CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

SABER QUIEN ganará el domingo próximo la elección del PRI parece un ejercicio ocioso, porque todo parece indicar que ninguno de los candidatos tiene la posibilidad real de cambiar el rumbo de ese partido.

MAS BIEN el interés se centra en cual será y hacia dónde se irá el grupo perdedor porque, se diga lo que se diga, las piezas rotas en el PRI ya no se podrán pegar; es más, cada una de las corrientes podría tener ya un rumbo, un destino definido para los próximos días.

ENTRE LOS seguidores de Beatriz Paredes y de Roberto Madrazo se dice que en ningún momento se han plan-teado escenarios de fracaso que no se han medido, que los dos contendientes han jugado a ganar, y nada más.

NO OBSTANTE, por todas partes se cuelan los comentarios y las infidencias de los operadores de uno y otro lados, quienes no miran el triunfo seguro, pero tampoco se dan como derrotados, es decir, se dicen triunfadores con poca ventaja, pero triunfadores.

LO EXTRAÑO es que en los campamentos de campaña, pese a lo que los mismos candidatos dicen, hay un inmenso ánimo de ruptura, y quienes hacen los análisis internos descartan la posibilidad de que, pasadas las elecciones, el grupo perdedor pueda continuar en el organismo político, bajo el mando de su enemigo.

EN ESA situación se han empezado a construir vertederos de priístas hacia partidos más afines al pensamiento de las corrientes hoy en pugna, lo que hace más que verdadera la escisión del PRI, dígase lo que se diga.

LOS MADRACISTAS en sus cuevas empiezan a hacer cuentas de cómo podría ser su futuro arrimados al partido de la rosa donde, según se dice, habrán de impulsarse las ambiciones de George W. Castañeda.

EN ESAS cuentas no se ha dejado pasar el capital político y económico que representan, hasta hoy, los Amigos de Fox, que si bien no han definido su postura respecto de quién podría obtener su apoyo, miran con buenos ojos a Castañeda y su grupo, donde caben Madrazo, Elba Esther y la cola de dinosaurio, es decir, lo demás de la corriente.

POR EL lado de Paredes algunos de los operadores aseguran que la postura ideológica de ese grupo se identifica mucho más con el de Rosario Robles, en el PRD, que con el madracismo.

EN LAS entrañas de quienes hacen las mediciones políticas del asunto se insiste en cuáles son las coincidencias entre rosaristas y beatricistas, y aunque hay quienes ponen como obstáculo principal la oposición de Paredes a la ley Cocopa, se habla de posibles acuerdos en los que el grupo contrario a Madrazo empuje hacia la rectificación de la ley indígena actual y vuelva a la propuesta original, como señal de paz y acuerdo entre la gente de Rosario y de Beatriz.

SEA COMO sea, el morbo, más que la curiosidad, domina el ambiente. En ningún desayunadero se deja de hablar del asunto y las consecuencias que podría traer el triunfo de uno u otro, pero la moneda aún está en el aire.

POR LO pronto, lo único cierto es que ni Beatriz ni Madrazo significan el cambio en el PRI. No hay nada nuevo bajo el sol.

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