El PP-P no está estancado, dice el coordinador de apoyo del organismo

Fortaleza, 9 de marzo Brasil. El Plan Puebla-Panamá (PP-P) no se encuentra estancado. Tampoco desembocará en el exterminio de los indígenas, afirmó hoy el coordinador de la unidad de apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Marcelo Antinori.

La posición fue respaldada por Florencio Salazar, coordinador general del PP-P del gobierno de México. Dijo que el gobierno de su país asignó en el presupuesto para este año 8 mil millones de pesos. Adicionalmente, el fondo que organizó el BID con el respaldo de más de 50 agencias y bancos, cuenta con 4 mil millones de dólares, que están a disposición de los gobiernos participantes.

Se ha avanzado de manera significativa y el primer logro del PP-P es la integración de la red energética en la zona. No hay obstáculos y se tienen recursos que le dan viabilidad, señalaron los dos funcionarios en un receso del seminario en que se analizó la integración de México con los países centroamericanos.

Antinori manifestó, sin embargo, que no habrá resultados espectaculares. Las acciones del PP-P serán limitadas, porque la inversión con que se financia proviene de recursos fiscales que son pocos o con préstamos que no son fáciles de conseguir. Las donaciones son limitadas. Lo que sí se puede decir, agregó, es que el plan es realista desde el punto de vista fiscal, pero no se propone objetivos que no puedan ser alcanzados. Por lo pronto, se avanzará en la integración eléctrica de la zona.

Los dos calificaron de absurda la afirmación en el sentido de que el plan está encaminado a exterminar a las etnias del sur de México, principalmente. Yo no puedo impedir que alguien, inclusive con prestigio, lo diga, pero sí puedo aclarar que no es verdad, subrayó Antinori. Es una versión infundada, planteó Salazar, y apuntó que lo que se pretende es acabar con la pobreza y la miseria de los indígenas en una región que se caracteriza por un alto grado de marginación.

El objetivo, explicó Salazar, es beneficiar a la población de nueve estados desde Puebla hasta Quintana Roo. Se calcula que son alrededor de 25 millones de personas, en una acción conjunta que frene la destrucción de los recursos naturales

ANTONIO CASTELLANOS, ENVIADO