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Ť La Academia empató 1-1 con Vélez
Sarsfield; River goleó pero quedó segundo
Racing Club, campeón de Argentina después
de 35 años de ostracismo
Ť Rompimos con el maleficio, expresó Chatruc
Ť El gol del triunfo, de Loeschbor, en fuera de lugar
DPA Y AFP
Buenos Aires, 27 de diciembre. Hoy fue el gran
día: Racing Club terminó con 35 años de ostracismo
al igualar a domicilio con Vélez Sarsfield 1-1, y se consagró
campeón del Torneo de Apertura del futbol argentino, con 42 puntos
sobre 41 de River Plate.
El gol que a la postre le dio el cetro al conjunto dirigido
por Reinaldo Merlo fue conquistado por el defensor Gabriel Loeschbor, a
los 54 minutos. Vélez empató por intermedio de Mariano Chirumbolo,
a los 77.
Fiel
a su historia de los recientes años, el sufrimiento racinguista
duró hasta el último segundo, pues de haber anotado otro
gol Vélez habría forzado a un partido de desempate con River,
que hoy goleó como local a Rosario Central por 6-1 y finalmente
quedó a un punto de la hazaña, luego de haberle descontado
cuatro unidades a Racing en las tres últimas fechas.
La definición del torneo se postergó hasta
hoy debido al estallido social que sacudió a Argentina la semana
pasada.
"El equipo fue generoso, tuvo entrega y sacrificio pero,
sobre todo, tuvo el apoyo de una hinchada fenomenal", exclamó Merlo,
tras ser llevado en hombros para saludar a la eufórica masa de fanáticos
que se desahogaba en el festejo en el estadio Josi Amalfitani.
Cuando se le preguntó si le causaba tristeza que
el relegado al subcampeonato fuera el club de sus amores, River Plate,
el técnico dijo: "No voy a entrar en polémicas. Mira a la
gente", indicó a los periodistas señalando a la multitud
que en las tribunas agitaba un mar de banderas.
Racing, uno de los equipos más populares y con
una de las aficiones más fieles en Argentina, había ganado
su último título argentino en 1966, como prólogo de
la Copa Libertadores y la Copa Internacional, que obtuvo un año
más tarde.
Josi Chatruc, el volante que fue el alma del Racing, declaró
su felicidad por haber sido parte de un plantel que "pudo romper un maleficio
de tantos años y salir campeón, que es lo más lindo".
Y es que antes de que el árbitro Gabriel Brazenas
pitara el inicio, River ya estaba en ventaja en su cancha con un gol al
minuto de juego, así que simpatizantes y jugadores de la Academia
parecieron sentir el impacto. El conjunto albiceleste lucía nervioso,
y durante todo el primer tiempo no pudo romper con la característica
que signó su juego, especialmente en las últimas jornadas:
voluntad para ir al frente, pero con enormes limitaciones para generar
un futbol claro e inteligente.
La tribuna de Racing acompañó con su aliento,
pero con angustia, como si los fantasmas de tantos años de frustraciones
no dejaran de rondar. El mayor estallido se produjo a los 18 minutos, cuando
Luciano de Bruno igualó para Rosario Central en el estadio Monumental.
Cuando arrancó el complemento en la cancha de Vélez,
con una demora de más de 10 minutos, debido a que Racing no salía
al terreno, River ya había asegurado sus tres puntos, con un frentazo
de Pereira, a los 41, y otro gol de Cardetti apenas iniciado el segundo
tiempo.
El empate a cero le valía a Racing el título,
pero a los 54, un tiro libre del colombiano Gerardo Bedoya fue cabeceado
por Loeschbor para el 1-0.
Según las imágenes televisivas, Loeschbor
estaba unos centímetros adelantado, pero Brazenas dio por válido
el gol.
Para entonces, River ya ganaba 4-1. Vélez se fue
arriba con más decisión que antes. Racing pasó varios
sofocones, hasta que un error de Martín Vitali sirvió el
gol a Chirumbolo, definió con un derechazo fuerte.
En su estadio, River esperaba con ilusión el segundo
gol de Vélez, pero arengados por Merlo, los nuevos héroes
de Racing disputaron cada pelota como si fuera la última y defendieron
el empate con éxito hasta la explosión final, con la apoteosis
de sus hinchas en las tribunas.
River, dirigido por Ramón Díaz, sumó
así su tercer subcampeonato consecutivo y otra vez pagó un
alto precio por los puntos que dejó escapar en las fechas precedentes.
En su currículum, el Mostaza Merlo, de 52
años, tiene anotado su paso por River Plate, equipo en el que militó
15 años. Pero el rencuentro con la gloria le llegó en la
ciudad de Avellaneda, donde los hinchas de Racing prometieron erigirle
una estatua, a semejanza del caballero castellano del siglo XI, Rodrigo
Díaz de Vivar (El Cid Campeador).
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