Ť Admite la "participación moral" en la
suerte del entonces primer ministro
Disculpas del gobierno belga al pueblo congoleño
por el asesinato de Patrice Lumumba en 1961
Ť En noviembre de 2001 concluyó una investigación
de dos años en torno al caso
AFP
Bruselas, 5 de febrero. El ministro de Relaciones
Exteriores de Bélgica, Louis Michel, ofreció este martes
disculpas y expresó su sincero pesar al pueblo congoleño
por el papel que su país desempeñó en la muerte del
primer ministro de la República Democrática del Congo, Patrice
Lumumba, en enero de 1961.
"El
gobierno considera que es indicado presentar a la familia de Patrice Lumumba
y al pueblo congoleño su profundo y sincero pesar, y sus excusas
por el dolor que les fue infligido", declaró Michel ante la Cámara
Baja del parlamento belga. El canciller reconoció que Bélgica
manifestó "apatía e indiferencia" ante Lumumba.
La República Democrática del Congo, antes
Zaire, fue colonia belga desde 1885 y obtuvo la independencia el 30 de
junio de 1960. Siete meses más tarde, el presidente democrático
Patrice Lumumba fue asesinado a petición de las autoridades secesionistas
de la provincia de Katanga, este del país, a quienes fue entregado,
según la versión.
"La actitud general de neutralidad y apatía por
la suerte que le fue resevada a Patricio Lumumba puede ser calificada de
falta grave en términos de buena gestión y de respeto al
estado de derecho", aseguró el ministro belga.
"Algunos miembros del gobierno de entonces y personas
de origen belga tienen una parte innegable de responsabilidad en los hechos
que llevaron a la muerte de Patricio Lumumba", continuó.
Michel anunció la creación del Fondo Patricio
Lumumba, dotado con 3.75 millones de euros, que será completado
con una dotación anual de 500 mil euros que contribuirá al
"desarrollo democrático de la República Democrática
del Congo con proyectos en materia de prevención de conflictos,
refuerzo del estado de derecho y formación de la juventud", explicó
el funcionario.
El gobierno belga adoptó esta posición basándose
en los trabajos de una comisión parlamentaria que luego de dos años
de investigación, en noviembre de 2001 concluyó que "algunos
ministros y actores belgas" tienen una "responsabilidad moral" en el asesinato
de Lumumba. Según la comisión de investigación, estos
responsables actuaron para apartar al mandatario del poder y más
tarde lo entregaron a sus enemigos de la provincia de Katanga sin preocuparse
de su "integridad física".
El hijo del ex presidente asesinado, Francois Lumumba,
felicitó en conferencia de prensa a Bélgica por su "valentía
política".
En abril de 2000, el primer ministro belga, Guy Verhofstadt,
presentó las disculpas del gobierno y el pueblo belgas a Ruanda
por la actitud durante el genocidio en ese país en 1994 que dejó
entre 500 mil y 800 mil muertos en 100 días.