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Ť Una pena, dejarlo en manos de la burocracia,
dice
Pemex debe ser privatizado, plantea el Nobel Gary Becker
ISRAEL RODRIGUEZ J.
El Premio Nobel de ciencias económicas en 1992,
Gary Becker, se manifestó en favor de que Petróleos Mexicanos
(Pemex) se privatice, pues "es una pena dejarlo en manos de la burocracia
del gobierno mexicano". Consideró que las compañías
privadas siempre son más eficientes, en cualquier tipo de industria
, incluyendo el petróleo.
Becker, uno de los principales defensores del neoliberalismo,
quien afirma que nuestras acciones y elecciones diarias están influidas
más de lo que creemos por las fuerzas del mercado y los incentivos
económicos, reconoció que detrás de Pemex hay mucha
historia y nacionalismo.
Sin embargo, México está entrando al siglo
XXI, y es en esta época donde las empresas son mucho más
eficientes que las públicas. "Hay que tomar cuenta de ello, particularmente
en este sector tan importante", expresó.
El que fuera profesor del actual secretario de Hacienda,
Francisco Gil Díaz, aseguró que México tarde o temprano
tendrá que enfrentar la privatización de Pemex, porque una
empresa privatizada va a tener un comportamiento más eficiente y
eso va a ser en beneficio de la población.
Mencionó que México es un país que
ha cambiado muchísimo desde 1970, y el Tratado de Libre Comercio
ha traído cosas muy positivas, así como las desregulaciones
parciales han permitido avanzar en muchos sectores, pero todavía
falta mucho por hacer.
Por ejemplo, el mercado laboral tiene que ser desregulado
para permitir que el 50 por ciento de la mano de obra total que se encuentra
en la economía informal se pueda integrar y transformar al mercado
formal.
El crecimiento de la economía informal es una señal
de debilidad, aunque ésta es una válvula de escape muy útil
para evitar problemas sociales de corto plazo. Otro de los problemas de
México es el alto grado de desigualdad que prevalece, porque es
superior a la de países en desarrollo semejantes. Para resolver
esto se requiere darle un mayor impulso a la educación, por cuestiones
de justicia, y aunque se ha avanzado en esa dirección aún
falta mucho por hacer.
Al ser inquirido sobre la actual estructura fiscal del
país, manifestó que los impuestos especiales son malos e
indeseables, por lo que recomendó la instauración de un impuesto
al consumo, pues es más fácil de recaudar y más difícil
de evadir. Sin embargo, afirmó que los impuestos no los diseñan
los economistas, sino los grupos de políticos que son los que deciden
quiénes ganan y quiénes salen perjudicados en el proceso.
El ejemplo de la fructuosa es muy claro,al respecto.
Al defender las políticas neoliberales, el economista
señaló que las mejores políticas aquí y en
el resto del mundo son las que le dan el poder de decisión a la
gente para que se ella la que decida qué van a hacer con su dinero.
Criticó al comunismo, que mucha gente veía como un ideal
para resolver el problema, e incluso muchos intelectuales mexicanos acabaron
abogando por él, pero los más afectados acabaron siendo las
personas más pobres y con menos educación.
Al referirse al tema de la quiebra de Enron, una de las
siete compañías energéticas más importantes
del mundo, admitió, que no a todas las compañías privadas
les va bien. El sistema privado , dijo, tiene sus altas y bajas y algunas
compañías quiebran, pero si vemos las grandes compañías
desarrolladas en estos pasados 25 años, todas son privadas, como
son Microsoft, Intel, Wal Mart, Com Depot.
Indicó que en el sistema liberal hay fallas, donde
algunos ganan y otros pierden, porque no se puede tener un sistema así
sin pérdidas. Aceptó que en Enron la contabilidad técnica
era mal llevada, además de que quizá hubo una colusión
criminal.
Entrevistado durante la presentación de su libro
La economía cotidiana, editado por Planeta, al referirse
a la situación caótica que enfrenta Argentina, señaló
que el problema es que la convertibilidad no podría resolver los
problemas de fondo, porque ese país tenía un déficit
fiscal demasiado grande y la deuda externa con altas tasas de interés
no podría ser financiada mientras el gobierno no disminuyera su
gasto interno.