Abrir a la iniciativa privada el sector energético, sugiere Cepal

Ť CFE, CLF y Pemex deberían tener autonomía en materia de operación e inversiones Ť Potestad a la CRE para autorizar tarifas, plantea

ISRAEL RODRIGUEZ

Para asegurar la disponibilidad de recursos financieros que permitan incrementar la oferta de energía, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomienda diseñar algunas opciones como permitir a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que incrementen sus propios recursos o abrir las actividades reservadas al Estado para que el sector privado se encargue de la expansión del sistema de abasto energético.

Estas dos posibilidades, afirmó el organismo de las Naciones Unidas, no son excluyentes y podría pensarse en una combinación de ambas. Sin embargo, si se optara por una reforma sin privatización de activos, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) debería estar dotada de autoridad para imponer normas equitativas de funcionamiento que amortiguaran la posición dominante y la acción discrecional del Estado.

La Cepal refiere que las opciones para incrementar la inversión en gas natural no asociado se reducen a dos: modificar el régimen fiscal de Pemex para que disponga de mayores recursos de inversión o permitir que el sector privado participe bajo alguna modalidad contractual de riesgo. ''Ambas opciones son complementarias y significan un nuevo reparto de las rentas económicas asociadas al recurso''.

En materia de electricidad también se presentan dos opciones: mejorar la estructura actual o adoptar un modo de organización y regulación basado en la lógica de mercado. ''Estas dos opciones no están libres de obstáculos mayores en su aplicación. Si los poderes públicos deciden preservar el modelo actual, es imprescindible mejorar su transparencia y reducir la discrecionalidad en la toma de decisiones''.

En este sentido, añade la Cepal, sería necesario revisar las políticas de asignación de los subsidios, incluirlos dentro del Presupuesto de Egresos y entregarlos por vía diferente a las tarifas.

En su reciente estudio Retos y posibles soluciones para el sector energético mexicano, elaborado con el aporte financiero de la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica, la Cepal señala que otro paso fundamental consistiría en transferir a la CRE la potestad de autorizar las tarifas, fortalecer sus capacidades técnicas, humanas y financieras, e independizarla del Poder Ejecutivo.

Además, resulta fundamental conceder autonomía a la CFE y a la Compañía de Luz y Fuerza para que tomen sus propias decisiones en materia de operación e inversión. Sin embargo, se reconoce que en esta opción persistiría el problema financiero, en el sentido de que el desarrollo de la producción independiente y de los proyectos de la CFE requeriría garantías gubernamentales, las cuales podrían limitar la capacidad crediticia del país.

''Una posible solución sería tratar de que la CFE no diera garantía alguna para sus proyectos, que quedarían avalados por el Estado''. El documento, de distribución restringida, añade que ante la perspectiva de una reforma sin privatización de activos, la CRE debería estar dotada de la autoridad necesaria para imponer normas equitativas de funcionamiento que amortiguaran la posición dominante de la CFE y la acción discrecional del Estado, evitar la discriminación en el acceso a la red de transmisión, así como eliminar la posibilidad de aplicación de subsidios cruzados entre consumidores libres y cautivos.

Otro gran reto para el sector energético mexicano consiste en fortalecer y perfeccionar las empresas públicas. ''Una vez descartada la privatización, dichas empresas deberían asumir el compromiso de elevar la capacidad técnica, económica y humana, para cumplir los objetivos que les confieren los poderes públicos''. Destaca que a la fecha el balance de la actuación de esas instancias públicas es positivo en líneas generales, principalmente para Pemex y la CFE.

Para que las empresas públicas logren cumplir con sus responsabilidades, la Cepal sugiere la revisión profunda de sus relaciones con el Estado, y su modo de operar. Podrían mejorar su desempeño mediante acciones como el ejercicio de una mayor autonomía en los planos operativo, administrativo, financiero y estratégico; restructuración interna bajo nuevas formas de organización e internacionalización y búsqueda de alianzas estratégicas.

El cuarto gran reto es el fortalecimiento de la cooperación energética con los países del continente. La integración de México hacia el norte ha recibido recientemente un fuerte impulso, pues los tres países han decidido desarrollar un enfoque norteamericano. Pero, por razones geográficas, las relaciones son más estrechas con Estados Unidos, principalmente en gas natural, más que en petróleo o electricidad.
 

Ť Refinerías de la IP operadas por Pemex

VICTOR CARDOSO

La Cámara Nacional del Acero (Canacero) envió al Congreso de la Unión una ''Propuesta de política energética para asegurar el desarrollo de la industria nacional y la generación de empleos en México", en la que insisten en la apertura a la inversión privada en ese sector, lo que permitiría generar 70 mil megavatios adicionales. Se pretende crear incentivos para que en México se instalen refinerías operadas por Pemex.

Se advierte que de no darse un cambio ''las consecuencias serán irreversibles y con un alto costo para la industria y economía mexicanas''.

Un concepto de mexicanidad

Con el argumento de que el país importa 20 por ciento del consumo nacional de gas natural, por ejemplo, la propuesta abarca un ''concepto de mexicanidad'' para favorecer el consumo nacional de los energéticos, así como precios diferenciados cuando los combustibles se utilicen en el país.

Ese concepto consiste en la aplicación, por ejemplo en el caso del gas, de un precio diferencial cuando el energético se utilice en el país frente a los de exportación. ''Esto permitirá fomentar el desarrollo industrial nacional con la consecuente generación de empleos'', además de que con impuestos elevados a la exportación ''se desalentará que este recurso salga del país sin dejar beneficio mayor''. Lo mismo se prevé que ocurriría en el caso de la energía eléctrica que se produzca con los nuevos volúmenes de combustibles.

Con la firma de Alonso Ancira Elizondo, vicepresidente de Altos Hornos de México y miembro de la Comisión de Energéticos de la Canacero, la propuesta aclara que ''no se pretende impedir la exportación del gas natural, únicamente propiciar el uso del mismo dentro del país para que las ventajas cualitativas y cuantitativas impulsen el crecimiento industrial y la generación de empleos''.

En el documento se establece que el sector energético se encuentra en crisis, por lo que requiere al menos tres acciones: del gobierno federal una política energética que fomente el desarrollo industrial; del Poder Legislativo los cambios en las leyes y reglamentos necesarios que promuevan la apertura y el crecimiento del sector y de los industriales, inversiones, compromiso y apoyo para lograr el cambio.

''De no darse esta integración las consecuencias serán irreversibles y con un alto costo para el sector industrial de la economía'', advierte Ancira Elizondo.

La propuesta de los industriales del acero considera permitir la participación privada en el sector energético ''sólo en los nuevos volúmenes que no son explotados por Pemex'', para no afectar los ingresos que el gobierno recibe de esa paraestatal como su principal fuente de financiamiento.