Todavía no entendemos cómo promover
el mercado latino en ese país, advierte
El cine hecho por hispanos casi no representa
nada en EU, considera Edward James Olmos
Los directores latinoamericanos no necesitan ir a Hollywood
a trabajar, expresa
El actor y realizador participa en la Muestra de Cine
Mexicano de Guadalajara
ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA
Guadalajara, Jal., 13 de marzo. En Estados Unidos
14 por ciento de la población tiene herencia latina ''pero no representamos
casi nada en el cine", afirma el actor de origen mexicano Edward James
Olmos, fundador del Festival de Cine Latino de Los Angeles, uno de los
más importantes sobre el tema que se realiza en el vecino país.
El también productor y realizador sostiene que
''aún no hemos logrado entender cómo promover el mercado
latino que existe en Estados Unidos. Debemos tener la energía y
los recursos para producir seis o siete películas sobre temas latinoamericanos"
que, aunque se dirijan a ese sector de la población, sean historias
universales como La Bamba, American me o Selena que
tuvieron mucho éxito y fueron bien recibidas por la crítica.
Lo
esencial, agrega, es comprender cómo sostener el mercado y darle
a éste lo que merece y necesita que es la obra de arte de las culturas
latinoamericanas.
Presencia hispana, una constante
Para Edward James Olmos la presencia de actores hispanos
no es nueva, pues más bien es una constante en la historia del cine,
aunque ahora se habla más de eso por el trabajo de Benicio del Toro,
Javier Bardem, Antonio Banderas, Salma Hayek, Andy García o Penélope
Cruz, y ''hay que tratar de sostener el cine utilizando a los que están
en lugares altos. Que sigan haciendo películas para abrir la puerta
a los jóvenes que tienen ganas de entrar con productos relacionados
con nuestras culturas. Hay que desarrollar nuevos artistas, directores
y productores" no sólo en el ámbito comercial sino también
dentro del cine independiente que, pese a tratar más que el primero
los temas latinos, tiene problemas.
Uno de estos problemas es que la calidad de las producciones
disminuye y ''más y más personas trabajan sin educación.
Dicen: 'yo puedo hacer eso' y lo hacen, pero la calidad no es la mejor",
sin embargo confió que esto cambie porque ''es un buen momento para
el cine latino, que en los últimos años ha crecido mucho.
Ya tenemos un cine mundial, podemos llevar cualquier cinta de Japón
o latinoamericana y va a gustar. Además, ya todos hablan de cinematografías
locales" y todo pese a que el monopolio fílmico estadunidense ''no
deja entrar las buenas cintas y con eso ahí se acaba la cosa".
Subraya que los directores latinoamericanos no necesitan
irse a Hollywood a trabajar, porque sus cintas ''pueden tener presencia
en cualquier parte del mundo. Cuando se tiene talento es posible cruzar
fronteras e idiomas, y sostenerse en cualquier parte", como sucedió
con Amores perros, de Alejandro González Iñárritu,
y podría pasar con Ciudades oscuras, de Fernando Sariñana,
que se presenta en la sección oficial de la Muestra de Cine Mexicano
de Guadalajara que, estimó, ''va a pegar fuerte aquí, en
Japón y en muchos lugares".
Como parte de su activismo, Olmos encabeza el Festival
de Cine Latino de Los Angeles que este año llega a su versión
sexta, y protagoniza la serie de televisión My family, al
lado de Raquel Welch, que narra la historia de la familia González
y se trasmite por la televisión pública estadunidense. En
abril del año pasado, el protagonista de Stand and deliver,
The judge y American me fue detenido por participar en una
protesta en la isla de Vieques, Puerto Rico, para demandar la salida de
los marines. Olmos ingresó en la zona restringida utilizada
por los uniformados estadunidenses como campo de entrenamiento bélico.
Abrir la puerta al cine de Iberoamérica
Respecto del festival, el embajador de buena voluntad
del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez (Unicef) expresa
que ''es un reto muy fuerte, porque estamos en un lugar determinante, Hollywood",
palabra que refiere de inmediato a las estrellas del cine estadunidense,
pero con el festival ''tenemos los oídos y los ojos puestos en esa
industria y no tienen que ir en un avión a Toronto, París
o Sundance. Pueden estar y oír en las noticias locales que 30 mil
personas fueron a ver filmes en español con subtítulos en
inglés y se divirtieron".
El Festival de Cine Latino de Los Angeles está
creciendo y el objetivo es ''atraer la atención y abrir la puerta,
en grande, a toda la industria de Iberoamérica". Este año
se exhibirán 40 nuevos largometrajes, además de 120 entre
documentales, retrospectivas y cortometrajes.
Olmos vino a Guadalajara para ver cuáles películas
podrían incluirse en ese festival, pero ''lo más importante
que he visto es el cambio del cine latinoamericano con películas
como Taxi para tres", del director chileno Orlando Lubbert, cuyo
costo no superó 200 mil dólares. La cinta fue galardonada
en el reciente festival de San Sebastián y compite en la muestra
tapatía.
En los próximos meses el actor estará en
México para grabar tres episodios de My family y prepara
nuevo proyecto fílmico en el que será director y guionista.