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Luis Javier Garrido
El desfase
La resistencia social frente a las políticas antinacionales y antipopulares del gobierno fue la característica del primer año de Vicente Fox en Los Pinos, como se vio en el curso de 2001 no sólo en el caso de Chiapas, y de no producirse un viraje en la línea oficial, que no es previsible, en el futuro inmediato los conflictos van a multiplicarse en México, mucho más que en los años del priísmo.
1. La pregunta que muchos empiezan a hacerse tiene que ver con la naturaleza del nuevo régimen: Ƒpara qué quiso Vicente Fox con tanto ahínco, y durante tantos años, ser presidente de México si sabía que no tenía un proyecto diferente al de sus predecesores, los tecnócratas priístas, y que, además, iba a seguir con las mismas políticas del salinismo y a mantener las estructuras de corrupción del narcosistema de poder?
2. El caso de Fox resulta patético en el contexto de América Latina, pues a pesar de no haber obtenido en las elecciones de 2000 ni 50 por ciento del voto popular diversos sectores le creyeron con la voluntad política, antes que con la capacidad, de defender a la nación, desmantelar el antiguo régimen e impulsar el cambio, y él no ha hecho más que lo contrario, dilapidando su capital político y cancelando las expectativas de una verdadera transición en el país, apareciendo como uno de los mayores fraudes políticos en la historia del continente.
3. La pérdida de confianza de los mexicanos en el gobierno de Fox se debe a múltiples factores y no sólo a la falta de liderazgo, a su ausencia de capacidad para ejercer el cargo o a su sometimiento abyecto a Washington, como señalan los medios, sino sobre todo al continuismo que ha mostrado con las políticas de sus predecesores y a los evidentes compromisos que tiene con éstos para garantizarles su impunidad. Pero si un caso marca su pendiente de descrédito a lo largo de los primeros doce meses de su administración, ése ha sido el de los pueblos indígenas.
4. El gobierno foxista no parece haber entendido hasta ahora las dimensiones de su felonía. La traición de Fox no fue al EZLN al incumplir sus promesas de campaña y desconocer los compromisos del gobierno anterior: fue una traición a los pueblos indios que está marcando el destino del sexenio y del nuevo régimen.
5. Las consecuencias de esta vileza están a la vista y afectan tanto a los pueblos indios como al propio gobierno. Las comunidades indígenas han tenido que seguir haciendo frente a los aparatos de imposición de los gobiernos federal y local en un marco de indefensión jurídica invocando su legítimo derecho a la autonomía mucho más de lo que lo habían hecho en el pasado y con la solidaridad de la sociedad civil nacional e internacional. Pero el gobierno perdió más entonces: perdió la confianza de amplios sectores del país, y Fox quedó como un individuo sin palabra y su gobierno como la expresión del más absoluto continuismo con el antiguo régimen.
6. El papel clave del Ejecutivo en la contrarreforma indígena no es ya motivo de duda, y el propio Fox lo ha puesto de relieve. En una de las múltiples entrevistas a los medios en la que hizo la defensa de su administración al cumplir un año, le dijo a López Dóriga en el Canal 2 que en este año no todo habían sido fracasos (4 de diciembre). También tuvimos éxitos muy satisfactorios, le confió, como "con las modificaciones constitucionales en materia indígena".
7. Los cambios foxistas a la Constitución mexicana han recibido, sin embargo, la unánime condena de la comunidad internacional, pues como lo decía a La Jornada Bartolomé Clavero, uno de los principales especialistas en la materia, cancelaron "el horizonte de autonomía" y "los derechos propios de los pueblos indígenas" (18 de diciembre). La rectificación de la contrarreforma por parte del Poder Judicial aparece como poco probable con una Suprema Corte en manos de oscuros abogados conservadores sometidos al gobierno foxista, a pesar de que ello no dejaría a pueblos y comunidades indígenas más alternativa que la resistencia cotidiana y la lucha jurídica en el plano internacional.
8. Las políticas de Fox en relación con los pueblos indios en todo caso han sido congruentes con su autoritaria lógica neoliberal. Las últimas semanas de 2001 se han multiplicado las denuncias en relación a lo que acontece en Chiapas: a la crítica situación social agravada por las políticas del gobierno en el campo, al hecho de que los paramilitares se están reorganizando con la complacencia de las autoridades, al empecinamiento de Fox en seguir utilizando de manera anticonstitucional al Ejército, a la impunidad. El aniversario del crimen de Acteal se recordó con Zedillo, Chuayffet, Ruiz Ferro y los principales responsables libres. ƑQué alternativa hay entonces?
9. Los pueblos latinoamericanos han tenido en la resistencia social un arma fundamental ante las políticas depredadoras de los gobiernos en los años del neoliberalismo, a la que éstos muy difícilmente pueden vencer si no es por la represión, y aquí hay que reconocer un hecho nuevo. El recurso a ésta, a la manera tradicional, les es cada día más difícil por la vigilancia que hacen de sus actos organizaciones y grupos de la sociedad civil de todo el mundo, por el papel de algunos medios de comunicación y por la respuesta de la propia sociedad. Es la globalización neoliberal que se revierte en contra de ella misma.
10. Es cierto que, como en Argentina, un gobierno tiene la posibilidad de reprimir la inconformidad social con la fuerza pública matando a decenas de personas, como lo hizo Fernando de la Rúa, pero a costa de poner término a sus funciones. O que, como Vicente Fox en México, puede desconocer los acuerdos de San Andrés y la legislación internacional en materia indígena, seguir usando de manera anticonstitucional a las fuerzas armadas, mantener a los grupos paramilitares o proseguir con las políticas económicas y sociales del antiguo régimen, pero debe pagar el precio de perder toda credibilidad comprometiendo el futuro de su gestión.
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