Fue un albazo de la impulsora del proyecto, Enoé Uranga, afirman legisladores

Aprueban diputados locales el dictamen de la ley que permite uniones de personas del mismo sexo

RAUL LLANOS Y GABRIELA ROMERO

Diputados locales calificaron de albazo de las comisiones de Derechos Humanos y de Estudios Legislativos y Prácticas Parlamentarias de la Asamblea Legislativa la aprobación del dictamen de la iniciativa de Ley de Sociedades de Convivencia, que permite la unión entre personas del mismo sexo, e impugnaron el procedimiento que se siguió, pues nunca hubo quórum e incluso se contabilizaron votos de quienes no estuvieron presentes.

Dicho proyecto de ley fue presentado el año pasado por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Enoé Uranga, quien convocó el pasado miércoles a ambas comisiones para dictaminarlo y posteriormente llevarlo al pleno de la ALDF para su aprobación final. Previendo que, como ha ocurrido en otras ocasiones, no llegaran los 11 diputados necesarios para hacer quórum, la estrategia fue permitir que los legisladores sólo firmaran la lista de asistencia y se retiraran, tal como ocurrió en los casos de Armando Quintero, María de los Angeles Moreno y Carmen Pacheco, entre otros.

Pero realmente sólo estuvieron ocho: Gilberto Ensástiga, Bernardino Ramos y Carlos Ortiz, del PRD; Enoé Uranga y Jaime Guerrero, de Democracia Social; Miguel González Compeán, del PRI; Camilo Campos, del PVEM, y el diputado independiente José Luis Buendía Hegewisch, quienes dejaron pasar esa irregularidad -según afirmó Ernesto Herrera- y comenzaron la sesión.

Minutos antes, con el argumento de que ya no habría quórum, personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea sacó del salón a los reporteros.

El único punto del orden del día era la aprobación del dictamen de la iniciativa de Ley de Sociedades de Convivencia, el cual se puso a consideración de los diputados presentes. Dos de ellos, Gilberto Ensástiga y José Luis Buendía, votaron a favor en lo general, pero se reservaron para el pleno el artículo siete, referido a las autoridades que legalizarían la unión entre personas del mismo sexo. El resto lo hizo a favor.

Luego, Enoé Uranga anunció, según versiones de los legisladores presentes: "el diputado Walter Widmer dejó dicho que su voto era en contra". El procedimiento de aprobación de ese dictamen generó más tarde inconformidad entre diputados de ambas comisiones. Ernesto Herrera consideró que fue un albazo de Enoé Uranga "sacar de esta manera el documento; es reprobable legislativamente la manera en que se aprobó". A su vez, Lorena Ríos, vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos, dijo que cualquier acuerdo emanado de una reunión donde no hubo quórum "es totalmente irregular", por lo que pedirán una explicación a Uranga.

Carmen Pacheco reconoció que sólo firmó la lista de asistencia y el dictamen, pero aclaró que nunca estuvo en la instalación de la comisión ni en la votación, por lo que cualquier diputado puede impugnar el dictamen, al cual se han opuesto priístas como Arturo Barajas, también miembro de ese grupo de trabajo.

El perredista Gilberto Ensástiga, se limitó a lanzarle la pelota a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos: "que ella les platique cómo estuvo..."

Por su parte, el priísta Miguel González Compeán calificó de "una mamada" la oposición expresada por algunos diputados. "Hay quienes quieren crear la idea de que hubo una sesión fuera de lugar y eso es una mentira (...) incluso hay diputados de mi partido que están haciendo un irigote donde no hay nada".

Aseguró que sí hubo quórum, se discutió el tema y se aprobó con total apego al reglamento interno. Dijo que uno de los que estaban presentes era Marco Antonio Michel Díaz, vicecoordinador del PRI, pero éste a su vez aclaró: "No le puedo afirmar si hubo o no quórum, porque yo sólo bajé -de la Comisión de Gobierno- a firmar la asistencia y el dictamen".