Una hinchada incomparable

Buenos Aires, 27 de diciembre. El "hechizo" quedó roto y Racing Club, uno de los equipos más populares de Argentina, celebra hoy el título que se le había negado desde hace 35 años, en una merecida reconciliación con su historia llena de hitos y sustentada en una hinchada incomparable.

Con un angustioso empate a uno ante Vélez Sarsfield, abrió las puertas del delirio para los sufridos simpatizantes de la Academia, en una fiesta que fue regada por lágrimas de felicidad reprimidas durante décadas por los abuelos y compartidas por sus nietos, vírgenes hasta ahora de campeonatos.

Racing, fundado el 25 de marzo de 1903, culminó con la obtención del Torneo de Apertura 2001, su séptimo título local en el profesionalismo, una "resurrección" que pocos imaginaban hace apenas un año, con la escuadra sumida en una profunda crisis institucional, financiera y deportiva.

El mote de la Academia nació luego de ganar los torneos amateurs de 1913 a 1919 consecutivamente. Más tarde, fue el primer tricampeón del futbol argentino (años 49, 50 y 51) y también el primer equipo de su país en obtener la Copa Intercontinental, en 1967, en una memorable final contra el Celtic Glasgow, definida con el mítico golazo de Juan Carlos Cárdenas. En 1988, Racing festejó por última vez cuando obtuvo la primera edición de la Supercopa Sudamericana.

Racing se convirtió en un caso-testigo del futbol argentino, como el primer club de los grandes en privatizarse: desde finales de 2000 es dirigido por la empresa Blanquiceleste SA, cuyo titular, el publicista Fernando Marín, se propuso sacar del pozo a la institución y trajo al entrenador Reinaldo Carlos Merlo con el objetivo principal de evitar un nuevo descenso.

Con Mostaza Merlo como timonel, la Academia se zafó de la pérdida de categoría en el Torneo de Clausura -terminó quinto- y luego redobló la apuesta y sumó diez refuerzos para el Apertura, con el objetivo de disputar el título.

Fieles a su historia, los simpatizantes racinguistas sufrieron más de la cuenta para soltar el grito contenido desde hace dos fechas, pero River Plate, su perseguidor, le descontó dos puntos y mantuvo sus oportunidades hasta la última jornada, prolongando la incertidumbre. Hoy la agonía de Racing duró hasta el minuto final del cotejo frente al Vélez.

"Todo el futbol argentino se pondrá feliz si Racing es el campeón", sentenció el ex jugador de la escuadra Diego Simeone.

Muchas veces se comparó el padecer de Racing, sus ilusiones rotas, con las del resto de los argentinos, pero hoy, en medio de una crisis socioeconómica brutal, los hinchas de la Academia sonríen porque el mito del "eterno sufrimiento", al menos para ellos, es cosa del pasado.

DPA