Crea una comisión encabezada por los
presidentes de Finlandia y Tanzania
Investigará la Organización Internacional
del Trabajo la dimensión social de la globalización
Considera que resulta insuficiente el rechazo masivo
evidenciado desde Seattle
KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL
Ginebra, 27 de febrero. Dos presidentes en ejercicio,
Tarja Halonen, de Finlandia, y Benjamin Mkapa, de Tanzania, aceptaron hacerse
cargo de una comisión que estudiará la globalización
desde su dimensión social, debate aún sin realizar en el
mundo dominado más por la polémica y por ideas preconcebidas
que por el análisis de las realidades, según la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
Como resulta insuficiente la masiva denuncia del proceso
globalizador que se ha testimoniado en el mundo desde mediados de los 90,
pasando de Seattle a Génova, Davos, Washington y de Puerto Alegre
a Nueva York, la OIT se ha lanzado a la ambiciosa tarea de analizar el
proceso económico que ha provocado el más rápido deterioro
de la clase de naciones y de pueblos desposeídos y agrandado en
forma inmediata la brecha entre ricos y pobres, desde el punto de vista
de las consecuencias sociales y no desde la óptica económica
?en la que sobran los estudios?, según dice.
La presidenta finlandesa aseguró no creer en milagros
pero sí en el hecho de que "la globalización necesita urgentemente
controles para transformarse en un proceso integrador e incluyente". Por
su parte, el presidente tanzanio declaró: "es erróneo que
sean las economías pobres y los pobres quienes paguen el precio
más alto de la globalización que, aparte de todo, ni les
llega" por lo que "para evitar que las fuerzas del mal se apoderen del
proceso se requieren fórmulas de contención de las violentas
manifestaciones y de las perversas consecuencias".
El presidente Mkapa aceptó que no puede achacársele
a la globalización el aumento del desempleo y de la inequidad, pero
sí es alarmante que se le identifique como la fuerza que pone, a
un ritmo de 15 millones de pobres al año, el número de desposeídos.
Afirmó: "o se globaliza la riqueza o la globalización de
la pobreza tendrá consecuencias terribles en el mundo".
El interés por crear esta comisión fue explicado
por Juan Somavia, director de la OIT: "la globalización tiene que
aportar lo que la gente y las familias en todo el mundo esperan conseguir:
trabajo decente, seguridad y posibilidades de ser oídas en los procesos
de toma de decisiones; mejor repartición de las ventajas que en
principio ofrece la globalización y mejorar sustancialmente las
posibilidades en favor de la promoción de un desarrollo en equilibrio
con la justicia social, en un contexto de economías y sociedades
abiertas".
"Lo que tenemos hoy día alrededor de la globalización
no es un diálogo, sino monólogos paralelos, y por ello la
Comisión ha sido creada para propiciar el cambio de esta situación",
dijo Somavia, defendiendo el acto como "un esfuerzo honesto de promover
el diálogo, de obtener la percepción real de la gente alrededor
de la globalización, ponernos en los zapatos de los pobres y buscar
la manera de volverla inclusiva".
La Comisión Mundial sobre la Dimensión Social
de la Globalización, constituida esta tarde, inicia trabajos el
próximo 25 de marzo; dentro de un año, en 2003, los 21 personajes
que la integran podrán ofrecer al mundo alternativas sobre la mejor
manera de "utilizar el proceso de globalización como recurso para
reducir la pobreza y el desempleo e impulsar el crecimiento y desarrollo
sostenible", explicó Somavía.
En la Comisión participan, entre otras personalidades,
la esposa del presidente de Brasil, Ruth C.L. Cardozo, la estadunidense
Ann Mclaughlin Korologos, el chino Lu Mai, el indú Deepak Nayyar,
el francés Francois Perigot, el ex presidente uruguayo Julio María
Sanguinetti, el economista peruano Hernando de Soto, el premio Nobel de
Economía 2001 Joseph Stiglitz, el presidente de la AFL-CIO John
J. Sweeney, la activista indígena filipina Victoria Tauli-Corpuz
y el científico y parlamentario alemán Ernst Ulrich von Weizsaecker.
La comisión también hará el inventario
de las realidades de la globalización, la descripción de
sus características y la dinámica del proceso; examinará
la percepción que del mismo tienen los trabajadores, los empresarios,
los inversores y los consumidores, así como los juicios que expresen
la sociedad civil y la opinión pública; analizará
el impacto de la globalización en el empleo, en el trabajo decente,
la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y el
desarrollo; forjará el consenso sobre la problemática y lanzará
el proceso de búsqueda de soluciones a los problemas encontrados.