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Ť Actualmente hay 6 millones de personas mayores
de 60; en 20 años, el doble: Conapo
Crece el número de ancianos, por mayor longevidad
Ť El cambio demográfico tiende a intensificar demandas
de apoyo hacia las familias, particularmente a las mujeres
ANDREA BECERRIL
De acuerdo con un estudio del Consejo Nacional de Población
(Conapo), el aumento de la longevidad traerá mayores cargas y responsabilidades
a las mujeres, ya que deberán atender simultáneamente a sus
hijos y a sus padres ancianos por un periodo más prolongado.
Las mujeres adultas convivirán con sus madres más
de 40 años, toda vez que los cambios demográficos tienden
a intensificar las demandas de apoyo de las personas de la tercera edad.
En su estudio, Conapo precisa que los integrantes de las
generaciones jóvenes enfrentarán una carga pesada, que para
algunos significará garantizar la subsistencia de sus hijos menores
y de sus padres ancianos, mientras que para otros será hacerse cargo
de adultos mayores durante las edades cercanas a su propio retiro.
Se
calcula que la esperanza de vida de las mujeres con responsabilidades de
velar simultánemente por la atención de sus padres de 65
años o más y de hijos menores de 18 años, aumentó
de 8.9 años en 1970-1974 a 9.9 años en 1990-1994, y probablemente
se mantendrá en ese mismo nivel a corto y mediano plazos, aunque
podría aumentar más en el largo plazo, a medida que se intensifique
el fenómeno del envejecimiento demográfico, hecho que desencadenaría
profundos cambios en los arreglos residenciales y en las responsabilidades
de hombres y de mujeres.
Conapo resalta asimismo que por el descenso de la mortalidad,
hijos y nietos conviven más tiempo con sus padres y abuelos, y la
tendencia es hacia un lapso mayor. La proporción de mujeres con
al menos uno de los padres superviviente ha crecido de manera significativa,
especialmente en edades avanzadas, aunque es más común que
sea la madre y no el padre quien sobreviva más.
Precisa, en ese sentido, que en el periodo 1970-1974 alrededor
de 76 por ciento de las mujeres de 35 años tenían a su madre
con vida y la cifra se elevó a 86 por ciento en 1990-1994, y se
prevé que aumentará a 90 por ciento.
Los cambios demográficos tienden a intensificar
las demandas de apoyo de las personas de la tercera edad hacia sus familias,
y frente a las insuficiencias de la seguridad social, una parte sustancial
de la responsabilidad de proteger a los ancianos recae tradicionalmente
en los hogares. "En este contexto, la creciente longevidad de los adultos
mayores podría emerger cada vez mas como una fuente de tensión
para las familias".
Ť Constituyen el grupo más desprotegido: Olga
Sánchez
ANGELES CRUZ
Los adultos mayores son el grupo más desprotegido
de la sociedad. No existe en el país una ley o norma que garantice
sus derechos, así como una vida digna y saludable. Reflejo de ello
es el hecho de que 60 por ciento de las personas mayores de 60 años
de edad tiene algún conflicto jurídico y un número
indeterminado de problemas que no denuncian porque tendrían que
afectar a su propia familia, en particular a sus hijos, afirmó María
Olga Sánchez Pérez, directora de la Procuraduría de
la Defensa del Anciano.
En entrevista, la funcionaria detalló que aun cuando
no existe información estadística puntual, en la dependencia
a su cargo son comunes los casos de despojo, abandono y maltrato que sufren
las personas de la tercera edad. Incluso se refirió a su precaria
situación económica, que les impide tener una alimentación
adecuada. Y eso, apuntó, también va en contra de sus derechos.
Al respecto, información de la Secretaría
de Salud (Ssa) admite que "poco se sabe sobre la magnitud de afecciones
que al parecer son comunes en este grupo de edad, como los traumatismos,
la desnutrición, la demencia y la depresión. Esto se debe
tanto a insuficiencias en el diagnóstico como a la falta de un adecuado
registro de los padecimientos que no son causa de muerte pero sí
de discapacidad".
Lo anterior, aunado al hecho de que apenas la mitad de
las personas mayores de 60 años tiene acceso a los servicios de
la seguridad social, hace más que evidente la desprotección
en que se encuentra dicho sector, apuntó Sánchez Pérez.
De acuerdo con información del Consejo Nacional
de Población (Conapo), actualmente existen en el país 6 millones
de individuos que tienen 60 o más años de edad. En los próximos
20 años este número se duplicará, con el consecuente
incremento en la demanda de servicios de todo tipo, principalmente los
relativos a la atención médica.
Por lo que se refiere a los conflictos jurídicos,
la directora de la Procuraduría de la Defensa del Anciano, dependiente
del Instituto Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen), comentó
que muchos de los casos se deben a que estas personas no tienen un acta
de nacimiento que las identifique plenamente y les permita, por ejemplo,
reclamar una herencia. En otros casos, porque permiten que sus hijos mayores,
ya casados, ocupen su misma vivienda y luego no encuentran la manera de
decirles que se vayan, e incluso, dijo, "se dan los casos de que los engañan,
haciéndolos firmar papeles para luego despojarlos de sus propiedades.
Los viejitos son expulsados de sus casas y no obstante, se aguantan".
Estos y otros problemas son comunes en las oficinas de
la Procuraduría de la Defensa del Anciano, donde a pesar de la escasa
difusión que se ha dado a este servicio, todos los días reciben
asesoría de 80 a 90 personas, y de ellas, 60 por ciento inicia algún
proceso de tipo jurídico. A principios de 2001 llegaban un promedio
diario de 15 adultos mayores. "Estamos en el entendido ?señaló
Sánchez Pérez? de que esto continuará en aumento".
Rectificaciones de acta de nacimiento, juicios sucesorios
intestamentarios o testamentarios, jurisdicciones voluntarias, entre otros,
son los procedimientos que enfrenta este sector de la población.
Para los ancianos, este tipo de conflictos representa
una carga muy pesada, sobre todo porque "aquí siempre vamos contra
el tiempo", y en la mayoría de los casos en condiciones económicas
muy limitadas.
Todo lo anterior ocurre porque no existe en México
una ley que proteja a los adultos mayores, puntualizó Sánchez
Pérez. "Desde que llegué a dirigir la procuraduría,
solamente he visto a dos viejitos que tienen solvencia económica,
comen y viven razonablemente bien. El resto está en condiciones
lamentables", señaló, y urgió a las autoridades a
poner en marcha una campaña "para que el anciano viva mejor".