Conmemoraciones por el centenario del natalicio
del poeta y militante cubano
Negar toda esclavitud y todo racismo, lema libertario
de Nicolás Guillén
Entendió antes que muchos teóricos la
realidad multiétnica de nuestra cultura, escribió JEP
Recital de poesía en el Palacio de Minería
para recordar al autor de Motivos del son
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Léase
en voz alta, con júbilo:
¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pié.
Mamatomba
serembé cuserembá.
Oigase con todo el cuerpo, sin pudor:
El negro canta y se ajuma,
el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.
Acuememe serembó,
aé;
yambó,
aé.
Márquese el ritmo con el corazón, a latido
batiente:
Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba que el negro tumba;
¡yamba, yambó, yambambé!
Si usted ya conocía estos versos, recuérdelos.
Si no, descúbralos y disfrútelos. Pertenecen al poema Canto
negro, que forma parte del libro Sóngoro cosongo, publicado
en 1931. El autor es un cubano que este año cumpliría un
siglo de nacido y a quien sus padres llamaron Nicolás Cristóbal
Guillén Batista, aunque sus lectores lo admiraron bajo el nombre
breve y eufónico de Nicolás Guillén.
Expresión mediante el rito
Hijo y nieto de mulatos, la poesía de Guillén
representa -en palabras de Rosa Navarro Durán en la Enciclopedia
de escritores en lengua castellana- ''la más alta expresión
de los negros cubanos o afrocubanos, y a través del rito, las leyendas,
los mitos y el ritmo de su pueblo, halló los vehículos para
la creación de su propia voz poética. El ritmo, la musicalidad,
la evocación de un pasado legendario y misterioso, se fusionan para
constituir un todo compacto y estructurado":
Canto para matá una culebra
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
La culebra tiene los ojos de vidrio;
la culebra viene y se enreda
en un palo;
con sus ojos de vidrio en
un palo,
con sus ojos de vidrio.
(Sensemayá, fragmento)
José Emilio Pacheco dijo una vez que la poesía
de Guillén había logrado ser de ''color cubano" y no sólo
''negrista". Y porque ''entendió antes que muchos teóricos
la realidad pluricultural y multiétnica de nuestra cultura. Su verso
es español; su vocabulario, negro, indio, chino, es decir, americano,
pero americano entre poesía culta y poesía popular. Lo prueba
la décima, que en España es privilegio de los poetas más
refinados y aquí resulta forma por excelencia de la poesía
campesina. Su inventor, Vicente Espinel, añadió también
la sexta cuerda a la guitarra. A la guitarra de la poesía en español
Guillén agregó a su vez una sexta cuerda, sin ella no sonaría
como suena. La cuerda de Guillén es la voz de Cuba y de todo el
Caribe. La negación de toda esclavitud y de todo racismo. El recordatorio
de que América es también, por obra del tráfico de
esclavos, un continente negro".
Octavio Paz ubicó en 1930 el inicio del ''breve
pero fecundo periodo de la poesía negra en lengua española".
Sus representantes ?sostiene Paz? son ''tres poetas considerables": Emilio
Ballagas, Luis Palés Matos y Nicolás Guillén. En opinión
del Nobel, la década de los treinta fue la de los mejores libros
de Guillén: Motivos del son (1930), Sóngoro cosongo
(1931) y West Indies, Ltd. (1934).
(...)
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Tú le das con el hacha y se muere:
¡Dale ya!
¡No le des con el pie, que te muerde,
no le des con el pie que se va!
(...)
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra...
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, no se mueve...
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, la culebra...
¡Mayombe-bombe-mayombé!
Sensemayá, se murió
("Sensemayá", fragmento)
Entre la efervescencia política
El padre de Nicolás Guillén fue Nicolás
Guillén Urra: artesano, líder sindical durante la Colonia,
combatiente del Ejército Libertador, senador, dirigente político
y periodista. Era director del diario Las dos repúblicas
cuando nació su hijo, el 10 de julio de 1902 en la provincia de
Camagüey (murió en La Habana en 1989). Menos de dos meses antes
se había restablecido la República de Cuba.
El niño Nicolás creció en ese ambiente
de efervescencia política del cual su padre era un animador principal,
hasta que murió a manos de las tropas gubernamentales en 1917, durante
''La Chambelona", levantamiento civil con tintes liberales. Nicolás
tenía que contagiarse de ese espíritu rebelde y militante,
que también impregnó a su poesía.
A decir de la crítica, la poesía comprometida
?aguda e irónica? alcanza uno de sus mejores momentos en poemas
como Tu no sabe inglé ?del libro Motivos del son?,
sátira de la mentalidad colonizada donde la recreación del
habla popular refuerza el sentido político del mensaje.
Guillén salió de su país por primera
vez en 1937. En el primero de sus viajes vino a México invitado
por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, al Congreso de Escritores
y Artistas. Fue de los personajes de la cultura mundial que más
activamente colaboraron con la LEAR, junto a Antonin Artaud, Henri Cartier-Bresson,
Rafael Alberti y Juan Marinello. En el congreso leyó algunos de
sus poemas, que fueron aplaudidos. De acuerdo con la cronología
incluida en la edición cubana de su obra completa, la editorial
Masas de México publicó su poemario Cantos para soldados
y sones para turistas, con prólogo de Marinello. La misma fuente
asegura que en junio viajó por tren desde el DF a Quebec, Canadá,
en compañía de Octavio Paz y José Mancisidor. Desde
ahí los tres se embarcaron a Europa para participar en el Segundo
Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en
Valencia, España. En junio de 1938, Guillén vuelve a Cuba,
después de año y medio de ausencia, esta vez voluntaria.
Vendría después el exilio por razones políticas.
En 1953, el ataque al cuartel Moncada efectuado por un
grupo de jóvenes combatientes a quienes encabezaba Fidel Castro,
desencadena la represión de la dictadura de Fulgencio Batista contra
personas o agrupaciones socialistas y liberales. En noviembre de ese año
sale de Cuba, a donde no volverá sino hasta la caída de Batista
y el triunfo del ejército rebelde, en enero 1959.
El tiempo y la historia todo lo van depurando. Pero este
recordatorio por el centenario de Guillén quiere ser una invitación
a leer lo mejor que nos dejó.
Leamos.
(Dentro de las actos conmemorativos por el centenario
de Guillén, hoy habrá un recital de su poesía, a partir
de las 12 horas en la Feria del Libro del Palacio de Minería.)