José Cueli
Freud y Cernuda
La lectura de la poesía de Luis Cernuda sobre todo en los poemas posteriores a Donde habite el olvido, evocan en mí consonancias con el pensamiento freudiano en general y con algunos textos de manera especial.
En el poema Como la piel, cuando el poeta escribe: ... ''que en el fondo no hay fondo/ no hay nada, sino un grito, otro deseo", encuentro un sorprendente paralelismo con el escrito inaugural y fundante del sicoanálisis Proyecto de una sicología para neurólogos, escrito por Freud en 1895. Este texto fue publicado de manera póstuma y sobre él se han cernido y se ciernen malentendidos. Ha sido poco leído y lamentablemente, con frecuencia, poco comprendido. En él encontramos un esbozo de lo que será la obra freudiana posterior. Si bien el texto plantea en lenguaje metafórico-neurológico el funcionamiento del aparato síquico, quisiera colocar el acento en los planteamientos centrales que Freud enuncia. Apunta al desamparo originario y a las primeras huellas o inscripciones en ese aparato.
Señala que la primera huella o encuentro con el objeto de deseo se pierde de manera irreparable. Sin embargo, a pesar de que nunca la encontraremos, la búsqueda no cesa y es en realidad lo que dará movimiento a la energía circulante dentro del aparato síquico. Si bien a lo largo de la vida encontraremos objetos satisfactores, vínculos y amores, la marca de esa huella queda como oquedad, como nostalgia por lo perdido.
Cuando Cernuda rompe con la musicalidad y lo que busca es aproximarse al lenguaje interior, cuando en el ''corte", rompe con la repetición pareciera que al dejar inerme al consciente y posibilitar la emergencia del inconsciente lo que aparece es la falta. En esta suspensión abrupta de la cadena de significantes es donde existe la posibilidad de emergencia de ''algo nuevo", es decir de una traducción o transcripción en la escritura inconsciente.
El fenómeno descrito ante la lectura de estos poemas de Cernuda, es lo que se experimenta en algunas sesiones analíticas, en las que la repetición en el discurso o el encadenamiento de éste se ve interrumpido o ''cortado" por alguna intervención del analista y aparece el hueco dando la posibilidad de un reacomodo de representaciones inconscientes y por ende una traducción o transcripción en la escritura interna.
Cuando Cernuda titula Realidad y deseo a su poética, parece recordamos que la vida se juega justamente allí. Y precisamente el asunto del deseo, el yo y la realidad fueron temas analizados por Freud para escapar del positivismo, de la simplicidad y rigidez con que hasta entonces trataba de explicarse la naturaleza humana.
Cernuda, al escribir este fragmento de Scherzo para un elfo: ƑAcaso el amor pesa/ A tu cuerpo invisible,/ Y sus burlas oscuras/ Sobre el mundo recuerdan/ En ti, anhelo eterno,/ A nosotros efímeros?, parece acercarse a la concepción freudiana del yo. El yo como creación, como ficción; el yo con su carga enigmática, cambiante, efímera, pero sabedor de su fragilidad y finitud, a la vez fortaleza y debilidad, espejo de doble faz en el quesiempre se persigue ese deseo que en realidad es deseo de otro?
Asimismo, en Cernuda parece haber un desdoblamiento. Si bien sus reflexiones ensayísticas y a veces incluso en algunos de sus poemas habla de la realidad y el deseo como lo haría el ''yo" oficial, su poesía posterior deja translucir un cierto saber aparentemente no sabido de ese deseo que nunca se satisface porque el objeto está perdido.
Freud ''dialogó" con ''sus" poetas y escritores a lo largo de toda su vida y de hecho reconocía en ellos un don especial de decir lo interior de una manera en que sólo ellos (los poetas) podían hacerlo. Siempre recomendó que abreváramos en las fuentes de los grandes escritores. Y Luis Cernuda es uno de ellos.