Histórico fallo de una juez, que privilegia
al paciente sobre la ley y los médicos
Mujer británica obtiene el derecho legal a desconectarse
de la vida
Una rotura de vasos sanguíneos la dejó
paralítica e incapaz de respirar por sí sola
Recibe elogios de una madre sentenciada por cortar la
existencia de su hijo a petición de él
RUETERS
Londres, 22 de marzo. Una mujer británica,
conocida como "señorita B", paralítica desde el cuello hasta
los pies, obtuvo el viernes el derecho a morir "pacíficamente y
con dignidad", en un caso que marca un hito de carácter legal.
La trabajadora social, de 43 años, cuyo nombre
no ha sido revelado por razones legales, conoció mediante una grabación
de video la decisión en la cama del hospital donde se encuentra.
La mujer puede ahora firmar su sentencia de muerte.
La juez Elizabeth Butler-Sloss, del Alto Tribunal, claramente
motivada por un fallo de vida o muerte en uno de los casos más dramáticos
llevados a una corte británica, elogió "el gran valor, fuerza
de voluntad y determinación que la mujer ha demostrado en el último
año".
La juez dijo que la mujer tiene ahora "derecho a un tratamiento
apropiado, inclusive drogas para aliviarle el dolor y el cuidado para mitigar
el sufrimiento, y permitir que su vida llegue a su fin pacíficamente
y con dignidad".
El hospital dijo que no apelará de la decisión.
El fallo se produjo después del creciente clamor
de diferentes pacientes por dar prioridad a sus derechos ?por encima de
la ley y de los derechos de los médicos? y decidir por sí
mismos cuándo quieren morir.
Una rotura de los vasos sanguíneos del cuello,
ocurrida hace un año, dejó a la mujer paralítica e
incapaz de respirar por sí sola. Los médicos del hospital
donde está ingresada habían dicho que era contrario a su
ética profesional desenchufar las máquinas que necesita para
vivir.
Es la primera vez en el Reino Unido que alguien en plenas
facultades mentales ha pedido a los médicos que le ayuden a po-ner
fin a su vida por esta vía.
En otros casos los médicos han pedido a los tribunales
sancionar estas prácticas en personas en estado vegetativo permanente.
La magistrada Butler-Sloss de-cretó que la mujer
tiene la capacidad mental necesaria para pedir que se apague la máquina
que la mantiene viva.
"La administración de ventilación por vía
artificial en contra de los deseos de los demandantes ha sido, desde el
8 de agosto del 2001, una medida ilegal", dijo la juez en su histórica
sentencia.
Otro caso, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos
La decisión se produce la mis-ma semana en que
Diane Pretty, mujer tetrapléjica que defiende su derecho legal a
que su marido la ayude a morir, decidió llevar su caso ante el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos.
Los tribunales británicos han descartado garantizar
inmunidad al marido de Pretty si ella sigue adelante con su deseo de morir.
La victoria en el histórico caso sentenciado el
viernes recibió el respaldo de Heather Pratten, quien ayudó
a morir a su hijo Nigel en el año 2000.
"Ella tiene derecho a rechazar el tratamiento y me alegro
por ella porque sé cómo se siente", declaró Pratten
a la cadena de radio BBC.
Pratten fue condenada por ayudar a morir a su hijo pero
quedó en libertad condicional por motivos humanitarios.
Nigel Pratten, quien sufría la enfermedad de Huntington,
mal cerebral degenerativo, cayó en coma tras ingerir una sobredosis
de heroína el día que cumplió 42 años, en octubre
de 2000.
Heather Pratten explicó en su defensa: "Después
de unos cinco años vi que estaba casi muerto.
"Le había prometido que no dejaría esa habitación
con vida. Así que cogí una almohada y se la coloqué
sobre la cara, lo que fue muy, muy difícil", dijo.