Se instalará en Sinaloa una oficina de la fiscalía especial sobre desaparecidos
Acepta Carrillo Prieto el escepticismo ante su labor
JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL
Culiacan, Sin., 7 de marzo. Entre las madres y familiares de las víctimas de la guerra sucia ocurrida durante las décadas de los sesenta y los setenta prevalecen el escepticismo y la desconfianza por la inacción del Estado mexicano, reconoció Ignacio Carrillo Prieto, fiscal especial para desaparecidos políticos.
Anunció que en los próximos 20 días se instalará en Culiacán una oficina de este organismo para recibir testimonios, realizar indagaciones e integrar averiguaciones previas, a pesar de que "sé que hay esa desconfianza, pero quiero decir que es decreciente".
Lo único que puede ofrecer la posibilidad de eliminar esa desconfianza, insistió, es trabajar apegados a lo que marca la ley y ofrecer resultados concretos con base en las investigaciones que se realicen.
El fiscal hizo esta declaración luego de que se publicaran en medios de información nacional declaraciones del Comité de Madres con Hijos Desaparecidos de Sinaloa en el sentido de que desconfían de estas investigaciones.
Martha Camacho Loaiza, integrante de la coordinación de ese comité, señaló que no creen en la fiscalía especial porque no es la primera vez que las autoridades gubernamentales les ofrecen actuar en estos casos.
Dijo que desde los primeros contactos entre el Ministerio Público Federal adscrito a esta fiscalía y los familiares de las víctimas de la guerra sucia se encontró un ambiente de resistencia y escepticismo "comprensible".
"Hay oportunidad de comenzar a resolver las cosas por la vía de la ley, lo que las señoras admiten, aunque desde luego lo único que puede disipar de manera total esta desconfianza son los hechos".
El primero de éstos, aseguró, es instalar en Culiacán una oficina de la fiscalía en un plazo máximo de 20 días, para atender de manera cotidiana las indagatorias y recibir toda clase de testimonios para construir averiguaciones previas.
Carrillo Prieto se comprometió a entregar resultados, para lo cual requiere de un trabajo ministerial riguroso y la participación nutrida de los sectores sociales involucrados.
