En crisis, el concepto tradicional de la masculinidad
Crece la cifra de hombres que se dedican al hogar
Llegó a 58% el porcentaje de casados que realizan tareas domésticas
A menudo las propias mujeres los cuestionan, se indica en un foro
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Durante la última década, el rol de los hombres en las labores domésticas ha venido cambiando paulatinamente, de manera tal que 37.8 por ciento de los hombres mayores de 12 años realizan actividades domésticas, mientras que la participación de los hombres en el hogar cuando son casados ha aumentado hasta llegar a 58 por ciento; incluso las horas trabajadas en promedio por el género masculino en el hogar son de 11.4 horas a la semana, aseguró la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Dione Anguiano.
A su vez, la investigadora de la UNAM Lucero Jiménez expresó que "en ciertos sectores sociales empieza a surgir una nueva generación de padres que intentan ser más cercanos y afectuosos, no sólo sostén económico del hogar; pero en muchas ocasiones el proceso no se da de manera tersa, y enfrentan aún cuestionamientos y condicionamientos de carácter social y cultural, a menudo por parte de las propias mujeres".
Ambas participaron en el foro "ƑMasculinidad en crisis?", organizado por el grupo parlamentario del PRD, en el cual tomaron también parte representantes de la Procuraduría de Justicia capitalina y de organizaciones no gubernamentales.
La diputada Dione Anguiano expresó en su intervención que las conductas socioculturales entre el hombre y la mujer empiezan a cambiar. Un elemento de ello, dijo, es que hay cifras según las cuales más de un millón de hombres en el país se dedican a las actividades domésticas.
"Ser hombre plantea exigencias de la cultura patriarcal, obligaciones y responsabilidades; no obstante, la masculinidad no es estática, es histórica, y esa masculinidad hoy está en crisis. Sus causas comienzan a ser analizadas por los propios hombres. Es posible desconstruir lo culturalmente construido", añadió.
Mientras, Lucero Jiménez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias y Docentes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, comentó que durante muchos años los estudios relacionados con temas de género se enfocaron siempre a la situación de la mujer, pero que ya recientemente se han enfocado algunos trabajos hacia la masculinidad.
Culturalmente se ha considerado que el varón ejemplar es duro, solitario, que no necesita de nadie, es impasible y viril; entonces, se arraiga la idea de que es "duro entre los duros, mutilado de afecto, y que está más preparado para la muerte que para el matrimonio y el cuidado de hijos", indicó.
No obstante, expresó que en la última década del siglo XX la intensa reducción de los niveles salariales y el deterioro de la calidad de vida han reforzado la tendencia de que las mujeres, incluso casadas, tengan una presencia creciente en el mercado de trabajo.
Y también por eso en las últimas décadas han cambiado de manera importante las concepciones y actitudes respecto de la paternidad, más por demanda de la organización familiar que por convicción. "Hoy más varones se comprometen de manera más directa en la crianza de sus hijos o hijas y están, en los hechos, cuestionando el modelo tradicional de ser padre, que se asentó durante muchas generaciones."
En tanto, Gustavo Arroyo, subdirector del Centro de Investigación Victimológica y de Apoyo Operativo de la PGJDF, manifestó que la crisis de la masculinidad no es más que un reflejo de la necesidad de evolución, "es el reflejo de una sociedad violenta que nos exige una revisión profunda de nuestras ideas, conductas y concepto de masculinidad y de nuestro papel como hombres y padres formadores de hombres y padres violentos."