El proceso, marcado por la tensa relación de Vicente Fox y su partido
La elección del PAN se decidirá en una sola vuelta, acuerdan Bravo y Medina
El candidato que obtenga menos votos abandonará la contienda para evitar fracturas y trabajar por la unidad
GEORGINA SALDIERNA Y ALONSO URRUTIA
En vísperas de la elección del próximo presidente del PAN, los dos candidatos al cargo: Luis Felipe Bravo Mena y Carlos Medina Plascencia, se reunieron ayer por la mañana y llegaron al acuerdo de evitar fracturas y trabajar por la unidad del partido. En este contexto, decidieron que quien tenga el menor número de votos en la primera votación declinará de inmediato a seguir participando en la contienda.
Con esta decisión se evitará que el Consejo Nacional se desgaste con una segunda o tercera vueltas de votación, explicó Medina Plascencia. Destacó que si alguno de los candidatos tiene unos puntos de ventaja, el consejo estará dando una señal clara de quién quiere que sea el próximo presidente del PAN. Por esta razón sólo habrá una ronda de votación, puntualizó.
Encuentros y amarres
En un día de amarres y encuentros de última hora, los dos candidatos se entrevistaron por la tarde con Santiago Creel Miranda en el University Club. El secretario de Gobernación se reunió primero con Medina Plascencia y más tarde dialogó con Bravo Mena.
En un comunicado, Gobernación informó que en ambos casos se habló sobre la agenda nacional. Creel Miranda les insistió sobre la importancia de que el sistema de partidos políticos en México se fortalezca, pues es requisito indispensable para el mejor avance del proceso de transición democrática y para la gobernabilidad en el país.
Trascendió, sin embargo, que el secretario de Gobernación les habría manifestado su preocupación porque el blanquiazul quede dividido o desgarrado a causa de la elección -en un panorama similar al que se presentó en el PRI-, razón por la cual insistió en que se mantenga la unidad del partido.
En tanto, el actual presidente del partido, Luis Felipe Bravo Mena, declaró que al inicio de las campañas se reunió con Medina Plascencia y en ese encuentro se comprometieron a guardar la institucionalidad partidista, a conservar la amistad y a realizar un esfuerzo por el bien del PAN.
Ahora, en la reunión que sostuvieron la mañana de ayer en un hotel de Polanco, ambos ratificaron ese compromiso y acordaron culminar la contienda en un ambiente de cordialidad, respeto y unidad.
Bravo Mena refirió que no se limaron asperezas porque durante las campañas no hubo enfrentamientos. Como en toda competencia, agregó, hubo críticas que "entiendo como constructivas y valiosas" pues "ayudan a mejorar las cosas en el partido".
La reunión de este jueves empezó a las 8:30 de la mañana y duró más de una hora. Además de los candidatos asistieron Juan Diego Jasso y Manuel Espino, coordinadores de campaña de Medina Plascencia y Bravo Mena, respectivamente.
Más tarde, el diputado federal Manuel Espino comentó que no fue necesario que los candidatos signaran un acuerdo de civilidad porque en el PAN no se dan situaciones de fraude como en otros partidos.
Insistió en que su candidato ganará la elección del Consejo Nacional este sábado. Hay una tendencia irreversible a nuestro favor. "La campaña nos dio una gran consistencia y la forma en que ellos realizaron su trabajo nos ha dado ventaja", dijo en alusión a las críticas que Medina lanzó contra Bravo Mena y la llamada "campaña de medios".
Espino consideró que el equipo de Medina no supo entender el momento ni el universo de reflexión donde se da la contienda, y aseguró que Bravo Mena ganará en la primera vuelta, dado que la intención del voto a su favor es mayoritaria. La única forma de que nos vayamos a una segunda votación es que algunos consejeros no acudan a la sesión, acotó.
En relación con la apertura del Consejo Nacional a la prensa, manifestó que los equipos de campaña dialogaron recientemente y se habló de la posibilidad de permitir el acceso de los medios de comunicación, pues "daríamos buen testimonio de cómo se hace un proceso democrático", pero eso lo decidirán los consejeros cuando empiece la reunión del sábado.
En tanto, Juan Diego Jasso aseguró que Medina Plascencia lleva la delantera en la intención del voto y que ganará en la primera vuelta, pues a pesar de que los dirigentes de los principales grupos y corrientes que están con Bravo Mena trataron de operar para que todos sus seguidores votaran por éste, eso no se logró. La lógica del voto unánime de los grupos se rompió.
Dijo que consejeros identificados con Felipe Calderón o Diego Fernández de Cevallos -a quienes se vincula con la candidatura de Bravo Mena- han manifestado públicamente que votarán por Medina, y aseguró que también se rompió la lógica del voto completo por estados. Según las previsiones de cómo votarán los consejeros, no puede decirse que un estado vaya a votar en su totalidad por uno de los dos candidatos.
El dilema: seguir la línea actual u optar por el cambio
JUAN MANUEL VENEGAS
El presidente Vicente Fox Quesada acusa entre sus allegados: el problema es que dentro del PAN no se tienen confianza y algunos (dirigentes) tienen temor de que, en 2003, el PRI gane las elecciones. En Acción Nacional el presidente Luis Felipe Bravo Mena ha alertado sobre la situación del país: "Muchas certezas se han perdido y las ilusiones se han tornado en preocupaciones".
