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Ť Publican libro con 175 imágenes y textos
inéditos del escritor
El autor de Pedro Páramo capturó
en sus fotos un reino de sombras y texturas
ANASELLA ACOSTA NIETO
El paisaje árido y sofocante, así como el
viento pardo de Luvina, de El llano en llamas, por vez primera
se puede contrastar con el escenario lluvioso y la vegetación de
Castillo
de Teayo, uno de los textos inéditos que reúne
Juan
Rulfo, letras e imágenes, libro editado por RM.
El lanzamiento del volumen coincide con el término
de la exposición Voces y silencios que albergó el
Palacio de Bellas Artes desde el pasado septiembre y que culmina este domingo.
La publicación de lujo reúne 175 fotografías,
y allí el autor de Pedro Páramo cuenta los escenarios
de sus imágenes e integra en sus textos las palabras de los personajes
capturados por su cámara.
El miércoles por la noche Alberto Ruy Sánchez,
Graciela Iturbide, Ramón Reverté y Mercedes Iturbe presentaron
en la sala Manuel M. Ponce el libro prologado por Víctor Jiménez,
director de la Fundación Juan Rulfo.
Murmullos del escritor
Ruy Sánchez compartió las pasiones literarias
de Rulfo: la literatura brasileña, por contener algo telúrico,
algo de selva indomable; los momentos narrativos en que la naturaleza se
convertía en imagen de los hombres y sus pasiones desbordadas; los
escritores que desatan fuerzas tremendas y luego las templan en una obra
armónica contenida, de sonidos tenues en apariencia pero que esconden
tormentas; las palabras como superficie recta, plana, que no gritan, pero
que son superficie rota llena de textura y su rotura es su valor estético.
A partir de esos intereses literarios, Ruy Sánchez
se explica la pasión del escritor por la fotografía, en la
que encierra -dice- un reino de sombras y texturas. Cuenta que como fotógrafo
Rulfo se interesaba especialmente en el efecto del tacto a través
de la vista.
Sobre Castillo de Teayo, Ruy Sánchez comentó:
''Es muy interesante leer al Rulfo narrador del llano, del paisaje seco,
describiendo un paisaje tropical y sus desbordamientos entre los hombres
y los dioses, donde -como en sus mejores historias- pasa de la vida inmediata
a un mundo mítico donde los dioses antiguos están presentes
con la fuerza de su ausencia''.
Consideró además que la arquitectura presente
en la obra fotográfica del autor de El llano en llamas debe
ser calificada de ''arquitectura de la mitología rulfiana".
Para Graciela Iturbide, fotógrafa a quien Rulfo
pidió que se dejara retratar, la edición de este libro se
convierte en una guía en la que están presentes los murmullos
del escritor que gustan y angustian, así como sus desquites con
la muerte.