Lo acusan de desviar recursos y violar la ley laboral
Denuncian empleados de Miguel Hidalgo al delegado Aus den Ruthen
BERTHA TERESA RAMIREZ
Trabajadores del área de comunicación social de la delegación Miguel Hidalgo entregaron un escrito en la Contraloría Interna de la demarcación, en el que denuncian el uso de esa oficina para fines personales y el desvío de recursos para apoyar a organismos empresariales, así como diversas violaciones a sus garantías laborales.
Señalaron que desde el inicio de su administración el jefe delegacional, Arne aus den Ruthen Haag, ha pretendido transformar el área de comunicación social en una oficina que opere como agencia de publicidad para la promoción de su imagen. Quizá por ello, dijeron, el director de comunicación social, Ricardo Carvajal Gómez, inició una restructuración, y comenzó poniendo a disposición del área de personal a la mayoría de los empleados que laboraban en esa oficina.
En el escrito, los trabajadores inconformes denuncian que han sufrido hostigamiento, fueron marginados de sus funciones y desplazados por personal eventual con sueldos "estratosféricos".
Asimismo denuncian el excesivo gasto en "publicidad ególatra del jefe delegacional" y el uso del área de comunicación social para fines políticos personales, ya que ahí se elaboran documentos para agrupaciones empresariales, como la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), con lo que los funcionarios han incurrido en el delito de desvío de recursos públicos.
Señalan que desde diciembre, el director de comunicación social "prácticamente nos ha congelado, con el argumento de que somos trabajadores de poca calidad, a pesar de que hemos desarrollado nuestras funciones desde hace mucho tiempo y jamás nos habían tratado de esta manera". Sostienen que las acciones de Carvajal Gómez violan el artículo 80 de las Condiciones Generales de Trabajo, y el 47 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
Consideran injustificable que por un lado se les haya retirado el tiempo extra y otras prestaciones y por otro la delegación contrate personal por honorarios, con sueldos excesivamente altos, y que se gasten los recursos "en publicidad ególatra del jefe delegacional".
Los excesos del director de comunicación social han llegado hasta la utilización de personal del área para atender asuntos familiares, denuncian los trabajadores. Mencionan el caso de Martín Hernández Capilla, a quien Carvajal Gómez "lo ha enviado a lavar su coche, a pesar de que esa no es su función, además de utilizarlo como chofer de su familia, incluso en actividades que ésta realiza fuera de la ciudad, como el hecho de haber llevado a sus hijos a las pirámides de Teotihuacán".
Agregan que si dicho empleado se niega, "automáticamente hay represalias", con lo que Carvajal incurre en abuso de autoridad. Agregan que, sin justificación, la semana pasada el director de comunicación social aplicó "una vez más el abuso de autoridad": les dirigió un oficio por medio del cual les informa que los cambiará de adscripción, supuestamente por reorganización".
Opta por la desobediencia
Por su parte, el jefe delegacional, Arne aus den Ruthen Haag, aseveró que no acatará las medidas de comunicación social establecidas por el jefe de Gobierno, por considerar que constituyen una mordaza para la libertad de expresión de los jefes delegacionales.
El funcionario promueve su propia imagen institucional, para lo cual mandó imprimir documentos en verde, y asentó que "por supuesto" éstos no encajan con los lineamientos de la nueva política de comunicación social del Gobierno del Distrito Federal; "frente a la imposición, Miguel Hidalgo opta por ejercer la libertad de la desobediencia", argumenta.
Es de mencionar que con una carta dirigida a este diario el viernes de la semana pasada el delegado justificó la inversión de más de un millón de pesos en la emisión de 20 mil ejemplares en papel cuché de su primer informe y programa general de gobierno -cantidad que representa más de 40 por ciento del presupuesto destinado al área de comunicación social, que asciende a 2 millones 500 mil pesos-, al señalar que todo el presupuesto que se le ha destinado a esa demarcación representa sólo uno por ciento de lo que gasta el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, en materia de comunicación social, "y es ínfimamente menor a lo que gastó la ex jefa de Gobierno en el año 2000".