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Ť Bernardo Bátiz
Sí hay avances en las pesquisas del caso Digna Ochoa
Al cumplirse ayer tres meses del homicidio de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa, el procurador capitalino Bernardo Bátiz afirmó que "hay avances importantes en la investigación", aunque aún no puede ofrecer resultados.
Es un asunto sumamente delicado, dijo, y el abanico de posibilidades que hemos analizado va desde el suicidio hasta el asesinato por motivos políticos, sus relaciones personales y su seguro de vida, entre otras. No obstante, aclaró que el suicidio quedó descartado.
A la fecha, agregó, han rendido declaración sobre el caso 60 personas. Entre ellos está un campesino de la sierra de Guerrero, que es sólo uno de los que citaron a declarar las autoridades capitalinas durante su última estancia en Petatlán.
Afirmó que en la investigación se han presentado diversas dificultades, como la naturaleza y el significado de las pruebas encontradas en el lugar del crimen.
Bátiz explicó: "No hemos podido entender qué significa que Digna tuviera puestos los guantes de látex, la harina dentro de éstos y esparcida en el despacho y sobre su propia ropa". Fue a partir de estas evidencias que se pensó en el suicidio, pero las autoridades no encontraron pruebas para sustentar esta hipótesis.
Respecto del mensaje que dejaron el o los agresores, Bátiz advrtió que muestra alguna similitud con otras amenazas, pero "tiene algunos rasgos diferentes que los peritos en grafoscopía y criminalística están analizando".
El procurador consideró que las amenazas anteriores que recibió Digna Ochoa pueden llevar a pensar que la persona que la mató se aprovechó de esta circunstancia para tener una coartada. Bien podría haber pensado su agresor, explicó, "que si ella ya estaba amenazada, no habría pruebas en contra del verdadero asesino".
En resumen, se trata de un rompecabezas nada fácil de resolver, aseguró Bátiz.