MONTERREY 2002
Mensaje de países industrializados al finalizar la cumbre
Más ayuda a los pobres, sólo mediante reformas que protejan a inversionistas
ROBERTO GONZALEZ AMADOR ENVIADO
Monterrey, NL, 22 de marzo. La Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que hoy concluyó cinco días de trabajos, dejó el claro mensaje de que los países industrializados sólo aumentarán sus fondos de asistencia a las naciones más pobres a cambio de una nueva generación de reformas estructurales orientadas a la protección de los derechos de los inversionistas.
Estados Unidos, país que aporta cada año 10 mil millones de dólares en asistencia oficial al desarrollo -una cantidad que aumentará a 15 mil millones anuales en 2006-, defendió a lo largo de la conferencia su idea de que un incremento en las contribuciones debe estar vinculado a la realización de reformas en el aparato judicial de las naciones receptoras, así como a un mayor combate a la corrupción y al respeto de la propiedad intelectual y las patentes.
Es una posición que comparte la Unión Europea (UE), cuya aportación a la asistencia oficial al desarrollo alcanza unos 23 mil millones de dólares al año, aunque el bloque comunitario fijó un compromiso más claro por aumentar esa ayuda hasta alcanzar -en fecha no precisada- el equivalente a 0.7 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
Países en crisis -como Argentina- acudieron a este foro con la propuesta de realizar cambios en la conducción política de la mundialización. El presidente Eduardo Duhalde afirmó: ''Las dificultades para acceder a los mercados, las políticas proteccionistas, la corrupción, el terrorismo, la escasez de fondos destinados a la capacitación y la volatilidad de los capitales, son factores que impiden que el mundo en su conjunto disfrute de los beneficios prometidos por la globalización''.
Más allá de las formas diplomáticas guardadas en una reunión de este tipo, convocada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la interpretación de grupos independientes sobre la cumbre de Monterrey es que los países industrializados aprovecharon para imponer nuevas condiciones políticas para devolver parte de la riqueza que han obtenido del mundo en desarrollo.
El debate sobre la necesidad de que las naciones pobres realicen mayores reformas y los anuncios de un aumento sobre las contribuciones de los países ricos ''es en realidad una distracción para no abordar el principal problema que enfrenta el mundo en desarrollo: una estructura económica global que institucionaliza las desiguales relaciones de poder'', declaró Njoki Njoroge Njehu, director de la Red 50 Años es Suficiente.
''Nosotros escuchamos al presidente George W. Bush (de Estados Unidos) hablar acerca de que sólo habrá una mayor asistencia para los países con sólidas políticas económicas. Eso es sólo poner vino nuevo en viejas barricas. Esas sólidas políticas engloban programas de ajuste estructural que en los últimos 20 años han provocado el empobrecimiento de la gente, el constante crecimiento de la brecha entre ricos y pobres, la devastación del medio ambiente y la venta forzada de activos de las naciones pobres a inversionistas extranjeros'', señaló Njoroge, cuya coalición de 200 asociaciones civiles de Estados Unidos tiene representantes en 180 países. La Red 50 Años es Suficiente fue creada en 1994, en ocasión del medio siglo de fundación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Está dedicada a promover una transformación de las instituciones financieras internacionales.
El sentir de esta organización, que plantea que el verdadero debate sobre el desarrollo debe involucrar una nueva relación de poder entre pobres y ricos, fue un tema tratado aquí por grupos civiles y por representantes del mundo en desarrollo, aunque sin obtener ninguna concesión de las naciones donantes.