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Ť "Sin ver, los soldados nada más disparaban"
Da miedo y angustia al ver las fotos de detenidos en 1968: ex miembro del CNH
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Cuando Enrique Avila observa las fotografías de las detenciones de estudiantes en 1968 vuelve a sentir la angustia, la impotencia y el miedo que lo inundaron aquella noche cuando estuvo en el edificio Chihuahua y fue llevado a golpes al Campo Militar Número Uno.
Avila representaba a la Escuela Normal Superior en el Consejo Nacional de Huelga (CNH) y participaba en el mitin en la Plaza de las Tres Culturas, que terminó con la matanza y la detención de estudiantes.
Avila recuerda con claridad lo que vivió durante aquellas largas horas:
"Cuando los del Batallón Olimpia irrumpieron yo estaba en el tercer piso del edificio Chihuahua y vi que enfrente de nosotros, en el Eje Central, que antes se llamaba San Juan de Letrán, la gente se echó a correr y traté de bajar las escaleras.
"Los del batallón me recibieron con golpes y me obligaron a regresar hasta el tecer piso del edificio. Me quedé entre el tercero y el cuarto. Ahí pasé la primera balacera, que fue entre las seis y siete de la noche, y la otra entre las 10:30 y las 11:30. No recuerdo horas exactas porque nos quitaron los relojes.
"Tengo muy grabado cómo quedé en el descanso de la escalera, con decenas de compañeros. Eran dos los del Batallón Olimpia. Uno sacaba la mano por arriba de la marcolita y descargaba las balas sin ver. Cambiaba el cargador y lo volvía a hacer.
"En eso estábamos cuando dan el bazukazo contra el edificio. Hubo momentos de mucha tensión y uno de los del batallón gritaba desesperado: 'Aquí Batallón Olimpia, chingada madre, nos está disparando el Ejército'. Entonces todo el edificio se inundó de agua, porque se rompieron las tuberías.
"Después de estar encerrado varias horas en uno de esos departamentos que habían desocupado en Tlatelolco, me bajaron a golpes junto con otros compañeros. Los del batallón nos hacían valla en las escaleras y nos pateaban.
"Todavía recuerdo el ruido de la culata del rifle cuando nos golpeaban. La correa hace un sonido que tengo muy grabado. También la voz de los militares cuando nos daban órdenes.
"La llegada al Campo Militar Número Uno fue muy brutal. Los soldados nos estaban esperando con unas varas largas, como de hule, como de metro y medio, y con eso nos golpeaban mucho. Luego nos pusieron a correr en una cancha de basquetbol.
"Después nos metieron a los conyugales, celditas muy pequeñas donde los soldados reciben la visita de sus esposas. Ahí nos tuvieron incomunicados seis u ocho días. No lo puedo precisar. Perdí la noción del tiempo porque no hablaba con nadie. Todo lo que ocurrió ahí fue totalmente violatorio de nuestros derechos humanos y constitucionales.
"Estando en el campo militar, en la madrugada, sería como entre 4 y 5 de octubre, oí pasos, me acerqué a la puertecita por donde me pasaban la comida y de repente la abrieron. Vi del otro lado la cara del compañero Sócrates Campos Lemus y después lo quitaron. Un militar me dijo hágase para atrás.
"En cuanto cerraron la puertecita, me volví a acercar a la reja y escuché cómo Sócrates dijo: 'sí, sí es'. ƑCómo se llama? -le preguntaron- 'No sé, es de la Normal', respondió y luego hicieron la misma operación con Eduardo Valle Espinosa. Ahí, Sócrates sí dijo: 'Es Eduardo Valle Espinosa, de Economía, de la UNAM'.
"Al día siguiente, cuando regresé del baño porque nos dejaban ir, vi que en una pared de mi celda estaban pintadas con gis las siglas del Consejo Nacional de Huelga. Después supimos que los que teníamos esas siglas en nuestras celdas fuimos trasladados a Lecumberri. Ahí estuve cerca de dos meses y salí libre bajo fianza a mediados de noviembre. Todo esto que viví ha marcado mi vida, por eso es impactante ver estas fotografías".
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