El naturista, sólo receta y cobra, señala
el curandero
El médico indígena prueba en sí
mismo sus remedios, afirma Sabino Morales
JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO
El Tajin, Veracruz, 22 de marzo. Sabino Morales
es uno de los curanderos más respetados de la región del
Totonacapan. Remedia males desde 1946, cuando se vio en la necesidad de
curarse una enfermedad que el único doctor de la región no
pudo aliviar.
Da sesiones desde el pasado 16 de marzo en el llamado
Nicho de la Tierra, dentro del Parque Temático de la Cumbre Tajín.
Reconoce
que la mayoría de la gente que ha venido a este lugar ha perdido
la fe en estos métodos de curación; comenta, además,
que realizar sus ceremonias en un lugar que no es el habitual lo obliga
a rezar más y pedir permiso a la tierra que estará pisando
por unos días: "Hicimos una ofrenda de perdón en este lugar
por estar ocupándolo, por mencionar nuestras oraciones y porque
mucha gente se ha venido para acá, y hay que curarlos aquí.
"Es una casa nueva, pero para hacerla se pide permiso,
no a la gente que nos trajo, sino a la tierra. Si voy a ocuparla, tengo
que colocar mi veladora, porque antes le dije: sabes qué, tierra,
voy a estar sentado unas cinco o seis horas encima de ti; porque estoy
vivo, sé que peso; perdóname, te voy a regalar unas flores,
una ofrenda... ayúdame.
"Por eso se le pide perdón, y fue lo que se hizo,
pero vemos gente sin conciencia que se cruza por las ofrendas, no las toma
en serio."
Comenta: "Todo en la tierra tiene dueño. Sacamos
todo de la madre tierra; nos da todo: alimentos, ropa, calzado, curación.
"Pedimos permiso a los duendes que viven en los cerros.
Los ídolos de piedra son los que nos vigilan cuando acudimos a Dios
para sanar, porque es la luz; por eso ponemos veladoras, para purificarnos."
La bendición del lugar fue oficializada, no por
autoridad alguna, sino por tres etnias que se reunieron para atraer buenos
augurios.
Curanderos de Papantla, junto con hombres de fe de las
regiones montañosas, hicieron un llamado a las fuerzas invisibles
para fortalecer la fe.
¿Será que cualquier persona puede convertirse
en curandero? "Los que estamos aquí ya lo traemos de nacimiento,
manejamos plantas medicinales, no porque lo hayamos estudiado en libros,
sino a través de sueños. Siempre viene a nosotros la gente
que los doctores no pueden curar."
Sabino continúa: "No se cura con libros, ni con
aparatos, porque el aparato es el blanquillo, el huevo, porque es un niño
chiquito, porque la gallina, su mamá, tiene un espíritu que
vuela, por eso se usa el huevo sagrado; cuando el curandero sabe curar,
tampoco puede decir que es sabio, porque esos se llaman soñadores
memoriales".
Ironiza: "Yo, así como me ve, no tuve escuela,
porque no la he terminado. Sí, tengo 68 años, estoy en una
escuela que no he terminado; me falta mucha todavía, porque la estoy
viviendo. Es el consejo de la vida, es la llamada escuela de mundo. La
escuela no la he leído ni tampoco he preguntado a nadie cómo
se hacen las cosas.
"A un joven de 20 años no le puedo preguntar, porque
él sí me va a sacar un libro o un escrito."
Sabino no sabe leer, pero es alegre al sentirse privilegiado
por poder comer y curarse de la tierra: "Es triste que una persona, aunque
tenga dinero, no se pueda curar. Yo no tengo dinero, pero no me hace falta.
Por eso los indígenas nos dedicamos a buscar plantas medicinales;
no las compramos".
Relata cómo aprendió a ser médico:
"Por medio de una enfermedad. Esto no se descubre así nomás.
El médico indígena se tiene que enfermar. Yo padecí
desde joven unos granos grandes en los pies, que me impedían caminar,
se me pudrían. En ese tiempo, en la región sólo había
venados y tigres. Papantla era municipio, Coatzintla era municipio, Poza
Rica no existía. No había doctores. ¿Cómo empecé?
Haciendo la lucha, buscando. He luchado para curarme con plantas".
Critica a los llamados médicos naturistas.
"El naturista dice: tómate esto pero él
no se la toma; él receta, no sabe si hará efecto o no; a
mí dame los billetes y se acabó; ¿no te hizo efecto?,
tómate otra. Los médicos indígenas no somos así,
tenemos que tomar las plantas para probar que sí sirven."
Remata: "Dios está arriba y nace para todos".