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Ť Presentó la noche del jueves la comedia
Vivir mata, su segundo largometraje
El cine en México se ha abierto gracias a los
jóvenes, dice Nicolás Echevarría
Ť Las películas de nuestro país están
recuperando audiencia, asegura el también director de Cabeza
de Vaca Ť Lo que da miedo me gusta, por eso quise hacer algo
diferente, señala
JORGE CABALLERO
Luego
de dirigir hace diez años una de las películas mexicanas
más reconocidas en la década de los noventa, Cabeza de
Vaca, Nicolás Echevarría presentó su segundo largometraje
el jueves por la noche, Vivir mata. El director percibe que actualmente
"el sector cinematográfico en México se ha abierto; el fenómeno
que se está produciendo es comparable con lo que pasó en
Hollywood con Spielberg, Coppola, Lucas y toda esta gente muy joven que
le dio nueva sangre y vida a la industria cinematográfica en Hollywood
y crearon una nueva forma de hacer cine. Ahora en México estamos
viviendo esta renovación provocada por los jóvenes''.
Sobre su comedia de humor negro, el cinerrealizador apunta:
"Lo que he hecho en este tiempo es apostar en varios proyectos, Vivir
mata fue el que resultó primero. Este proyecto lo iniciamos
hace 5 años, me lo propuso Juan Villoro, que es el autor del libro
homónimo donde se cuenta una relación amorosa y un retrato
de la ciudad de México. Traté de retratarla en esta forma
fastidiosa de su cotidianeidad y por otro lado los milagros que suceden
a la vuelta de cualquiera de sus esquinas, que la convierten no sólo
en una ciudad caótica, desordenada y que funciona de milagro, sino
como un museo vivo".
El también documentalista menciona: "No me asusta
mucho haber cambiado radicalmente de estilo; Cabeza de vaca era
como seguir las páginas de un libro ilustrado, con pocos diálogos,
se presentaba con cuadros con imágenes, fue una apuesta a inventar
esa época. Vivir mata es todo lo contrario, una película
muy dialogada, con estilo de edición diferente, es una comedia urbana;
básicamente su atractivo era hacer algo diferente, me produce, como
se dice en la película: 'lo que da miedo me gusta', la historia
no la siento extraña a mí".
Vivir mata narra el ligue entre la locutora vial
Silvia (Susana Zabaleta) y el artista plástico Diego (Daniel Giménez
Cacho); desde que se presentan comienza a hilvanar una cadena de mentiras
por la mutua atracción sexual (¿qué no dice o hace
un hombre ante la posibilidad de coger?); todo funciona bien, el coloquio
amoroso se culmina, pero al día siguiente, ella reportando el tráfico
desquiciante en la ciudad de México, y él sumergido en éste,
se extrañan y sienten que se pertenecen.
La percepción de Echevarría después
de la premiere de Vivir mata, lo dejó "muy satisfecho; uno
de los grandes pánicos que tenía era que en una comedia nadie
se ría, percibí que a la gente le estaba gustando la película,
se rió mucho. No es una comedia ortodoxa, al principio sentí
que costó trabajo ver por dónde iba la historia y entender
el humor de la cinta, pero a lo largo de la proyección poco a poco
el público se metió en la película, al final me entendió
y se divirtió, me sentí muy bien''.
La
película no está narrada linealmente, sobre si existía
algún temor porque los espectadores no la entendieran, el director
dijo: "Es una apuesta, si haces algo diferente tienes que asumir riesgos
y yo los asumo completamente".
-¿Cómo vender una película que retrata
la cotidianeidad de la ciudad de México?
-Sigue siendo muy efectivo el hecho de que la gente busque
reflejarse en la pantalla, desde que inició el cine; aunque suene
un poco paradójico y contradictorio es efectivo hacer una película
donde la gente se vea identificada incluso en sus problemas más
cotidianos. Esta película es una apuesta, un retrato de la ciudad
y una relación amorosa que sucede en la ciudad de México,
quizás el único lugar donde este encuentro podría
ocurrir.
-En diez años, ¿qué cambió
en hacer cine en México?
-Con todo argumento los productores en México no
son los más favorecidos, son los que arriesgan y los que en un momento
dado tienen menos posibilidades de ganar. Ahora hay productores que están
dispuestos a arriesgar su dinero y conseguir fondos y aunque hablamos de
muy pocas películas producidas al año, pienso que el cine
mexicano, por lo menos, ha recuperado una gran audiencia. Me da un poco
de pena que estas películas de calidad que se han logrado sucedan
en lapsos muy distantes, ojalá en México se produjeran cinco
películas de calidad para que la industria tomara un paso firme
hacia la recuperación definitiva del cine mexicano como industria.