Ť Los equipos entrenan en el estadio Kandahar, donde se hacían ejecuciones

Regresa el futbol a las canchas de muerte

Ť "A veces cuando jugábamos aún había sangre en el suelo", recordó un adolescente

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Kandahar. 18 de enero. El futbol volvió a reinar esta semana en las canchas que los talibanes habían convertido en campos de muerte.

Después de seis años los equipos regresaron al estadio de Kandahar para jugar 90 minutos. Esta vez sus zapatos no terminaron manchados de sangre. Algunos futbolistas pudieron usar pantalones cortos y no tuvieron preocupaciones por el largo de su cabello y barba.

En el campo, construido en 1996 con fondos de Naciones Unidas, se hacían ejecuciones públicas, se cercenaban dedos o extremidades y se azotaba a personas acusadas de adulterio u homosexualidad. Las mujeres eran obligadas a arrodillarse para recibir un disparo en la cabeza.

"Teníamos que jugar en secreto, mirando constantemente hacia la entrada del estadio para ver si llegaban los talibanes y sólo jugábamos 30 minutos", dijo el arquero Mohammed del equipo juvenil Zwanan. Ahora hay planes para formar una liga con 12 equipos que podría iniciar dentro de unas semanas.

"A veces, cuando veníamos a jugar, hacía sólo 15 o 20 minutos que se había producido alguna ejecución y aún había sangre en el suelo, a pesar de que los talibanes habían tratado de cubrirla", declaró Asif, un chico de 19 años.

Los hombres debían usar la barba larga y el cabello corto. Además estaban prohibidos los pantalones cortos, presumiblemente para que no significara una provocación de tipo sexual.

El color rojo tampoco estaba permitido y no se podía jugar en los momentos dedicados a la oración; de lo contrario los jugadores eran arrestados, golpeados y encarcelados.

Una ocasión, a un equipo de Pakistán "el talibán lo maltrató porque sus miembros usaban pantalones y barbas cortas, así como el pelo largo", refirió Asif.

"Fue una humillación terrible. Se llevaron a los visitantes, les pegaron, les afeitaron la cabeza y los encarcelaron durante dos días." Por supuesto, no pudieron jugar el partido de vuelta.