La presencia de opositores a la globalización despierta temor en las autoridades

Barcelona, en virtual estado de sitio cinco días antes de la cumbre de jefes de Estado de la UE

El presidente José María Aznar califica de "moda" las protestas contra la globalización

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de marzo. A cinco días de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE), su sede, Barcelona, se encuentra en virtual estado de sitio ante los resquemores que despierta en las autoridades comunitarias la presencia de los movimientos antiglobalización.

Como sucedió en Génova, Niza o Seattle, en Barcelona habrá dos encuentros: el oficial, en el que se definirá la estrategia económica y financiera de la región para los próximos años, y el de las organizaciones sociales, sindicales y políticas que que defienden otros criterios de globalización, con énfasis en políticas sociales.

Barcelona es ya un fortín en teoría inexpugnable, sobre todo el Palacio de Congresos, donde los próximos 15 y 16 de marzo se reunirán los máximos dirigentes de la UE. El lugar se encuentra desde la semana pasada protegido por una valla de dos metros de altura, además de que los accesos y servicios de transporte público en la zona serán estrictamente controlados por algunos de los más de 8 mil 500 policías que garantizarán la seguridad del encuentro.

La capital catalana acogerá por primera vez un Consejo Europeo desde que las protestas contra la globalización neoliberal adquirieran relevancia internacional con la movilización de Seattle, si bien las autoridades europeas tienen más en mente los acontecimientos del año pasado en Génova, donde la policía italiana reprimió fuertemente las protestas sociales, hasta el punto de asesinar a un joven.

Por esto y por la beligerancia contra los antiglobalizadores que ha mostrado el Ejecutivo español y presidente de turno de la UE, el derechista José María Aznar, no se han escatimado recursos para garantizar la "seguridad del debate".

La Cumbre de Barcelona, a la que también acudirán representantes de los 11 países aspirantes a integrarse a la UE, será también la primera oportunidad de Aznar de impulsar las reformas estructurales que defiende en coalición con el primer ministro italiano, el también derechista Silvio Berlusconi, y el premier británico, Tony Blair, frente a la parcial oposición de los gobiernos socialdemócratas de Francia y Alemania, motores económicos de Europa.

Los puntos de desencuentro son varios, pero destacan al menos cuatro: la apertura del mercado energético y de transporte; la flexibilización del mercado de trabajo (el abaratamiento del despido o la disminución de las llamadas prestaciones al desempleo); el impulso a la política de privatizaciones y la creación de un mercado financiero europeo.

Para el eje franco-alemán, estas reformas son "neoliberales" o "subthatcheristas", mientras para Aznar-Berlusconi-Blair son modificaciones necesarias para convertir Europa en una región capaz de competir en liderazgo con Estados Unidos o, por lo menos, lograr un crecimiento económico similar.

Otro objetivo que según Aznar es posible, pero "sólo" si se aprueban las reformas, es el de "alcanzar el pleno empleo" para 2010, es decir, crear en ocho años unos 40 millones de puestos de trabajo.

La cumbre también abordará el sensible tema de la educación, con la intención de sentar las bases de las que serán las políticas conjuntas y los mecanismos de financiación de la educación pública.

Desde Bruselas, destacan analistas, se ve con cierto escepticismo que sea precisamente el gobierno español el que proponga con tal vehemencia las reformas estructurales, ya que España se encuentra a la cola respecto a los demás miembros de la UE: la electricidad y el gas son controlados únicamente por dos compañías; los índices de desempleo son los más altos de la región (13 por ciento frente a 9 por ciento que tiene como media la UE); el presupuesto para educación es de apenas 4.3 por ciento del producto interno bruto, frente a 5.3 por ciento del resto, y el apoyo a la investigación y el desarrollo, que es de 1.5 por ciento como media en la UE, alcanza aquí apenas 0.5. por ciento.

Estado de sitio

Por su lado, Aznar, en su calidad de presidente en turno de la UE, calificó de "moda" las protestas contra la globalización, ya que a su juicio estos manifestantes se oponen "con unas ideas proteccionistas, reaccionarias, de falta de libertad que a quienes más perjudican al final es a quienes necesitan más libertad".

Su gobierno ha desplegado en Barcelona el mayor aparato de seguridad desde las Olimpiadas de 1992. Ante la presencia del movimiento antiglobalización, que sólo en Barcelona reunirá a unas 500 organizaciones, y ante eventuales atentados de la organización separatista vasca ETA, se ha movilizado a 8 mil 500 agentes de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos de Escuadra, que se han encargado de revisar la ciudad, incluyendo las coladeras de las calles por las que pasarán los mandatarios.

Se han adoptado otras medidas, como el cierre de fronteras para los jóvenes con "antecedentes penales" y la alerta máxima en al menos cinco hospitales de la ciudad; además los jueces de Barcelona estarán preparados para juzgar a decenas de personas por procedimientos de urgencia en caso de disturbios.

A pesar de todo este despliegue, las organizaciones sociales, sindicales y políticas celebrarán sus encuentros y mesas de debate en distintos foros, con la pretensión de advertir a los mandatarios europeos que su idea de Europa es diferente, según ellos más justa. Dentro del mosaico de las 500 organizaciones que participarán en este foro alternativo, se distinguen tres grandes bloques: el primero está agrupado en un comité permanente en el que participan partidos políticos, sindicatos y organizaciones no gubernamentales, que pretende servir de puente entre la sociedad y los líderes políticos y económicos.

El segundo bloque es el formado por asociaciones que impulsan una "campaña contra la Europa del capital y de la guerra" y que rechazan tajantemente las políticas adoptadas hasta ahora por los líderes europeos. Por ultimo, el tercer bloque es el de un reducido grupo de partidos políticos de carácter independentistas, entre los que se encuentran la coalición separatista vasca Batasuna, considerada brazo político del grupo armado ETA, así como grupos minoritarios catalanes.