Sólo se agravará la caída económica del país, aseguró Stiglitz

Repite FMI en Argentina errores de Asia

AFP Y REUTERS

Buenos Aires, 22 de marzo. El peso argentino se desplomaba el viernes a niveles mínimos desde que el gobierno lo devaluó en enero, pese a los desesperados intentos del Banco Central por fortalecer la moneda y evitar una espiral inflacionaria que dispare los conflictos sociales.

Mientras que en Hanoi el premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz dijo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está repitiendo en Argentina los errores que cometió en el este de Asia y esto sólo agravará la caída económica del país.

"Su uso continuo (del FMI) de políticas de contracción que exacerban las picadas económicas demuetra que no aprendió las lecciones del este de Asia. Ha cometido los mismos errores en Argentina", agregó.

Por la tarde, el dólar cerró en 2.40 pesos a la compra y 2.60 pesos a la venta, no obstante la intervención del Banco Central, que vendió en la víspera 140 millones de dólares de sus reservas para calmar la demanda de divisas, presionada por una avalancha de ahorradores que salieron a comprar divisas para proteger los pocos fondos que les quedan dentro de la grave crisis económica que abate al país.

Desde antes de la apertura de las casas de cambio, en el microcentro de Buenos Aires se formaron largas filas de personas ansiosas por obtener los preciados billetes verdes.

El panorama recordaba los días posteriores al 11 de febrero, cuando el gobierno de Eduardo Duhalde puso en marcha el mercado libre cambiario y se disparó la cotización al ritmo de la creciente demanda, pese a la promesas del gobierno de que el dólar no superaría 1.70 pesos por unidad.

Tras su designación, el primero de enero pasado, el mandatario puso fin a 11 años de convertibilidad y de paridad cambiaria peso-dólar. Además se desarrolló un operativo judicial y policial, en búsqueda de "arbolitos" (vendedores de dólares en el mercado negro) y de mesas de dinero clandestinas.

Mientras, en la Cumbre de Monterrey, Duhalde se reunió durante una hora y media con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, y al término del encuentro el presidente argentino dijo, esbozando una sonrisa, que "todo (va) muy bien".

Las calles de Buenos Aires se convertían en un hormiguero de gente y la policía detenía a vendedores callejeros de dólares.