Así ha estado marcada la relación del mandatario con su partido: entre la distancia y una sociedad que, en ocasiones, parece forzada. Sin convencimiento de uno ni de otros.
Y en el colofón de esta insana relación de aparente cercanía, mañana los panistas decidirán si continúan en la línea bravomenista u optan por Carlos Medina Plascencia, no precisamente de los adeptos foxistas, pero sí más próximo a la tendencia que domina en Los Pinos. Un pero, sin embargo, le podrían poner los consejeros -celosos guardianes del orden y la disciplina partidistas- al ex gobernador interino de Guanajuato: en sus intentos por dirigir el partido no están ausentes sus aspiraciones de postular su precandidatura presidencial en 2005.
Entre Fox y quienes gobiernan en la cúpula panista (Diego Fernández de Cevallos, Bravo Mena, Felipe Calderón Hinojosa) el entendimiento no los ha caracterizado, ni ahora ni antes. Nunca fueron equipo. Y esto quedó demostrado desde que el Presidente integró su equipo de trabajo y surgieron las primeras escaramuzas: la aprobación del presupuesto de 2001, que Fox negoció directamente con PRI y PRD.
Pero el verdadero encontronazo se dio a principios de 2001, cuando Fox presentó ante el Congreso la iniciativa de ley sobre derechos y cultura indígenas elaborada por la Cocopa, y la asamblea nacional del PAN decidió dejar fuera del Consejo Nacional a prominentes foxistas, entre ellos a Marta Sahagún, entonces vocera presidencial.
Pasado ese choque -que se evidenció en la asamblea nacional del 25 de marzo de 2001 en Guadalajara-, el ambiente parecía favorecer a Fox, quien victorioso ondeaba el capital político que le había dejado su determinación de "abrirle las puertas" al EZLN. Audaz, incluso, ya presentaba públicamente por esos días su proyecto de reforma hacendaria.
En las filas panistas, en tanto, crecía el debate: ser partido en el gobierno, de la mano de Fox, o actuar prácticamente con independencia total de Los Pinos.
El proyecto fiscal del Ejecutivo trajo de nuevo a la luz pública aquella sociedad forzada. Empantanadas las negociaciones para sacar adelante el proyecto hacendario -al final del año fracasaron- y cancelada la posibilidad de un arreglo político al conflicto en Chiapas por el rechazo legislativo -encabezado por Fernández de Cevallos- a la llamada ley Cocopa, en Los Pinos se encendieron los focos rojos.
Necesidades mutuas
En julio, panistas y foxistas festejaron el primer año del triunfo electoral de 2000: Vicente Fox necesita del PAN y Acción Nacional necesita de Fox. Y entraron de lleno al ajuste de su relación: Rodolfo Elizondo Torres, vocero y hombre de todas las confianzas del Presidente, fue incluido en el CEN del PAN. Sin cartera definida, actuaría como "puente" entre Los Pinos y la dirigencia partidista.
Paralelamente, el mandatario empezó a dar continuidad a lo que antes regateó: las reuniones con dirigentes y legisladores panistas. Se pactó una tregua: Fox mantendría "comunicación constante" con el partido, y éste lo respaldaría en el tema prioritario de la reforma fiscal.
A tal grado fueron los compromisos, que Calderón Hinojosa, coordinador de los diputados federales panistas, desistió de sus pretensiones de ser candidato al gobierno de Michoacán. "Es más importante apoyar al Presidente y sacar adelante el tema fiscal", confió a varios reporteros. No pocos vieron en Calderón a un posible nuevo miembro del gabinete... cuando saliera la reforma hacendaria.
Acerca de su inclusión en el CEN, Elizondo dijo entonces a este diario: "es evidente que mi nombramiento se puede utilizar como vínculo de comunicación mucho más fluido y más cercano entre el partido y el Presidente de la República. Creo que es una oportunidad y en el contexto en que nos estamos manejando, me parece que se puede hacer mucho en este sentido".
Pero la reforma hacendaria, como la propuso Fox, no fue aprobada, y la comunicación que se ofreció no fue tan fluida. Al final, los diputados del PAN rescataron en el Congreso lo que pudieron del paquete fiscal; en tanto, el Presidente, con la cúpula empresarial encima, terminó por calificarla de "muy corta" y anunció "ajustes y correcciones".
Calderón fue el primero en responder: esa intención "es una torpeza", dijo.
De nuevo se marcaron las distancias.
Y así llegarán los panistas este sábado a determinar si mantienen el rumbo bravomenista y la "sociedad forzada" con Fox, o dan un giro de timón.
Fox acusa temores entre los panistas; en el PAN, Bravo Mena dijo ante los consejeros en octubre pasado: "muchas certezas se han perdido y las ilusiones se han tornado en preocupaciones... pero por encima de todo, los panistas hemos de recurrir a lo mejor que tenemos: nuestros ideales y principios, fuentes de mística y perseverancia con los que hemos de definir nuestro futuro".