El silbante Gilberto Alcalá marcó
cuatro penales en el partido, uno inexistente
Con polémico arbitraje, las Chivas se impusieron
3-2 al América
Frankie Oviedo, lesionado; el Bam-Bam Zamorano
inició conato de bronca
MARLENE SANTOS A.
Chivas
vivió un domingo glorioso y de auténtica resurrección
en el clásico ante Aguilas, disputado ayer en el abarrotado estadio
Azteca, donde venció 3-2 al América, con lo que dejó
atrás una racha de dos juegos sin gol y cuatro sin victorias.
Polémica feria de penales, porras coloridas y animosas
al máximo engalanaron el superclásico, que tuvo de
todo. Incluso errores arbitrales y una bronca al final, en la que Iván
Zamorano aplicó un par de puñetazos a Gilberto Adame.
Con el silbatazo inicial ambas porras dispararon a raudales
humo teñido; los americanistas en azul y amarillo, los de Chivas
en blanco y rojo. A pesar del aire denso que inundó el coso y el
penetrante olor a pólvora, se pudo apreciar la enjundia predominante
de los tapa-tíos, quienes al minuto 17 recibieron la marcación
en favor de un penal cometido por Jesús López Meneses, que
concretó dos minutos después Ramón Morales con tiro
que entró a la derecha de Hugo Pineda.
América reaccionó y se fue al frente, pero
en numerosas ocasiones se topó con la inspirada actuación
de Oswaldo Sánchez, quien evitó al menos tres tantos con
excelentes lances. El Guadalajara ganó confianza y comenzó
a jugar por nota, más aún cuando el creativo Frankie Oviedo
comenzó a cojear y fue sustituido al 29 por Luis Hernández.
El reporte médico habló de una lesión
en el talón de Aquiles del pie derecho. Se teme un desgarre, pero
será este lunes cuando se le practicarán diversos estudios.
América comenzó a rondar con peligro la meta defendida por
Oswaldo, y al minuto 36 el silbante Gilberto Alcalá decretó
penal ante un clavado de Luis Hernández, tras chocar con Héctor
Reynoso.
Al cobro fue Zamorano, quien con maestría y clase
impuso el 1-1. Al minuto 41 Manuel Lapuente, técnico local, hizo
su segundo relevo. Sacó a Antonio Castro e ingresó a Raúl
Rodrigo Lara. A un minuto de que comenzó el complemento, Alcalá
marcó el tercer penal, de nuevo en favor de Aguilas, tras un extraño
choque entre Joel Sánchez y el Matador. El Bam-Bam cobró
de manera impecable para el 2-1.
Alcalá no titubeó en sancionar la cuarta
pena máxima al 51, ahora en favor de los visitantes, por faul de
Ricardo Rojas sobre Héctor Reynoso, el cual falló Ramón
Morales al estrellar el balón en el poste izquierdo. Al 59 de acción
los tapatíos lograron el 2-2 mediante un tiro de esquina que remató
Reynoso, al ganarle en el salto al espigado Hugo Pineda.
El tanto fue festejado en grande por el timonel Oscar
Ruggeri, quien elevó los brazos al cielo, ya repuesto del sofocón
y enojo por la falla del segundo penal. Enseguida Oswaldo se vistió
de héroe al atajar dos disparos que a ritmo de ametralladora le
remitieron Luis Hernández y Zamorano.
El cierre fue espectacular, después del gol de
Joel Sánchez, derivado de un nuevo córner, en el que el defensa
se lanzó de palomita para incrustar el balón pegado al poste
izquierdo. Era el 3-2 favorable a Chivas, que cayó como balde de
agua helada sobre los amarillos.
América implementó un ataque en bloque al
87. Disparó Patiño, Chivas se batió a la defensiva
con desesperados rechaces, hasta el remate de López Meneses. El
esférico rebasó la línea de meta antes de ser rechazado
con las manos por Reynoso, pero ni el árbitro ni el abanderado apreciaron
la acción.
Al final Zamorano se abalanzó contra Adame y Joel
Sánchez, mientras otros trataban de calmar los ánimos.