"Limpiar la elección es una tarea ineludible",
considera el dirigente perredista
El PRD, ante un eventual conflicto interno de "grandes
proporciones", advierte Javier Hidalgo
Javier Hidalgo Ponce, presidente de la mesa directiva
del Consejo Nacional del PRD, advierte que el partido atraviesa por uno
de los momentos "más delicados de su historia", que podría
derivar en un conflicto interno "de grandes proporciones". Y hace un llamado
urgente: "limpiar la elección es una tarea ineludible".
Con
fecha de ayer, 31 de marzo, y a dos semanas justas de haberse realizado
las elecciones del PRD en todo el país, Hidalgo dirige una carta
abierta a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, a los del
Servicio Electoral Nacional y a quienes forman parte de la Comisión
Nacional de Garantías y Vigilancia, en la cual apunta que "ese ejercicio
de democracia interna" estuvo cargado de anomalías.
Su preocupación se dirige a advertir sobre la inminencia
de un conflicto mayúsculo en las filas perredistas, si los dirigentes
a quienes envía la misiva "no ejercitan su responsabilidad con prudencia,
imparcialidad, institucionalidad y legalidad".
El panorama se agrava aún más, les dice
Hidalgo, porque las diversas instancias del partido no han logrado ubicarse
por encima de la disputa interna. Y establece: los órganos encargados
del proceso no fueron producto del consenso. No simbolizaron un pacto entre
todas las fuerzas del partido, ni fueron electos en una situación
en que les hubiere sido depositada la confianza por todos. Antes bien,
añade, fueron nombrados en el marco de las disputas internas del
partido.
Militante perredista de siempre, subraya la exigencia
de asumir la institucionalidad del partido y pide a los miembros del CEN,
a quienes están en el Servicio Electoral y en la Comisión
de Garantías, "despegarse de los compromisos originales con las
corrientes que los llevaron a dicho cargo".
Hidalgo rubrica su carta solicitando "respuestas precisas
y justas a las decenas de objeciones que se hacen de nuestro proceso electoral",
y ejemplifica con seis interrogantes: "cómo explicar que el número
de sufragantes en el estado de Aguascalientes sea casi el mismo en la elección
constitucional que en la elección interna? ¿Cómo interpretar
que la cantidad de votos emitidos en el estado de Oaxaca sea casi la misma
cantidad que los del DF? ¿Cómo validar casillas con más
votantes que afiliados?
"¿Cómo entender que cuatro prestigiadas
empresas dedicadas a las encuestas se equivoquen en los resultados finales
de nuestra elección? ¿Cómo justificar que el mayor
número de incidentes sucedieron en lugares donde se admitieron fuera
de tiempo las tarjetas de afiliación? ¿Cómo aceptar
que dirigentes del partido, con una destacada labor y un alto compromiso
con la democracia, como la compañera Tatiana Alvarez, sea sancionada
y su víctima sea José Guadarrama, destacado ex alquimista
del PRI?"
Sólo respuestas correctas a éstas y otras
impugnaciones, cierra la misiva, serán "la única garantía
para que el PRD tenga viabilidad en el futuro".
Riesgos de la relección
La relección inmediata de legisladores no debe
representar una prioridad para una eventual reforma electoral, como sostienen
el PRI y especialmente el PAN, sino que las modificaciones que requiere
el Poder Legislativo deben estar orientadas a su fortalecimiento frente
al Ejecutivo, sostuvo el diputado perredista Uuc-kib Espadas Ancona.
A juicio del legislador, esta iniciativa promovida por
Acción Nacional implicaría riesgos para el propio Congreso
de la Unión, entre otros el del anquilosamiento del propio Poder
Legislativo y una mayor apatía de la ciudadanía hacia su
trabajo.
Para el perredista, esta iniciativa sólo favorecería
la creación de una generación de "políticos duros
que permitirían muy poca movilidad política y tenderían
a debilitar un sistema de partidos que no tiene puesta su atención
en el Legislativo ahora."
Además, los intereses de dichos políticos
estarían alejados tanto del interés nacional como de las
necesidades sociales. Espadas comentó que la actual Legislatura
no debe presionarse y ser "dócil" ante los prejuicios que se empiezan
a esgrimir sobre la oportunidad de aprobar una reforma en la materia.