En 60 días empezará la recuperación,
dice; reprimiremos manifestaciones violentas, reiteran
Paciencia, pide Duhalde en medio de nuevas protestas
Hoy, marcha de desempleados hacia la Plaza de Mayo;
la CGT se declara en "estado de alerta"
AFP, REUTERS, DPA Y PL
Buenos Aires, 19 de febrero. A dos meses del estallido
social que derribó al gobierno de Fernando de la Rúa, las
manifestaciones continuaban hoy en Argentina, en vísperas de una
marcha de desocupados y vecinos hacia la céntrica Plaza de Mayo,
mientras el presidente Eduardo Duhalde pedía paciencia a la población,
y su portavoz advertía que se reprimirán las protestas "violentas".
Hasta el momento no ha habido soluciones para el descontento
social, lo que llevó a Duhalde a reiterar que "en 60 días
va a ser muy visible cómo la actividad (de la economía, que
no crece desde hace cuatro años) comienza a tener fuerza. Insistimos,
tengan un poco de paciencia".
Sin embargo, parte de la población, que el lunes
salió al corazón financiero de Buenos Aires para destrozar
bancos y camiones de caudales, no pareció escuchar el mensaje. Así,
se registraron nuevas manifestaciones en la zona bancaria, lo que llevó
al portavoz presidencial, Eduardo Amadeo, a explicar que los pasos para
lidiar con los que atacan los bancos son "el diálogo, segundo la
persuasión con la colocación de las fuerzas de seguridad,
y la tercera es la represión". "Estamos ahora en la etapa de la
persuasión", precisó.
Más tarde, el jefe del gabinete, Jorge Capitanich,
intentó suavizar los dichos de Amadeo: "generamos las condiciones
para prevenir delitos, para garantizar la movilización y las protestas
en todas sus manifestaciones, y resguardar el orden público", explicó.
Las protesas de los ahorristas, que hoy incluso tuvieron
lugar en el exclusivo barrio de la Recoleta, se registran cuando miles
de personas continuaban abarrotando los tribunales para presentar recursos
contra el corralito que encierra sus depósitos desde diciembre
pasado.
Dispuso el Banco Central nuevas normas de flexibilización
del corralito
En este marco, el Banco Central dispuso este martes nuevas
normas de flexibilización del corralito, al autorizar la
utilización de los plazos fijos para el pago de bienes durables
como casas y automóviles o la cancelación de créditos,
aunque esos fondos no podrán ser retirados del sistema bancario.
Aunque en el centro porteño no se repitieron los
desmanes de ayer, en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires,
unos 50 ahorristas, en su mayoría mujeres, forzaron las puertas
de un local del estadunidense BankBoston, y se instalaron a comer allí.
Por su lado, cientos de desocupados realizaron cortes
de ruta en varios puntos de esa provincia, mientras que en la de Misiones
hubo protestas de desempleados frente a la casa de gobierno local.
El pedido de paciencia de Duhalde a los argentinos llega
en la víspera de lo que se espera sea una multitudinaria manifestación
en la Plaza de Mayo, convocada por el Bloque Nacional Piquetero, al que
se unirán las asambleas vecinales en rechazo al proyecto de presupuesto.
El sector rebelde de la Confederación General del
Trabajo (CGT), por su lado, se declaró este martes en "estado de
alerta y movilización" ante la falta de respuestas del gobierno
frente a la crisis.
Hasta el momento, el gobierno logró aplacar una
fuerte disputa en el sector de las empresas petroleras, que se resisten
a un impuesto a las exportaciones de hidrocarburos y amenazan con despidos,
pero otro frente de conflicto asomó ante el inicio de negociaciones
para bajar los gastos de las empobrecidas provincias argentinas, otra exigencia
del Fondo Monetario Internacional.
Aunque el vocero presidencial sostuvo que "hubo acuerdo
en el espíritu que permite pensar que pronto vamos a tener un nuevo
sistema de coparticipación federal", el gobernador peronista de
la provincia de Santa Cruz, Néstor Kirchner, sostuvo que no hubo
"ningun preacuerdo".
En este contexto, el ex presidente Carlos Menem se lanzó
nuevamente contra el también peronista Duhalde, y reclamó
anticipar las elecciones, para las cuales dijo estar "totalmente en carrera",
pese a que él es uno de los principales blancos de las protestas,
ya que durante sus 10 años de mandato (1989-1999) aplicó
una política que culminó en la quiebra del país.