar una ley que establezca normas mínimas de convivencia democrática de los institutos políticos, consideró el consejero electoral Jaime Cárdenas. Sostuvo que la regulación partidista se ha desarrollado mucho en las democracias europeas contribuyendo a su consolidación.

Por otra parte, Cárdenas mencionó que originalmente el Instituto Federal Electoral (IFE) cuenta con 40 días para dar respuesta a la queja que militantes perredistas interpusieron contra su partido demandando la anulación de los comicios internos. "Sin embargo, la propia legislación señala que es posible prorrogar ese plazo, a lo cual habría que añadir que el proceso interno no ha concluido plenamente".

El consejero dijo que el IFE tiene facultades para anular la elección interna del PRD si es que los militantes que promovieron la queja acreditan que realmente hubo irregularidades que violentaron los estatutos del propio partido para elegir a sus dirigentes. No obstante, hizo ver que el hecho de que los inconformes hayan acudido al IFE antes de que se agotaran plenamente las instancias internas puede ser un factor adverso para ellos.

Cárdenas sostuvo que los agitados comicios del PRI y del PRD sin duda tienen un impacto negativo para la democracia en el país, en la medida en que los desgasta ante los ciudadanos y contribuye a reducir su credibilidad.

Sin duda esta situación es preocupante, pues "estamos pasando de un partido hegemónico a la creación y fortalecimiento de un sistema de partidos".

Es algo "absurdo" que al interior de los partidos, que en última instancia son los responsables de integrar el poder público, se realicen elecciones poco convincentes a los ojos de los propios militantes. Si no se enfrentan estos problemas que han aquejado a las principales fuerzas políticas del país, "corremos el riesgo de caer en una partidocracia".

El consejero descartó que la elaboración de una ley de partidos políticos signifique injerencia en la vida interna de esas agrupaciones, pues, de entrada, éstas son reconocidas por la Constitución como organismos de interés público. Por esa misma razón "creo que no hay argumentación que pueda ser contraria a la necesidad de que actúen con transparencia ante la sociedad".

Más adelante puntualizó que este tipo de regulación ya opera desde hace años en diversas democracias europeas e incluso en Estados Unidos -aunque en esta última nación con menores alcances-, y hasta ahora ha contribuido al desarrollo democrático. De hecho, añadió, España está revisando la regulación interna de sus partidos, aunque en este caso obedece a la propia dinámica de ese país, pues se busca tener mayores controles para impedir los vínculos entre partidos políticos y organizaciones consideradas como terroristas.

Explicó que la regulación de los partidos que podría instrumentarse no significaría que el organismo electoral incidiera en la vida interna, sino solamente garantizaría elementos mínimos para la democracia.

Esto es, hablaríamos -por ejemplo- de plazos máximos y mínimos de duración de los cuadros dirigentes; garantizar plenamente los derechos de los militantes de cada uno de los partidos; de la regulación para elegir a sus candidatos, y otros puntos que contribuirían a un desempeño democrático.

A pregunta expresa, rechazó que en esta ley se tenga que imponer a los partidos la manera de seleccionar a sus dirigentes. Cada organización podría regular sus esquemas de renovación de dirigentes, ya sea por elecciones abiertas, como en el caso del PRI y el PRD, o mediante el esquema de Consejo Nacional, como lo hizó el PAN.

"En el ámbito interno los partidos tienen el derecho de organizarse libremente, siempre y cuando no afecten los derechos fundamentales de los militantes ni de otros ciudadanos y no lesionen los principios democráticos del estado de derecho", dijo Cárdenas.

-ƑEsos serían los principales elementos a regular?

-Creo que sí. Para evaluar la democracia interna de los partidos habría que atender cuatro grandes rubros: el nivel de garantía y respeto a los derechos de los militantes -pues en última instancia esa es una de las principales obligaciones partidistas-; la organización y los procedimientos internos; las corrientes en el seno de la organización, y los órganos de control de la vida interna del partido, esto es, aquellas instancias responsables de sancionar conductas que violenten la legalidad interna.

Al referirse al desempeño de las corrientes internas en un partido, Cárdenas consideró que muchos especialistas consideran que este tipo de estructuras son un mal inevitable, pues aunque se les responsabiliza de fraccionar a los partidos y atomizar su vida interna -ocasionando el incumplimiento de sus cometidos de articular las demandas sociales-, Cárdenas señaló que también debe de ponderarse la importancia que tiene para cualquier organización alentar el debate interno de las ideas, que es una expresión de vida democrática.

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