015n1pol
Ť Marcos Matías Alonso pide acabar con la guerra de rumores
"Que digan ya si continúo o no al frente del INI"
Ť Busca realizar cambios en el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de AL
MATILDE PEREZ U.
Colocaron la carta de mi renuncia en mi bolsillo sin darme cuenta porque he sido una piedrita en el camino, algo que no encaja totalmente, dice el director del Instituto Nacional Indigenista (INI), Marcos Matías Alonso, a su retorno de Panamá, en donde fue nombrado presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe, organismo que nació en 1992 durante el encuentro de presidentes de la región en Guadalajara, Jalisco.
Entre el ventarrón desatado por las distintas versiones de que desaparecerán las oficinas de coordinación presidencial, entre ellas la de Atención a los Pueblos Indígenas, y que la encargada de ésta, Xóchitl Gálvez, asumirá la dirección del INI, Matías Alonso demanda que a "nivel institucional se diga con claridad si continúo o no al frente del instituto; deben terminar con la guerra de rumores y dejar de mandarme mensajes que sólo están sembrando caos, incertidumbre, y que lesionan a las instituciones".
Afirma que no está interesado en mantenerse en el INI y que le encantaría ser el representante de México ante el Foro Permanente de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, posición que se definirá la próxima semana y que también disputa el gobierno de Guatemala. "El INI es un monstruo difícil de manejar, es muy laborioso, he trabajado y puedo dar la cara ante todos por lo hecho. El juego sucio lo entiendo, pero no me asusta. Quien llegue al INI no sólo debe tener un origen indígena sino también haber participado en las organizaciones de los pueblos y trabajado con ellos".
Comenta que no está dolido por "esas corrientes que están sembrando el caos" y que su posible salida del INI "no será por falta de capacidad sino por un reacomodo de fuerzas políticas. Seré una víctima de ese problema de poder".
Matías Alonso asegura que no tiene ninguna confrontación con Xóchitl Gálvez, quien en declaraciones a diversos medios de información dejó abierta la posibilidad de asumir en breve la dirección del INI. "Yo respeto mucho a Xóchitl, admiro su trabajo; por mi parte no tengo ninguna queja o malestar. Ella es responsable de sus declaraciones; es una mujer a quien seguiré respetando".
"No tengo ambiciones políticas"
A lo largo de la conferencia de prensa, primero con medios escritos y después con algunos radiofónicos, Matías Alonso insiste en que no busca el poder político. "No tengo ambiciones políticas, no quiero ser diputado ni senador, sólo quiero servir a los pueblos indígenas y por esa razón no me angustia nada, estoy en paz. Por eso es importante una comunicación oficial e institucional clara, para no encontrar mensajes en el bolsillo, en el auto, en la casa o en la carretera. Mi mensaje para el Ejecutivo es que ya se defina antes de fin de año, para bien de México".
De origen nahua de Guerrero y fundador de la Asamblea Nacional Indígena por la Pluralidad y la Autonomía (ANIPA), no descarta la posibilidad de que el gobierno federal crea que como director del INI ya cumplió con la tarea de haber reunido la fuerza indígena en apoyo al gobierno en turno y considere que ya tiene los suficientes aliados indígenas y que no tendrá problemas. Pero -advierte- "pueden ocurrir varias cosas; si el gobierno realmente asume que es pluricultural entonces debe reflejarlo en sus políticas y mantener las puertas abiertas a los indígenas; cerrarlas es abrir tensiones y luchas. Más vale que este gobierno deje abierta la puerta a la inclusión de los talentos indígenas porque esto ya es irreversible. Pacíficamente o no, los pueblos seguirán reclamando el lugar que merecen, y eso está ocurriendo a nivel continental".
El también ex consultor de la Fundación Kellog's y de los bancos Interamericano de Desarrollo (BID) y Mundial (BM), menciona que como presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe pretende establecer cambios sustanciales, entre ellos abrir más la participación a los indígenas y que el organismo sea también un marco de diálogo para lograr consensos en programas que afectan regiones como el Plan Puebla-Panamá y el Plan Bolivia. También se establecerán mecanismos obligatorios para que los remanentes del BID que han solicitado los gobiernos que participan en este organismo indígena se canalicen para ampliar la disponibilidad de dinero. Hasta la fecha, de los 23 países que lo integran, México, España, Portugal y Chile han aportado parte de los 5 millones de dólares comprometidos desde 1992, y no han aportado Brasil, Ecuador, El Salvador, Argentina, Colombia y Costa Rica, entre otros. "El marco no es halagador, pero se harán los esfuerzos necesarios para revitalizar este fondo".
|