MONTERREY 2002
Bush estuvo una hora, tiró línea
y se fue
La cumbre únicamente evidenció el desequilibrio
poderosos-débiles
Cuando el presidente estadunidense llegó, sólo
estaban desocupadas las sillas asignadas a la delegación de Afganistán
BLANCHE PETRICH, ROSA E. VARGAS, ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Y GEORGINA SALDIERNA ENVIADOS
Monterrey, NL, 22 de marzo. Aunque la ONU diga
que logró un encuentro democrático, de compromiso y resultados
tangibles en esta cumbre de Monterrey, en realidad aquí sólo
quedó en evidencia el desequilibrio total del mundo. Con poderosos
y débiles. Con un momento estelar en la sesión matutina,
a cambio de varios días de interminables horas de aburrimiento y
modorra en la plenaria, George Bush que aparece, permanece menos de una
hora en la sesión, se roba el tiempo que quiere, "tira línea"
y se va.
Pero así había sido el teatro mundial a
lo largo de estos cinco días. De tragicomedia.
Porque sin sombra alguna que limitara su poder y aplastante
presencia, el jefe de la Casa Blanca impuso su reloj y su agenda. Y fue
todo como él lo había dispuesto.
Y pudo hablar durante 15 minutos sin que Vicente Fox ?en
su condición de presidente de la plenaria? lo interrumpiera, como
hizo el jueves con el venezolano Hugo Chávez , quien por decirle
"espérame, Vicente" y defender el derecho de expresión del
G-77 más China pagó el precio del odio de algún joven
reportero de provincia que se dedicó a asistir a todas las conferencias
de prensa para preguntar sobre "la falta de respeto" del venezolano.
Con el huésped de la Casa Blanca, las cosas marcharon
distinto. Y ahora sí la seguridad en Cintermex se reforzó.
Los perros detectores de explosivos olfatearon hasta el último rincón.
Hasta Irak estuvo presente
Todos los asientos de la plenaria estaban ocupados, excepto
la esquina que ocupaban las sillas asignadas a la delegación de
Afganistán, cuya población civil apenas sobrevive y sigue
enlutada por los muertos que dejó una invasión que, bajo
el escudo de buscar terroristas, hoy está diezmado su territorio
y su gente en la miseria. Vaya, hasta Irak, por donde pasa uno de los "ejes
del mal" en la guerra universal de Bush, estuvo en la sala con una delegación
encabezada por su ministro de Comercio.
Bush le dedicó su desayuno a Jacques Chirac, con
quien tenía que limar algunas diferencias, ya que precisamente después
de la gran fiebre de la coalición antiterrorista, Francia ahora
ha tomado la delantera en el gradual distanciamiento europeo de Estados
Unidos en su aventura de guerra universal contra el mal.
Y tras presentar "su" credo en el comercio como el verdadero
detonante del desarrollo, mucho más de aquello que se consiga por
la vía de la cooperación; de imponer reglas de cumplimiento
debido por los países pobres que reclamen tal asistencia y de bautizar
a sus exiguos 5 mil millones de dólares de aportación adicional
para el desarrollo, pomposamente como "la cuenta del desafío del
milenio", se marchó de Cintermex. Fue todo. Ya no volvió.
Después se fue a pasear por el museo Marco, preparado
desde hace una semana como una fortaleza inexpugnable, y pasó al
retiro o encerrona que por tres horas y media tuvo lugar en el Museo
de Historia Mexicana. Al concluir este encuentro en el que, todo lo confirma,
tuvo derecho a palomear la lista de invitados para desechar a los
indeseables (Cuba), se le programó otro retiro. "Tiempo privado",
decía su programa.
Y vino después toda la otra parte, la que tenía
que ver con Vicente Fox
Como en esta cumbre buena parte de la discusión
fue sobre la buena conducta, hubo más de un castigado por portarse
mal. No solo Brozo, por gritón. Ni el cubano Ricardo Alarcón,
jefe de la delegación de su país tras el retiro de Fidel
Castro, quien estuvo esperando la invitación, que no llegó,
para asistir a la cena del jueves. Ni las ONG, que sólo por no comulgar
con la nueva doctrina del canciller Jorge G. Castañeda de endeudarse,
se quedaron hoy sin acceso a los espacios de este enorme hormiguero donde
realmente se tomaron las decisiones.
A los fotógrafos que no trabajan en agencias informativas
no les fue distinto, y fueron castigados por los artífices de las
listas del pool propuestas por la cancillería y excluidos
casi siempre de la sala de plenarias.
Fueron los días del diálogo con las sillas
vacías. Del mandón del pueblo (aldea) y de un teatro (la
ONU) que ya hace agua por todas partes.
Anoche mismo, Monterrey volvió a su rutina y los
hoteles a sus precios normales, los cuales triplicaron durante esta semana.
Casi todas las delegaciones iniciaron el retiro.
Y sigue Johannesburgo, también este año.