MONTERREY 2002
Acusa la radio isleña a Castañeda de
manipular la carta con que Fidel anunció su visita
Bush en persona vetó a Castro,
afirma el canciller de Cuba
Insólito, que luego de invitar a un jefe de Estado
se le pida que no asista, señala Pérez Roque
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 22 de marzo. Cuba afirmó esta
noche que el presidente de Estados Unidos, George Bush, fue quien personalmente
amenazó al gobierno de México con boicotear la cumbre de
Monterrey si se permitía la asistencia del jefe de Estado cubano,
Fidel Castro.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo desde
Monterrey por vía telefónica a la televisión de su
país que "Cuba sabía de las presiones que previamente a la
conferencia había estado haciendo sobre el gobierno me-xicano el
presidente Bush".
Pérez Roque habló durante la Mesa Redonda
Informativa, el cotidiano foro televisivo que suele fijar posiciones
oficiales, en el que se acusó al canciller mexicano, Jorge G. Castañeda,
de haber "manipulado" el sentido de la carta en la que Castro anunció
a su colega mexicano, Vicente Fox, su asistencia a la reunión.
"El presidente Bush amenazó con que no vendría
a la cumbre si en ella participaba el compañero Fidel", dijo Pérez
Roque. "Chantajeó a los organizadores de la cumbre... amenazó
con boicotear la cumbre.
"Hubo una solicitud expresa, hubo presiones expresas,
previas a la conferencia, y nosotros sa-bíamos de esas presiones.
Y sa-bíamos que los organizadores mexicanos estaban siendo presionados
fuertemente con la amenaza del presidente Bush", agregó.
Invitación y contrainvitación
Castro fue invitado a la cumbre por los organizadores
de Naciones Unidas en una carta del 21 de diciembre de 2001, y por el anfitrión
mexicano, Vicente Fox, en otra misiva del 28 de enero, según informó
hoy la televisión cubana, que leyó los textos completos.
Después de eso, dijo Pérez Roque, se pidió a Castro
que no fuera.
"Es una solicitud realmente sin precedente. No conozco
que se haya pedido a un jefe de Estado invitado, de un país miembro
de Naciones Unidas, que se prepara para participar, que no viniera", señaló
el canciller cubano.
"Y se lo pidió, como ya dijimos, una persona muy
autorizada en el gobierno de México para hacer una solicitud de
esa magnitud", añadió el funcionario.
Agregó que ante la "posición firme de Fidel
de defender el derecho de Cuba de estar soberanamente presente", México
pidió al mandatario cubano que sólo estuviera en la mañana
del jueves y se retirara después de la comida.
Pérez Roque, igual que hizo el líder parlamentario
cubano, Ri-cardo Alarcón, esta mañana ante periodistas en
Monterrey, explicó que la salida de Castro y su pública designación
del propio Alarcón como su representante era la reacción
cubana ante las peticiones mexicanas.
"Alarcón no quedaba aquí como cualquier
otro jefe de delegación. Alarcón quedaba como jefe de una
delegación que era la única a la que a su jefe de Estado
se le había pedido no participar en la conferencia", añadió
el canciller. "Y el país anfitrión te-nía la responsabilidad
total. Y podía haber tenido la cordura de permitir que el compañero
Alarcón participara."
"Hubo prohibición e incomprensión de permitir
que Alarcón, que quedaba al frente...participara en las actividades
de la conferencia, especialmente en el llamado retiro, que era una reunión
para los jefes de Estado y de gobierno", dijo Pérez Roque.
El funcionario aludió a declaraciones en las que
la vocera de la cancillería mexicana, Gloria Abella, ratifica la
posición de esa dependencia de negar que se hubiese ejercido cualquier
presión o sugerencia contra la presencia de Castro en la cumbre.
"Se sabe que tenemos una trayectoria de más de
cuatro décadas diciendo la verdad", replicó Pérez
Roque. "La mentira no forma parte de nuestra saga."
Abella también dijo que si Cuba tenía información
sobre el funcionario de Estados Unidos que supuestamente había presionado
al gobierno mexicano, que lo dijera. "El funcionario norteamericano que
presionó al gobierno de México para impedir la presencia
de Fidel aquí fue nada más y nada menos que el propio presidente
George Bush", dijo Pérez Roque. "Lo sabemos con toda claridad y
lo decimos."
Sin embargo, el canciller cubano prefirió abstenerse
todavía de identificar al alto personaje del gobierno mexicano que
transmitió a las autoridades de La Habana la petición de
que no viniera Castro, primero, y luego de que recortara su estancia en
la ciudad de Monterrey.
El conductor de la mesa redonda, Randy Alonso, dio a conocer
la carta que Castro envió el pasado martes 19 de marzo a Fox para
anunciarle su presencia en la cumbre.
"He vuelto a leer con atención su amable carta
del 28 de enero del presente año, en la que me invita a participar
en la conferencia", dice Castro en su misiva, y recuerda que el 21 de diciembre
anterior había recibido la invitación de parte del comité
preparatorio de la ONU.
"La enorme cantidad de trabajo que he tenido en las últimas
semanas no me permitía tener la seguridad de participar en dicha
conferencia", agrega el texto de Castro, "lo cual realmente me apenaba
mucho con México, sede de ese importante evento, y con las Naciones
Unidas.
"Es por ello que he tomado la decisión de realizar
un esfuerzo extra y participar en esa reunión, aunque sea por el
mínimo de tiempo posible, lo que tengo la satisfacción de
comunicarle en primer lugar a usted", escribió Castro Ruz a Vicente
Fox.
"Espero poder contribuir con espíritu constructivo
al éxito de esta conferencia, a la que México ha dedicado
grandes esfuerzos. Al desearle éxitos, estimado presidente Fox,
le reitero el testimonio de mi amistad y consideración personal",
agregó finalmente el mandatario.
Alonso expresó: "no cabe lugar a dudas de la manipulación
del canciller Castañeda, cuando ha-bía hablado" de que Castro
iría a Monterrey "por un tiempo mínimo". La disposición
de Castro, aseguró el conductor de la mesa redonda televisiva, "era
participar en los dos días de la cumbre, participar de todas las
actividades" del cónclave.
Después de la lectura de las tres cartas, Alonso
señaló que esos textos y las declaraciones de Alarcón
de este viernes "no dan lugar a dudas de que el señor Castañeda
ha tratado de negar la verdad y de ignorar el hecho de que se le pidió
a nuestro comandante en jefe que no participara de esta cumbre por las
presiones ejercidas por Estados Unidos sobre el país anfitrión".