Ť Sorpresiva decisión con el argumento de ''cuestiones de índole personal''

Renuncia Gabriel Reyes Orona, procurador fiscal de la Federación

Ť Hace una semana había anunciado que se investiga a algunos comunicadores y empresarios por defraudación fiscal Ť Hacienda se encargó de difundir la decisión en escueto comunicado

ANTONIO CASTELLANOS

El procurador fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, anunció ayer de manera sorpresiva que ''por cuestiones de índole personal'' dejará el cargo a partir del primero de enero de 2002. Su decisión se da a conocer sólo ocho días después de que habló de que eran investigados algunos comunicadores. Su gestión destacó también por las fuertes críticas a las operaciones irregulares del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y el conflicto de intereses de algunos vocales de la junta de gobierno.

La información sobre los comunicadores fue ampliada por Reyes Orona el pasado lunes, cuando dio a conocer que entre los que se investigaban por defraudación fiscal se encontraba Regino Díaz Redondo, ex director general de Excélsior. Habló de otros 15 destacados empresarios, pero nunca concretó nombres. Se desconoce si hay investigación en este sentido por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).

En sus más recientes declaraciones, Reyes Orona había revelado presiones de parte de la Secretaría de Gobernación para frenar las revelaciones sobre los casos investigados. Al respecto, destacó que en esa y en otras dependencias no estaban a gusto con su forma de actuar, pero aclaró que no la cambaría. Hoy ya está fuera del sistema.

En un escueto comunicado dado a conocer anoche por la Secretaría de Hacienda, Reyes Orona agradeció ''toda la confianza y apoyo brindados por el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, y por el titular de la dependencia, Francisco Gil Díaz, durante su gestión como procurador fiscal de la Federación''.

El funcionario siempre habló de peces gordos que incluían a empresarios, pero nunca divulgó los nombres. Por el momento, no hay sucesor del procurador fiscal de la Federación, a quien Gil Díaz expresó reconocimiento por la ''extraordinaria labor desempeñada al frente de la Procuraduría''. Destacó su profesionalismo durante los 15 años de su trayectoria como servidor público.

El comunicado estableció: ''La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reitera su compromiso para combatir la evasión, la corrupción y la impunidad en las áreas de su competencia. En este sentido, la Procuraduría Fiscal de la Federación mantendrá la línea de trabajo institucional que ha venido desempeñando durante la presente administración, en colaboración con otras dependencias gubernamentales''.

En su última declaración, Reyes Orona habló el pasado 19 de diciembre durante la reunión de fin de año que encabezó el secretario de Hacienda, y manifestó que hay denuncias por defraudación fiscal que ascienden a 2 mil 500 millones de pesos y otros delitos de cuello blanco que incluyen los de Jorge Lankenau y Carlos Cabal Peniche, los cuales podrían elevar el monto a más de 7 mil millones de pesos.

No se sabe cuánto podría recuperar el gobierno federal, pero en ningún caso habrá carpetazo, aseguró, y como ejemplo citó el caso de la venta de Inverlat a Scotiabank, donde ''están perdidos 300 millones de pesos''. Todos los funcionarios públicos implicados están molestos porque han sido citados a declarar.

En la Procuraduría Fiscal, agregó, ''no distinguimos entre grandes y pequeños, pero estos asuntos involucran centenas de millones de pesos y se investigará a fondo'', y destacó respecto a los llamados peces gordos bajo investigación, que el presidente Fox en breve dará las instrucciones y los mecanismos para que la opinión pública esté puntualmente enterada de ellos.

''Estas fechas son buenas para las investigaciones porque los involucrados regresan a sus domicilios. Están comenzando a aparecer las personas que no estaban o se habían hecho perdedizas, pero a partir del segundo semestre hemos conseguido muchos elementos que, junto con el Ministerio Público, van a concluir en acusaciones penales frente a un juez''.

Ahora, el procurador fiscal de la Federación está a cuatro días de dejar el cargo y en el curso de hoy podría ofrecer detalles de sus ''cuestiones de índole personal para dejar el cargo''.