Se buscará atraer a empresarios para que se instalen en espacios desaprovechados

Abandonada, infraestructura industrial en el DF

Ofrecen autoridades estímulos fiscales a inversionistas Las zonas, en 10 delegaciones

LAURA GOMEZ FLORES

La política de reindustrialización de la ciudad se extenderá este año a diez delegaciones, donde se han detectado 22 polígonos con uso de suelo autorizado, equipamiento urbano y servicios básicos, pero que se encuentran desaprovechados o abandonados, por lo cual se buscará atraer a micro, pequeños y medianos empresarios a radicar ahí sus inversiones a cambio de diversos estímulos fiscales.

En el Código Financiero de 2002 se establecen reducciones hasta de 100 por ciento en el pago del impuesto predial, 2 por ciento sobre nómina, adquisiciones o conexión a las redes de drenaje y agua potable, a quienes creen nuevas unidades productivas, incrementen en 25 por ciento su base mínima de empleos, se vinculen a los procesos de exportación o sean entidades de muy bajo impacto urbano y ambiental.

Además podrán contar, en el caso de los micro y pequeños empresarios, con la posibilidad de asociarse con otras industrias para acceder a mejores esquemas de financiamiento y fortalecer sus procesos productivos, los cuales muchas veces son obsoletos e ineficaces, para colocarse en una situación más competitivas y evitar su desaparición del mercado local.

El director de Regulación y Fomento Económico de la Sedeco, Eduardo Vega López, informó que la próxima instalación de Centros de Vinculación Empresarial en cada una de las delegaciones política permitirá a los interesados en establecer un negocio en los polígonos industriales identificados u otras áreas acceder a información de mercado y tecnológica, figuras alternativas de asociación empresarial y microcréditos.

Hasta el momento se han localizado 22 zonas en las delegaciones Alvaro Obregón, Azcapotzalco (6), Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero (3), Iztacalco (2), Iztapalapa (3), Miguel Hidalgo (2), Venustiano Carranza (2) y Tláhuac, que cuentan con infraestructura ya instalada, equipamiento urbano y servicios básicos, así como con una demanda insatisfecha de trabajo industrial.

Su identificación, aclaró en entrevista, no significa que sean los únicos a promocionarse entre el sector privado y particulares, pues se pretende aprovechar la potencialidad de diversas áreas de la ciudad con uso de suelo autorizado que a la fecha están abandonadas o tienen un uso diferente a su vocación productiva, mediante la entrega de estímulos fiscales, facilidades administrativas y una mejora regulatoria.

En Tláhuac, por ejemplo, se pretende impulsar un proyecto agroindustrial de productos frutícolas, hortícolas o de forraje, como se ha hecho en Milpa Alta, con el nopal, para darle valor agregado a la producción, evitar que los comuneros o propietarios cedan a las presiones de inmobiliarias y la mancha urbana siga creciendo, y conservar la zona rural y ecológica de la ciudad.

La entrega de apoyos económicos, orientación productiva y tecnológica ha permitido a 30 microproductores de nopal, asociados en empresas, ofrecer artículos farmacéuticos, alimenticios y de belleza de alta calidad, lo cual les ha representado importantes ingresos y no ceder ante la tentación de vender sus tierras para obtener rápidamente dinero. Por eso la intención de continuar con estos proyectos en el área rural de la ciudad, que representa casi 50 por ciento de su territorio.

La consolidación de proyectos industriales permitirá, a corto plazo, reimpulsar la economía del Distrito Federal mediante su especialización productiva y su inserción dinámica en los mercados regional y global aprovechando de manera eficiente esas áreas, la infraestructura con la que cuentan y la captación de mano de obra calificada, para atender uno de los problemas más graves: el desempleo, indicó.

Los acercamientos con diversas ramas industriales para presentarles los proyectos que pudieran impulsarse en los 22 polígonos identificados ya se iniciaron, y se espera en breve consolidar algunos de ellos mediante la entrega de estímulos fiscales como la reducción del impuesto predial o nómina, que no representan una pérdida para las arcas locales, dado que actualmente no se recibe nada y posteriormente será un fuente importante de recursos y captación de mano de obra, precisó.