Jenaro Villamil
Geopolítica CNN: Salinas, Chávez, Menem
::Yo no estoy interesado en la siguiente elección sino en la siguiente generación'', citó triunfal Carlos Salinas de Gortari en la reciente entrevista exclusiva que concedió el 6 de marzo a CNN en español. Como estas frases, muchas otras se hilvanan en la conversación que sostuvo sin cuestionamientos difíciles, sin contrastar sus dichos con los hechos, sin preguntas ni hermanos incómodos y mucho menos sin indagar sobre la más reciente investigación de las autoridades suizas sobre presunto lavado de dinero en contra de Raúl Salinas de Gortari.
De pronto, el ''villano favorito'', como se autocalifica en plan de marketing, se convirtió en el ex presidente querido por sus paisanos: ''Me siento en México como en mi casa'', tituló la agencia televisiva su entrevista. Salinas hasta se dio el lujo de brindarle un espaldarazo a la nueva dirigencia priísta encabezada por Roberto Madrazo, el mismo político que en 1999 utilizó la figura del ex presidente para descalificar a Francisco Labastida. Ahora, Madrazo utiliza no sólo el mismo lenguaje telegénico que Salinas sino hasta los ademanes y entonaciones de voz: los dos acusan a una fantasmal nomenklatura en el otrora partido en el poder, los dos subrayan la necesidad de ''responder a las bases'' priístas, los dos se ostentan como parte de una nueva generación de reformistas del tricolor. ƑSerá un ejercicio de clonación mediática?
Más allá de especulaciones, lo que llama la atención es que, una vez reorientadas sus prioridades informativas y estratégicas en América Latina tras los atentados del 11 de septiembre, CNN en español no sólo se convierte en un medio que pretende americanizar la visión informativa del continente, sino en una empresa con influencia y capacidad para realizar sus propios fines imagológicos y geopolíticos.
La entrevista con Salinas, amplia, favorable, sólo se compara con algunas semblanzas que la misma agencia le hizo al ex presidente argentino Carlos Menem. La misma emisión en español de CNN transmitió declaraciones del mandatario argentino cuando se ordenó su arresto domiciliario. En ellas, citaba a Simón Bolívar: estoy ''en cadenas, pero en mi patria''. CNN se encargó de recordar que Menem no sólo era un mandatario que ''abrió el libre mercado'' de su país, sino que se casó con una ex comentarista de la empresa de Ted Turner, Cecilia Bolocco, quien además de haber sido Miss Universo y de creer que ''el amor no tiene edad'', también fue una ''exitosa corresponsal'' del telediario latino de CNN.
Por supuesto que estas frivolidades que llaman tanto la atención en el ex mandatario que ha sido responsabilizado por el crack argentino del año pasado -curiosamente, un diciembre fatídico como el que vivieron los mexicanos después de que culminara su mandato Carlos Salinas-, no las tolera CNN para su nuevo villano mediático: el presidente venezolano Hugo Chávez.
Cuarenta minutos continuos destinó la agencia televisiva a finales de enero pasado para darle voz y razón a las marchas opositoras al mandatario, a los militares que se han sublevado, y en ningún momento CNN transmitió una opinión convincente, oportuna, en defensa de Chávez, y mucho menos de darle un espacio similar a las muestras de apoyo a quien es acusado de ''payaso'', ''dictatorial'' y ''frívolo''.
Una broma entre sectores críticos venezolanos califica a los militares rebeldes como ''golpistas CNN'', ya que todos han tenido espacio preferencial en la agencia. El caso ejemplar fue el oficial Soto, quien declaró ante la cadena televisiva que se rebeló contra el totalitarismo de Chávez, pero al mismo tiempo agregó que se entregaría, que no temía en absoluto por su vida. En ningún momento el entrevistador le subrayó sus contradicciones. El caso más reciente fue el del contralmirante Carlos Molina Tamayo, el tercero de los cinco militares que desde el 7 de febrero se rebelaron en Venezuela. CNN nunca los ha mencionado como ''golpistas'' sino como ''rebeldes''.
El interés de CNN en Venezuela y en la crisis política de Chávez no es casual. Surge justo cuando la oposición empresarial lanza una huelga nacional en diciembre del año pasado y la televisora privada de este país, Venevisión, uno de los clientes preferenciales de CNN, encabeza junto con el periódico El Nacional una amplia campaña de condena y críticas al mandatario, apoyada también por la cadena de periódicos que agrupa la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Lo sintomático es que, junto con esta cobertura sesgada que acapara más de 20 por ciento de los cortes informativos de la cadena en América Latina en los últimos días, se trasluce un guión geopolítico: disminuir la información sobre el impacto de la crisis en Argentina, orientar el interés en la situación de ''ingobernabilidad'' en Colombia y, por lo visto con Carlos Salinas y Carlos Menem, demostrar que los ''presidentes amigos'' pueden encontrar un espacio periodístico favorable para lanzar mensajes a sus respectivos países y no alterar el guión prestablecido para América Latina.
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