Aprueban el presupuesto para 2002; suma poco más de 14 mil millones de pesos
La UNAM, sin fondos para la planeación a mediano y largo plazos, advierte el rector
Ochenta por ciento de los fondos se destinará al pago de salarios y prestaciones
KARINA AVILES
El Consejo Universitario (CU) de la UNAM aprobó ayer el presupuesto que ejercerá la institución este año y que asciende a 14 mil 106 millones 594 mil 841 pesos, de los cuales 80 por ciento se destina al pago de salarios y prestaciones. A la universidad sólo le queda un margen para gastos de operación y de inversión de menos de 20 centavos por cada peso.
El rector Juan Ramón de la Fuente advirtió que la institución está acotada por "un presupuesto sumamente estrecho" y reconoció que los recursos no se están reflejando en el gasto operativo y de inversiones porque "se los están comiendo" los salarios y las prestaciones.
Luego de las afirmaciones de algunos consejeros en el sentido de que se les ha negado información sobre los estados contables de la universidad, De la Fuente expresó que el "verdadero problema" es que la máxima casa de estudios no tiene recursos suficientes para la planeación de mediano y largo plazo, por lo que reiteró su exigencia en el sentido de que es necesaria una política de Estado para el financiamiento de la educación superior pública, con el propósito de que las universidades salgan de la dinámica que las "agobia" y las "acota" cotidianamente, al no saber si tendrán recursos para seguir con los programas que están en marcha.
Ante las restricciones y las limitaciones presupuestales, el cuerpo directivo de la universidad no aceptará el incremento de su salario correspondiente a este año, anunció el rector.
En la Antigua Escuela de Medicina, el pleno del CU aprobó con 96 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones el presupuesto 2002. La distribución por funciones es la siguiente: a la docencia en sus tres niveles (superior, bachillerato y técnico) se destinaron 8 mil 468 millones 19 mil 430 pesos, que representa 60 por ciento del presupuesto total. Al nivel superior, que incluye los programas de licenciatura y posgrado se asignó 45.9 por ciento, en tanto al bachillerato y al nivel técnico se les asignó 14.1 por ciento de los fondos.
A la investigación se canalizaron 3 mil 604 millones 907 mil 916 pesos, equivalentes a 25.6 por ciento del presupuesto. En tanto, para difusión cultural y extensión universitaria se programaron mil 73 millones 233 mil 95 pesos, que representan 7.6 por ciento de los recursos.
Para la gestión institucional, en la que se incluyen las funciones académico-administrativas de apoyo a las actividades sustantivas y a las vinculadas con el otorgamiento de las diversas prestaciones contractuales y a los servicios institucionales de carácter general, se destinaron 960 millones 434 mil 400 pesos, es decir, 6.81 por ciento del presupuesto.
Al pago de remuneraciones del personal académico y administrativo se destinaron 6 mil 589 millones 790 mil 978 pesos, que representan 46.7 por ciento del presupuesto. Al cumplimiento de prestaciones personales y de los programas de estímulos y de becas se asignaron 4 mil 759 millones 999 mil 90 pesos, es decir, 33.8 por ciento.
El máximo órgano de la UNAM también aprobó la cuenta anual de 2001. Durante la discusión hubo señalamientos de los consejeros alumnos Gustavo García Arias y Mao Sáenz en el sentido de que se les ha negado la información requerida. Este último afirmó que "la cuenta anual no es pública" y exigió que se dé a conocer el contenido de un memorándum del auditor externo que hace observaciones al CU sobre los estados contables de la universidad. El rector respondió a dichas expresiones que "no se está ocultando nada" y "las cifras cuadran y cuadran muy bien".
El total de egresos a lo largo de 2001 fue de 13 mil 322 millones 344 mil pesos. Para la docencia en el nivel superior se destinaron 6 mil 75 millones 740 mil pesos; al bachillerato y nivel técnico se canalizaron mil 849 millones 451 mil pesos y a la investigación 3 mil 237 millones 347 mil pesos.
Otros consejeros cuestionaron los recursos limitados que se destinarán a sus respectivos sectores y otros, como Agustín Deménegui, quien señaló que aunque se informó que el presupuesto del año pasado aumentó, los recursos "no se ven por ningún lado" y para la docencia los apoyos son deficientes.
Uno de los temas recurrentes en la sesión, que se prolongó por ocho horas, fue el de las tiendas UNAM. El director de la Facultad de Contaduría, Arturo Díaz Alonso, informó que éstas registraron pérdidas por 40 millones de pesos. En su informe, el contralor general, Raúl Robles, indicó que dichas tiendas necesitan incrementar sus recursos en 43 millones de pesos para hacer frente a una inflación estimada de 5 por ciento. Por otra parte, comunicó que por concepto de cuotas voluntarias la universidad recibió 15 millones de pesos; por cuotas por revalidación obtuvo 96 millones y por exámenes de selección recibió 12 millones.
El rector indicó que este año habrá sacrificio en algunas partidas para cumplir con el pago de sueldos y prestaciones, a menos que, ironizó, alguien quiera que se reduzcan los salarios, o que se haga un recorte de personal, que se acaben los programas de estímulos o que se quiera retomar el tema de las colegiaturas. A todos los puntos anteriores manifestó su abierto rechazo.
Además criticó "las corrientes internacionales y las modas nacionales" que tratan de someter el gasto educativo a los criterios del mercado. También señaló que la universidad debe formular un planteamiento institucional para estudiar las formas de incrementar el flujo del capital privado y apoyar la educación superior pública, pero "sin condicionamientos y sin subordinaciones".