El aumento de seguridad en la zona será con "despliegue tecnológico": Tom Ridge
Niega EU que busque militarizar la frontera
Temporal, la presencia de tropas de la Guardia Nacional, asegura el zar antiterrorismo
ALONSO URRUTIA
El director de la Oficina de Seguridad Interna de Estados Unidos, Tom Ridge, aseguró ayer que su gobierno no pretende militarizar la frontera con su "amigo y aliado" México, por lo que el incremento en la seguridad de la zona se realizará a partir del despliegue tecnológico. Pero la utilización de equipos modernos no puede ser de manera unilateral, sino tiene que ser producto de una decisión de ambas partes para minimizar el riesgo, expuso.
"Debemos estipular clara y enfáticamente que Estados Unidos no quiere ni militarizará sus fronteras con los amigos y aliados. Tenemos 2 mil millas de frontera y hay hechos que suceden en ambas direcciones de los que no nos sentimos muy satisfechos, pero la militarización de la frontera no es una opción" dijo Ridge.
Al término de un encuentro con el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, Ridge agregó: "Quiero subrayar que la presencia de tropas de la Guardia Nacional es sólo para dar apoyo a la Agencia Aduanal, pero una vez que puedan reclutar, adiestrar y desplegar acciones adicionales en las fronteras, se retirarán las tropas".
Por su parte, Creel Miranda dijo que los consensos para impulsar una mayor colaboración entre ambos países incluyen una política antiterrorista de corresponsabilidad, pero cada uno en el ámbito de sus territorios y con pleno respeto a la soberanía. México y Estados Unidos comparten una frontera con una problemática común y ello requiere una visión conjunta para garantizar una mayor seguridad fronteriza, acorde con los nuevos tiempos.
Los acuerdos deben ser ratificados
En un comunicado conjunto al término de una reunión en Gobernación, se estableció que entre los acuerdos alcanzados figura una mayor colaboración en materia de inteligencia, a efecto de detectar, ubicar e impedir tránsito y operación de grupos terroristas en territorios de los dos países, así como la obligación de dar seguimiento puntual a las resoluciones y acuerdos internacionales sobre seguridad internacional, de los cuales son signatarios México y Estados Unidos.
Sin embargo, los acuerdos deberán ser ratificados por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su homólogo mexicano, Vicente Fox, durante el encuentro que tendrán el 22 de marzo en Monterrey, Nuevo León, para definir la seguridad en una frontera donde cada año se dan más de 300 millones de cruces de personas y 80 millones de vehículos.
Al encuentro en el Palacio de Covián acudieron por la parte estadunidense el comisionado del Instituto de Inmigración y Naturalización, James Ziglar; la subsecretaria de Estado para Asuntos Consulares, Mary Ryan; el comisionado de Aduanas, Robert Booner; el subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos del Consejo de Seguridad de Estados Unidos, John Maisto, y el embajador en México, Jeffrey Davidow.
Por la delegación mexicana asistieron el subsecretario de Población, Javier Moctezuma; el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eduardo Medina Mora; el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Felipe de Jesús Preciado; el subsecretario de Relaciones Exteriores, Enrique Verruga; el subprocurador Eduardo Ibarrola y altos funcionarios de Defensa Nacional y Marina.
Ridge dijo que ambos países tienen necesidad de que en el siglo XXI el manejo fronterizo sea diferente en migración, seguridad, tráfico de drogas y comercio. Para ello es preciso compartir información de inteligencia y aplicar nuevas tecnologías de manera conjunta con el objetivo de administrar el riesgo.
A pregunta expresa sobre un convenio trilateral que incluya a Canadá en estas nuevas políticas contra el terrorismo, Ridge reconoció que si bien se pueden compartir objetivos, es claro que existen conceptos de soberanía diferentes entre México y Canadá. "Tenemos diferencias legales y constitucionales que debemos reconocer a la hora de definir las acciones para responder a los problemas", señaló.
Sin embargo, el zar antiterrorismo estadunidense insistió en la cooperación que su gobierno ha recibido por parte del régimen de Vicente Fox. "A partir del 11 de septiembre la colaboración ha llegado a un nivel sin precedente, lo puede uno decir con toda justicia, hemos mejorado el intercambio con nuestros amigos y aliados", aseguró.
Ridge ponderó la importancia que tiene la creación de la Agencia Federal de Investigación para la colaboración con la FBI no sólo en la protección terrestre de la frontera, sino también para garantizar la seguridad en aeropuertos y puertos marítimos. "Es una agencia muy bienvenida, creada por este gobierno, y ya ha dado frutos con el descubrimiento del túnel que se usaba en Tecate, Baja California, para el tráfico de estupefacientes y de armas."
Esfuerzos "complementarios": Creel
A su vez, Creel Miranda dijo que los esfuerzos que realizarán ambos gobiernos en la frontera norte son complementarios, requieren de acciones conjuntas de ambos países pero cada uno dentro de su propio territorio. Estas acciones, agregó, requieren de un diagnóstico común que se está elaborando con el objeto de generar las condiciones para una frontera segura pero que garantice el tráfico fluido de personas, transporte terrestre y comercio.
En la frontera norte cruzan a diario un millón de personas y ello requiere adecuar los mecanismos para agilizar el paso toda vez que no queremos ver largas colas de camiones aguardando poder cruzar la línea fronteriza. "Deseamos contar con una frontera eficiente y moderna, pero ello requiere de que ambos países inviertan en mejorar la infraestructura en la zona", comentó.
Creel Miranda subrayó que el énfasis a la seguridad en la frontera no va en detrimento de la prioridad que le otorga el gobierno mexicano al tratamiento del fenómeno migratorio, tema que tiene una gran relevancia en la agenda de ambos países.
Ridge comentó que existe conciencia de la necesidad de alcanzar un convenio de "frontera inteligente" para el siglo XXI que permita enfrentar el problema migratorio, y si bien no ha habido públicamente avances en este renglón, "las discusiones bilaterales a nivel privado no han perdido su intensidad".