La organización, escéptica sobre resultados del encuentro

Zedillo está detrás de la cumbre de Monterrey, afirma El Barzón

Llama a suspender el pago de la deuda externa en AL

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 11 de marzo. Con un llamado a ''barzonizar'' a los pueblos y gobiernos de América Latina para suspender el pago de la deuda externa y obligar a las superpotencias y a la banca internacional a una renegociación ''forzosa y selectiva'' del endeudamiento, se inició hoy el Foro financiamiento: deuda o desarrollo, que congregó a unos 800 delegados de asociaciones de deudores de México, Argentina, Venezuela, El Salvador, Bolivia y Ecuador, entre otros países.

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de El Barzón, puntualizó que ''resulta inadmisible que desde 1992 hasta diciembre de 2001, los gobiernos de América Latina hayan pagado por servicio de endeudamiento externo un billón 220 mil 500 millones de dólares, y que en la actualidad sigamos debiendo 817 mil millones de dólares''. Por ello, dijo, ''barzonizar es el reclamo continental, porque eso significa enfrentar y detener la voracidad de los acreedores y prestamistas de nuestros gobiernos y de nosotros como ciudadanos; porque ello representa la defensa y la salvación del patrimonio nacional, del familiar y también del productivo'', señaló.

Agregó que barzonizar ''constituye la única alternativa que tenemos los países latinoamericanos para liberar y disponer recursos que permitan el financiamiento de nuestro desarrollo y la disminución real de la pobreza extrema en que vivimos''.

Por eso, dijo, el próximo reto para El Barzón, después de haber resuelto más de 99 mil 730 casos en condiciones favorables, es empezar a desarrollar la nueva etapa de su lucha, que es la reactivación del financiamiento para el desarrollo, echar a andar de nuevo las unidades productivas y que las familias empiecen a mejorar su nivel de vida.

Escéptico sobre los resultados de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, que organiza la ONU, Ramírez Cuéllar señaló que el documento que saldrá de la denominada cumbre de Monterrey fue elaborado, entre otros, por Ernesto Zedillo, ''uno de los presidentes más corruptos que ha tenido nuestro país, alto directivo del Banco Mundial y que dejó una carga financiera de poco más de cien mil millones de dólares, con lo que la deuda pública de México ascendió a 210 mil millones, hipotecando el presupuesto público para garantizar la transferencia de recursos hacia el exterior''.

Los que ahora nos reunimos, señaló Ramírez Cuéllar, somos las víctimas directas de la bancarrota y del saqueo de los bancos en nuestros respectivos países. Los beneficiarios en México, Argentina, Venezuela, El Salvador, Brasil o Colombia siguen siendo esa minoría adinerada que en alianza con la clase política dirigente han hecho de la corrupción la base del ejercicio de gobierno.

Asimismo, expuso que desde la liberalización y desregulación de los sistemas bancarios, en la década de los 80, han surgido más de 130 crisis bancarias en distintos países, debido a que se crearon sistemas de banca muy alejados, casi al margen del crecimiento y de la inversión productiva, pues en muchos casos los bancos se sostienen del rentismo ''y gracias a la enorme transferencia de recursos fiscales y del sacrificio presupuestal, producto de los errores en las estrategias de rescate bancario''.

Ramírez refirió que, antes de la crisis de 1994, el gobierno mexicano vendió los bancos que había nacionalizado en 1982 en apenas 12 mil millones de dólares, pero luego de la quiebra de 95, el mismo gobierno procedió a su rescate y erogó, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), entre 102 mil y 117 mil millones de dólares. ''Pero aún a principios de 2002 siguen quebrando bancos y siguen siendo rescatados con dinero público, con el agravante que ahora más de 80 por ciento de los activos bancarios se han trasladado a propiedad extranjera.''

Asimismo, dijo: ''Seguimos teniendo una banca sumida en el parasitismo absoluto, que ha dejado prácticamente olvidada su labor de intermediación, y que básicamente se sostiene con utilidades por el excesivo cobro de comisiones''.

Por su parte, Armando Zavala Sáenz, dirigente de la Asociación Permanente de Usuarios de Servicios Financieros de Argentina, justificó también una moratoria al pago de la deuda externa, que calificó de ilegal, porque en muchos casos se contrató a espaldas de los pueblos y se ha pagado varias veces lo que se prestó, a costa del hambre y la miseria de millones.