Las campañas se han vuelto una contienda de dimes y diretes entre grupos

Sorda disputa por la dirigencia del PRD-DF

Pese a las acusaciones mutuas, no hay denuncias ante las instancias correspondientes

RAUL LLANOS SAMANIEGO

El proceso de elección interna en el PRD capitalino se ha vuelto una contienda de dimes y diretes, de golpeteo, de críticas y acusaciones, pero sin que medie denuncia alguna ante las instancias correspondientes. Y a pesar de los compromisos iniciales de cuidar y no dañar la imagen del partido, candidatos a la dirigencia, o bien grupos simpatizantes, hacen denuncias públicas en los medios de comunicación y critican opiniones de sus contendientes.

Esta disputa se centra, de manera particular, en dos de las fórmulas participantes: la de Agustín Guerrero-Francisco Saucedo, y la de Víctor Hugo Círigo-Lorena Villavicencio, alrededor de las cuales giran dos figuras públicas, sobre las que se orientan las baterias: René Bejarano, secretario particular del jefe de Gobierno, y René Arce, jefe delegacional en Iztapalapa.

Apenas iniciadas las campañas, Círigo y Villavicencio ofrecieron una conferencia de prensa para alertar que Bejarano Martínez -uno de los principales dirigentes de la Corriente de Izquierda Democrática (CID)- pudiera desviar recursos materiales o humanos a favor de Guerrero y Saucedo. Era, dijeron, sólo un llamado preventivo.

Y en actos posteriores fueron recurrentes sus señalamientos. Afirman que la maquinaria de la CID está en marcha a niveles central, delegacional y grupal para dar el triunfo a esa planilla, e incluso acusan de presiones y despidos en algunas delegaciones, de gente que disentía en sus simpatías hacia la planilla mencionada.

Lorena Villavicencio dijo que solicitaron una entrevista con Andrés Manuel López Obrador, pero que no los ha querido recibir. Lo mismo hicieron ante la dirigencia interina del PRD, a la cual entregarían una carta para pedir una sanción a Guerrero y Saucedo por ofrecer indebidamente una candidatura al general Francisco Gallardo.

Pero hasta el momento no hay denuncias concretas ante el Servicio Estatal Electoral, por lo que en opinión de Villavicencio constituye "uso indebido del cargo (de Bejarano) para favorecer a su candidato", ni han acudido a otra instancia, bajo el argumento de no querer caer en la "política de barandilla".

Víctor Hugo Círigo comentó: "yo, por lo menos, no puedo hablar de ninguna evidencia de manejo irregular de recursos. Hay presunciones, hay cuestionamientos, pero no podemos, en términos estrictos, pensar en presentar querella alguna sobre la base de alguna evidencia", y consideró que es mejor privilegiar las propuestas y evitar situaciones que dañen la imagen del partido.

Agustín Guerrero y Francisco Saucedo han descalificado esas acusaciones, pero son tan reiterativas que sus grupos respondieron, y han acusado a René Arce de recurrir a todo para jalar votos a favor de Círigo y Villavicencio.

Y es que en Iztapalapa se tienen los mayores porcentajes de votación y de simpatizantes. "Ahí se concentra 20 por ciento de los perredistas, y sobre una base de más de 500 mil afiliados, habrá cerca de 100 mil votos", precisa Gilberto Ensástiga, diputado local y ex secretario de organización del Comité Estatal. Esto, claro está, podría inclinar la balanza para un triunfo de la fórmula Círigo-Villavicencio.

Por eso un grupo de diputados y líderes sociales empezaron a responder públicamente a esa situación y ayer mismo acudieron a esa demarcación para entregar una carta al delegado René Arce y solicitarle que "saque las manos del proceso interno", no desvíe recursos públicos y no actúe de manera facciosa a favor de algún grupo; sin embargo no hay denuncia de por medio, ni ante el partido ni en otra instancia.

Los grupos y firmantes están identificados con la CID o con la planilla Guerrero-Saucedo.