Un Estado que no promueve la vida cae en dictadura, dice
Prelado de Toluca critica la reforma legal pro aborto
ANGELES CRUZ
Un Estado que no reconoce, promueve y garantiza el respeto absoluto a la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, pierde su legitimidad y cae en la dictadura, afirmó el obispo de Toluca, Francisco Robles Ortega.
Ante unos 100 mil peregrinos mexiquenses que ayer colmaron la Basílica de Guadalupe, el prelado aseguró que los católicos ven en Dios al único dueño de la vida. "Reconocemos a la vida como lo más sagrado aunque se manifieste con limitación o malformaciones. Aunque inicie como consecuencia de actos sumamente reprobables que nunca debieran quedar impunes", apuntó.
En alusión a la reciente determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de avalar la reforma al Código Penal del Distrito Federal para no penalizar el aborto cuando se compruebe malformación grave del producto, Robles Ortega aseguró que "la ciencia ya ha demostrado que el embrión es un ser humano individual que posee desde la fertilización su propia identidad" y tiene derecho a un desarrollo pleno.
Con la misa celebrada en la Basílica de Guadalupe concluyó la peregrinación anual de la diócesis de Toluca, una de las más grandes que se dan cita en el templo mariano. Allí Robles Ortega dijo que los feligreses mexiquenses se comprometen a amar, respetar y cuidar la vida humana desde que inicia en el seno materno hasta que termina de forma natural.
Ubicó a la dignidad de la persona como la base de los derechos humanos, principalmente del derecho a la vida. Es un valor perenne y no una ideología coyuntural, que debería ser el punto de convergencia del rico pluralismo en nuestra patria y en el mundo entero, apuntó.