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Ť Impiden acceso a fiesta de los Globos de Oro, el domingo
Extrema seguridad obstruye lentes de los paparazzi en Hollywood
DPA
Los Angeles, 18 de enero. En Hollywood comenzó ya la temporada de premios, desfiles de estrellas sobre la alfombra roja y fiestas, por lo que los paparazzi se enfrentan a la que habitualmente es su época de mayor trabajo.
La carrera, que comenzó el 9 de enero con la entrega de los American Music Awards, alcanzará este fin de semana uno de sus momentos más esperados con la entrega el domingo de los Globos de Oro, el más importante preludio de los Oscar, que se entregan el 24 de marzo.
El paparazzo Jim Smeal comenta que en temporadas pasadas era fácil ganar hasta 20 mil dólares por mes con tantas apariciones de celebridades. Pero tras los atentados del 11 de septiembre se suspendieron varias fiestas, otras redujeron su tamaño y la seguridad se reforzó.
"En el Hotel Mondrian tendrá lugar este fin de semana la fiesta de los Globos de Oro", señala Rochelle Kaplan, que con su compañero Gary trabaja desde hace diez años como video-paparazza en Los Angeles. "Pero por primera vez está prohibido el ingreso a la prensa." Ella tiene previsto ir de todas maneras. "A ver qué pasa."
Desde los atentados, el negocio es mucho más duro. Los estudios de cine, como Paramount, reforzaron enormemente los controles. Todo aquel que logra visitar un set de filmación o asistir a un estreno debe pasar por numerosas revisiones, incluso con perros rastreadores.
Muchas veces los paparazzi ya no consiguen acercarse lo suficiente a las estrellas. Jim Smeal, que trabaja de forma independiente, dijo a Los Angeles Times que el acceso a muchos actos se prohíbe, con la excusa de que no hay espacio suficiente. Sólo se admite a la prensa acreditada.
Antes del 11 de septiembre era habitual encontrar más de 50 fotógrafos en los "puntos calientes'', es decir, discotecas en el oeste de Hollywood o restaurantes y hoteles de lujo en Beverly Hills. Tras los atentados, muchas estrellas se mantienen alejadas de esos lugares y, por lo tanto, también sus perseguidores.
Rochelle Kaplan no se atreve a pronosticar si los astros acudirán en masa o no a las entregas de los Globos de Oro, los Grammy y los Oscar. Ella misma también tiene un poco de miedo de esos grandes actos. "Lo pienso dos veces antes de acercarme a una masa tan grande de gente."