Hay topografía abrupta y proclividad sísmica en el área donde está la nucleoeléctrica
Laguna Verde, en terreno inestable, alerta geóloga
CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO
La geóloga María Fernanda Campa advirtió a legisladores de la Comisión Investigadora de la planta de Laguna Verde que el área donde está ubicada la nucleoeléctrica registra movimientos de tierra, por lo que reiteró el peligro de esa construcción en un sitio tan inestable.
Entre las consideraciones técnicas que la especialista proporcionó a los diputados destaca el hecho de que la región en que está asentada la planta se caracteriza por tener una topografía abrupta, de elevadas montañas y profundos valles, ''surcados por fallas y fracturas geológicas; además, esta geografía está formada por depósitos volcánicos de la sierra conocida como eje neovolcánico transversal".
A lo anterior, explicó la doctora en geología, se suma el hecho de que la región es sísmicamente activa, tanto con microtemblores cotidianos como con sismos de mayor intensidad, como el que precedió la visita de los legisladores el 31 de enero de 2002. Como dato adicional, destacó que al suroccidente de la central está la planta de energía geotérmica Los Humeros, lo que indica la presencia de actividad volcánica en la zona. ''Estas condiciones volcánicas y sísmicas determinan que la región es tectónicamente activa, hecho que incrementa la peligrosidad de la central nuclear".
María Fernanda Campa advirtió que los escasos estudios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre este tema han pasado por tres etapas: en los sesenta se carecía de una red de monitoreo sísmico en la región, pese a lo cual se decidió instalar ahí la planta; a principios de los noventa, la CFE firmó un convenio con el Instituto de Ingeniería de la UNAM para montar una red de monitoreo e iniciar, a posteriori, el estudio de la actividad sísmica de la región. En años recientes, la CFE ha tenido el control de los sismogramas que registran la actividad de la región. ''De esta manera ha controlado la información sobre la situación de la zona'', aseguró.
La doctora agregó que la caracterización de una zona, que es fundamental cuando se busca evaluar el riesgo e impacto de una central nuclear, está omitida en diversas auditorías. ''De entrada, la agencia pronuclear TUV señala en el resumen ejecutivo de su auditoría que ésta es 'restringida', lo cual significa que es insuficiente para calificar el grado de riesgo de la central'', afirmó.
Esa agencia, agrega, señala: ''tomando en cuenta el periodo acordado en el contrato entre Laguna Verde y TUV, la revisión del Sistema de Aseguramiento de Calidad (SAC) de Laguna Verde no se planeó como una auditoría ordinaria de alcance completo... se enfoca sobre aspectos especiales del sistema de aseguramiento de calidad de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde''.
En el capítulo de riesgos de accidentes y metodología, la auditoría TUV dice: ''los porcentajes de falla utilizados en este estudio son, en su mayoría, genéricos (es decir, no específicos de la planta de Laguna Verde), tomados de bases de datos internacionales aceptados.
''Las probabilidades de falla se calculan con base en estos porcentajes genéricos. Un enfoque común es que las nuevas plantas nucleoléctricas utilicen datos generales si es que no hay datos específicos.
''El párrafo anterior implica que en la práctica la CFE hasta el momento no ha hecho estudios ni investigaciones de riesgo en los 12 años que la planta lleva funcionando. El único estudio al que alude fue elaborado en 1998 y hasta hace poco fue hecho público. Sin embargo, también se trata de un estudio probabilístico y no específico, por lo que la evaluación sigue siendo preliminar en todos los aspectos abarcados y en sus consecuencias'', abundó Campa.
La especialista también alertó a los legisladores respecto del debilitamiento de la estructura.